Capítulo 85.

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Zayn: ¿Vamos?

Tu: Si, cariño.
Zayn: Debes fijarte bien en los faroles, hermosa.
Tu: -Comencé a caminar, pero él no- ¿Vienes? –Me detuve.
Zayn: Te veo en segundos –Sonrió y corrió hacia otro lado.

Quedé extrañada durante un par de segundos y luego volví a caminar. Llegué al primer farol, cinco faroles en total, todos adornados con una cinta de mi color favorito, bajo estas, una nota agregada.
La primera:
"Quería leer todas las páginas del libro si tú eras la portada."
La segunda:
"Quería ver más allá de tu interesante aspecto;"
La tercera:
"Quería leer cada detalle de tu historia, leer tu personalidad y tu actitud, quería leer cada parte de ti; quería leerte."
La cuarta:
"Descubrí en tu historia algo más que letras, descubrí amor."
La quinta:
"Me he dado cuenta que avanzo tus páginas con el miedo de acabar, de no encontrarme con una página más."

Llegué a la entrada leyendo la quinta nota. La puerta se abrió y levanté lentamente la cabeza; Él, sonriendo y con una nota adherida a la parte izquierda de su pecho, sobre su roja camisa, el lado en donde está el corazón. Quité suavemente la nota y leí:

"Es así como me enamoré de ti; Te aprendí a leer y a apreciar cada detalle en ti."

Volví a levantar la vista sonriendo. Sus perfectos labios llamaban a los míos con severa urgencia. El estaba sobre el escalón de la entrada y yo, cinco centímetros más abajo. Sin uso de la mente, mis pies se colocaron de puntillas y apoyé mi mano en su hombro, buscando dulcemente sus labios. Suaves, con un sabor inigualable, transmitía cariño y seguridad, como ningún otros labios. Esa tonta y despegable sonrisa de mi cara. Dio dos pasos atrás y entré para conocer la cabaña por dentro. Candelabros encendidos, claveles y rosas rojas y blancas, paredes de madera, muy acogedoras. En el centro, unan gran alfombra de lana color crema. Alrededor de está, sofás con almohadas del color de la alfombra, muy bien combinados. Una rustica chimenea con fuego encendido, al lado de esta, una gran planta en un macetero. Volteé hacia Zayn para hablarle, pero al no verlo quedé sorprendida. Solo segundos después, salió de un lugar, que supongo era la cocina, con dos vasos servidos.

Zayn: ¿Gustas? –Me ofreció uno.
Tu: ¿Qué es? –Pregunté sin coger el vaso aun.
Zayn: Jugo –Sonrió volviendo a estirar su brazo.
Tu: Oh, claro –Lo cogí y bebí.
Zayn: Manzana, este si lo hice yo –Rió.
Tu: ¿Cómo le hiciste? –Dije aun admirando la cabaña.
Zayn: ¿Qué dices? –Preguntó sin haber entendido.
Tu: La cabaña, ¿Cómo hiciste para que todo fuera tan así, tan especial? Digo, las notas, mi color favorito. Siempre estuviste a mi lado –Sonreí sentándome en el sofá.
Zayn: -Aun permanecía parado, con una de sus manos en el bolsillo de su pantalón- Digamos que tuve algo de ayuda, pero las notas las escribí yo.
Tu: Eso lo sé, tu letra es indiscutible –Reí.
Zayn: ¿Qué insinúas? –Preguntó intentando no reír.
Tu: Que te amo y no importa como sea tu letra, amor.
Zayn: -Rió- ¿Ya viste el resto de la cabaña?
Tu: -Negué con la cabeza al beber jugo- Solo esto. No hay prisa, tengo toda la noche para verla –Reí.
Zayn: Como prefieras, cariño. -Sonrió sentándose- ¿Te molesta si quito mis zapatillas? Juraría que caminé kilómetros.
Tu: Yo que estaba arriba, te aseguro que no fue tanto. -Besé su mejilla- Claro que puedes.
Zayn: -Quitó sus zapatillas y subió sus pies al sofá- Desearía preguntarte algo.
Tu: Con confianza –Sonreí.
Zayn: Pero antes, te preguntaré otra cosa –Miró a mis ojos.
Tu: Te escucho.
Zayn: -Sonrió dejando su jugo a un lado y tomando una de mis manos- Antes de Andrew, ¿hubo otro chico?
Tu: -Hice una pausa, no por saber que responder, sino por lo sorprendente que fue su pregunta- No, Andrew fue mi primer chico, él era mi mejor amigo.
Zayn: El fue tu primer amor... -Reí y él me miró- ¿Por qué te ríes, amor?
Tu: Es gracioso que pienses eso.
Zayn: ¿Qué?
Tu: Que Andrew fue mi primer amor.
Zayn: ¿No lo fue?
Tu: -Acaricié su mano con la yema de mis dedos- El primer amor no es precisamente la primera persona con la que estás o la primera persona que besas. El primer amor es aquella persona que aun teniendo cerca, extrañas. Aquella persona en la que depositas cada uno de tus pensamientos. Esa persona a la que miras y no quieres ni pensar como sería tu vida sin esa persona. Esa persona que te hace sentir como nunca nadie lo había dicho y que sabes que si algún día llegara a terminar, no podrías olvidar jamás. Zayn, tu eres mi primer amor.
Zayn: -Tomó mis mejillas y besó mi nariz, luego un suave beso en mis labios- ¿Me esperabas?
Tu: ¿Cómo?
Zayn: ¿Esperabas en tu vida a alguien como yo? Yo si lo hacía.
Tu: Sabía que en algún momento llegarías, siempre lo supe, incluso antes de Andrew, siempre tuve el presentimiento de que llegarías.
Zayn: Así que aun estando con Andrew, sabías que alguien mejor estaba por llegar a ti. –Rió levantando las cejas.
Tu: -Reí sin saber que decir- No estamos acá para hablar de él. –Me levanté tomando los vasos.
Zayn: ¿Vas a la cocina?
Tu: Si, ¿vienes?
Zayn: Dicen que hay animales salvajes por acá –Se levantó y se dirigió a la cocina conmigo.

Todo era igual de hermoso y detallado. Un aroma a frutos del bosque y todo se sentía tan pasivo, dulce, era todo tan perfecto que parecía, literalmente, un sueño.
Había un pastel en la pequeña mesa de mármol y madera, ubicada enfrente de los asientos en la ventana. Me acerqué a la mesa sintiendo que mi corazón danzaba. Le di una pequeña probada con mi dedo, ese sabor jamás lo olvidaría.

Tu: Zayn –Sonreí emocionada mirándolo.
Zayn: ¿Lo recuerdas?
Tu: ¡Claro! Es el pastel que enviaron a mi habitación en el hotel, el segundo día de haber llegado a Londres.
Zayn: No creí que lo recordaras –Se acercó a probarlo.
Tu: No creí que tú lo recordaras.
Zayn: Jamás lo olvidaré, esa noche no dejé dormir a los chicos para que prepararan el pastel y en la mañana lo fuéramos a dejar al hotel.
Tu: Eso es tan dulce –Lo miré y el a mí. Nuestros ojos se cerraron muy lentamente e iba a apoyar mis labios en los suyos, rápidamente coloqué mi dedo en sus labios, el que tenía pastel y reí caminando hacia otro lado.
Zayn: -Quitó el pastel de sus labios con la punta de su lengua- Eres muy mala.
Tu: Solo quiero jugar –Sonreí sentándome en un mueble de cocina.
Zayn: Tengo un juego divertido para ti.
Tu: ¿Cuál? –Reí mirando al suelo, luego a él.
Zayn: Siéntate en esta silla –Corrió una silla de la mesa.
Tu: Bien –Caminé hacia la silla y me senté.
Zayn: Te vendaré los ojos y te daré cosas para que pruebes.
Tu: Comprendo, yo debo adivinar.
Zayn: Si –Fue por algo a la sala principal.
Tu: Si me haces probar algo asqueroso o que sepa mal, no te hablaré más. –Mentí.
Zayn: Confía en mí, amor. –Entró a la cocina, corrió otra silla ubicándola frente a mí. En su mano traía una de sus camisetas, la dobló y vendó mis ojos. No veía nada, en verdad.

Sentía como se levantaba y se volvía a sentar varias veces. Hasta que se sentó y no volví a escuchar que se parase.

Zayn: Muerde –Acercó algo a mi boca.
Tu: ¿Qué?
Zayn: Que muerdas, cariño. –Repitió e hice lo que me pidió, saboreé bien y sonreí.
Tu: Chocolate. -Hubo un silencio- Blanco, chocolate blanco.
Zayn: Muy bien. Muerde.
Tu: ... Patatas fritas sabor queso.
Zayn: ¿Cómo adivinaste eso? –Rió.
Tu: Niall me compra de esas a veces –Reí.
Zayn: Ese Irlandés... Bueno, bebe de este vaso. –Lo cogí con cuidado y bebí.
Tu: Jugo... de frutilla.
Zayn: -Hizo un ruido raro con su boca- Erróneo, frambuesa.
Tu: ¡Es casi lo mismo! –Protesté riendo.
Zayn: Casi, pero no lo mismo. Bebe de este vaso ahora.
Tu: -Bebí- ¡Ahora no me engañas, es frutilla!
Zayn: Frambuesa...
Tu: ¡Frutilla! Podría jurarlo.
Zayn: -Rió- Este si es frutilla.
Tu: ¡SI! –Sonreí.
Zayn: El último, ¿bueno? –Asentí con mi cabeza. No sentí que acercara algo a mis labios, hasta que sentí sus labios rosando en los míos. Cedí a probar eso, luego de unos segundos, volvió a sentarse- ¿Qué es eso?
Tu: -Fingí pensar- Que difícil, ¿podría tener otra oportunidad de probar? –Volvió a acercarse y volví a ceder, estaba tan enamorada que nada en ese momento, pudo haber sido mejor.
Zayn: ¿Y bien?
Tu: -Sonreí- Eso se llama "Lo mejor que he probado en mi vida"
Zayn: ¡Correcto! –Reímos y me quitó su camiseta.

Luego de volver a la sala principal y conversar por más de una hora, recordó algo y se levantó ansioso.
Tu: ¿Qué sucede?
Zayn: ¡Debo mostrarte algo!

— con .  

Stole my heart | z.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora