Prólogo.

1.2K 22 0
                                    

Mi vida era perfecta. La vida soñada, tenía todo lo que quería, no me faltaba nada, no tenía nada que envidiar, tenia la familia perfecta. Amaba a mis padres y a mis dos hermanos menores, Christian, de 10 años y Dann de 3 años, yo era la mayor, tengo 16. Eran los mejores hermanos del mundo, éramos tan unidos, nos confiábamos todo, como ya dije, no nos faltaba nada. Tenia a mi mejor amiga, Isa, éramos como hermanas, ella tenía a su novio, el cuál me agradaba, la trataba como ella se merecía. Yo había tenido algunos noviazgos, nada serio, no tenia novio, pero, ¿Quién dice que para ser feliz se necesita a un chico? Yo era feliz igual, aunque tenía algo con Andrew, pero prefería ir de a poco. Mi papá viajaba mucho, conocía casi todo __(tú país). Como les decía, mi vida era tan genial... Me encantaba bailar, a veces participaba en presentaciones de las porristas, había participado en un video musical muy conocido bailando, en fin, mi vida era hermosa. Pero nunca pensé que mi vida podía pasar de ser color rosa a color negro, en un abrir y cerrar de ojos tenia menos de la mitad de lo que tenía antes. Perdí mi vida, mis sueños, mis metas, mi felicidad, a muchos de mis amigos, pero lo más doloroso no era eso, perdí a tres personas que amaba, que hacían de mis días los mejores. Perdí tantas cosas, incluso las esperanzas.
Todo comenzó en una gala que había programado la familia de un amigo, era la noche perfecta para estar más cerca con Andrew. Mi papá me había regalado un vestido hermoso, era rojo, algo ajustado y largo, con un escote ideal. Andrew pasaría a buscarnos a mí y a Isa en el auto de su papá, era mi pareja, ya que la gala era de dos. Christopher, el novio de Isa, la estaría esperando en la fiesta. La gala comenzaba a las diez de la noche y Andrew, pasó por nosotras a las nueve con treinta. Todo marchaba bien, nos subimos al auto, me despedí de mi familia, pusimos música en el auto, exactamente "Forever Young" de Alphaville. Íbamos cantando, riendo, conversando... Cuándo de pronto, se cruza un camión en frente de nosotros, provocando la peor escena de nuestras vidas. Sólo recuerdo que Isa gritaba y yo le tomé el brazo a Andrew. Mi mente estaba en blanco. Al otro día estaba en una camilla atada a algunas maquinas, mi cabeza ardía, peor aún, no sentía mis pies. Comencé a soltar algunas lágrimas, miraba mis manos con heridas. De pronto entró mi padre llorando, me miró y trató de sonreír pero conseguía más lágrimas. Yo le preguntaba que pasaba, me tomó mi mano izquierda y la besó. La apretó tan fuerte que hizo que llorara más aún. Fue ahi cuando me contó todo, el accidente, que había pasado... Me contó que de los tres que íbamos en el auto, solo dos nos salvamos, y esos éramos Andrew y yo. El accidente provocó la muerte instantánea de Isa, mi mejor amiga. En ese momento, grité lo más fuerte que pude, había perdido a la persona que me entendía más que nadie, que estaba conmigo en todas. Lloraba, trataba de acordarme y no podía. Pregunté por Andrew, el había tenido algunas heridas, había perdido el conocimiento, pero nada grave, era lo que me parecía más raro. Pero yo, yo había quedado con un problema en los pies, no los había perdido, gracias a Dios, pero había perdido la movilidad de ellos. Esas noticias me tenían sin palabras, sólo lloraba hasta no poder más, pero las malas noticias continuaban. Dos días después del accidente, cuando a mis padres les habían dicho que para volver a caminar se necesitaba mucho esfuerzo, que era prácticamente imposible, mi madre nos dejó. Se llevó a Dann, mi hermanito. Quiso huir de todo, de los problemas, de su vida, de las personas que tanto la amábamos. Lo peor es que no dijo dónde iba, no dijo nada más que eso. Desde ese día del accidente mi vida cambió. Hubo un tiempo que no comía y perdí peso, no hablaba con nadie, no quería salir de mi dormitorio, no quería ver el mundo, no quería volver a maquillarme, no quería nada, nada que me hiciera recordar mi antigua vida. Hasta que a los seis meses del accidente, volví a hablar, a comer, a arreglarme, intentar sentirme linda. Pero odiaba hacer todo eso en una silla de ruedas, era difícil y triste. Veía como mi papá intentaba sacarnos adelante, veía como mi hermano trataba de sobrevivir sin mamá, veía lo fuertes que eran y eso me sacó adelante, eso me hizo volver a sonreír un poco.

Stole my heart | z.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora