Capítulo 99.

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  Narra Zayn:
Ella se fue. Cerré la puerta y volví a la realidad, ni diez segundos y ya la necesitaba. Por mi mente pasaron recuerdos, caricias y canciones. Canciones como "You're beautiful", "Irresistible", "Kiss Me", nuestras canciones. Luego venía una canción en especifico, "When I was your man". Las escuché hasta que la última gota del poco alcohol que me quedaba yacía en mis venas. El último cigarrillo en mis pulmones. Me estaba volviendo loco sin sus besos. Tenía una sed de ella interminable. Pensé en llamarla más de cien veces, pero necesitaba su tiempo.
Llegó la mañana del viernes, madrugada mejor dicho. Me encontraba recostado en mi cama, con ambas manos debajo de mi cabeza, mirando el techo, pensando. El reloj de la pared marcaba las cuatro de la mañana. Este día volvería a tener mi auto. No la había visto a ella desde ese lunes en mi departamento. Harry me decía todos los días como se encontraba.
El sol saldría a eso de las seis de la mañana, el taller mecánico estaba a unas cuadras de la playa. Tenía un plan. Me di una hora para seguir descansando y ansioso salí del departamento camino a la parada de buses más temprana. Llevaba conmigo una camiseta blanca sin mangas, una chaqueta de cuero negra y un ajustado jean negro. Pocas personas estaban en la parada cuando yo me aproximaba y la mayoría eran hombres adultos o madres que iban con sus hijos al médico. El primer autobús pasó y lo tomé de inmediato. No solía andar en metro, bus o taxi, pero disfrutaba hacerlo, me sentía más normal. A casa de ____ no tardaría más de diez minutos en llegar. Y llegó. Bajé a una cuadra de su casa. Aún estaba oscuro, las luces de la ciudad seguían encendidas, pero algunas titilaban amenazando con apagarse. La playa no estaba lejos, solo cinco o seis cuadras. Sentía mis manos congelarse, convirtiéndose en piedra. Mi cara volverse fría y pálida. Luego la imaginaba mirándome a los ojos y nada importaba más que verla.
Quedé parado frente a su puerta. No sabía qué hacer, golpear o llamar. No, no podía golpear y despertar a Samy también. Mordí mi labio con nerviosismo, saqué dudosamente el celular y le marqué. Tres tonos y contestó.

Zayn: ¿Te he despertado? –Logré preguntar.
Tu: ¿Qué haces llamándome a las tres de la mañana? –Su voz estaba dormida, había despertado recién.
Zayn: Son las cinco y media de la mañana. –Sonreí, esperando que escuchara mi sonrisa.
Tu: Es casi lo mismo. -Bostezó- Cuando dije que aceptaría tus llamadas no era para que tomaras provecho de eso llamándome tan temprano.
Zayn: ¿Podrías salir? –Miré a su ventana, esperando que se asomara como en las películas.
Tu: ¿Me vas a dar explicaciones?, son las dos de la mañana, Zayn. No entenderé ni razonaré nada más que la palabra dormir.
Zayn: Cinco y media. -Reí en un murmuro- Ponte algo abrigado y baja, por favor. Estoy afuera.
Tu: ¿Qué haces afuera? –Preguntó al fin reaccionando.
Zayn: Quiero que me acompañes a un lugar, solo una hora y nada más. Baja, por favor.
Tu: Me vestiré y bajaré. Estoy ahí en tres minutos.

Esos tres minutos se multiplicaron por tres y bajó en nueve o diez. La puerta se abrió a mi espalda, volteé y ahí estaba ella. Lucía en verdad mejor, esas ojeras bajo sus ojos ya habían desaparecido. Traía puesto un suéter tejido a crochet color beige, unos leggins oscuros y unos botines color beige. Su cabello suelto y natural, húmedo también.

Tu: Lo siento, me di un baño rápido y tenía que lavar mis dientes. –Me miró, sus mejillas tenían un tono rosa pálido.
Zayn: Creo que te dará frío, ¿es abrigador ese suéter?
Tu: Me ha salvado de muchas. -Sonrió- ¿Tu auto?
Zayn: Sobre eso... lo choqué.
Tu: ¿Qué? ¿Cuándo? –Sus ojos se abrieron con asombro y su voz se volvió sorprendida.
Zayn: El domingo, pero ya está bien.
Tu: ¿Cómo lo chocaste? ¿Está bien?
Zayn: -Solté una suave carcajada- ¿La ducha en verdad te despertó?, está bien. Lo choqué por... solo me desconcentré.
Tu: ¿Así como así? ¿Cuándo lo usarás de nuevo? –Volvió a su tono de voz normal.
Zayn: Hoy. Harry tiene un amigo que arregla autos y estará listo ahora.
Tu: ¿Por qué no compraste uno nuevo y ya? –Comenzó a caminar, la seguí a su lado.
Zayn: No me iba a deshacer de algo que tiene recuerdos importantes para mí. –Mi estomago volcó al decir eso.
Tu: ¿A dónde vamos entonces?
Zayn: Al taller mecánico de Bill.
Tu: ¿Me llevarás a ver autos chocados, herramientas con aceite y mucho polvo acumulado? –Bromeó. Reí.
Zayn: A decir verdad, ya no es una cita. –Encogí mis hombros. Decir eso no era agradable.
Tu: ¿Eso queda muy lejos?, Samy ayer me hizo trotar como si no hubiera un mañana. Mis piernas aún están acalambradas. –Sobó uno de sus muslos.
Zayn: No me niego a llevarte en mis brazos... -La miré, esperando una respuesta. El hecho de que desviara la vista, me ruborizó.
Tu: Me niego a aceptar tu propuesta. –Dijo en un tono suave, apenas perceptible. Suspiré por dentro.
Zayn: Queda a cinco cuadras, si trotamos entramos en calor y llegamos más rápido. –Miré al cielo, se volvía cada segundo más claro.
Tu: ¿Traes agua? -Negué con la cabeza- Me acabo de bañar, estaré asquerosa para cuando lleguemos por tu auto.
Zayn: ¿Es eso posible? –Sonreí.

Stole my heart | z.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora