Capítulo 74.

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Kendra: Necesito un consejo tuyo –Dijo aun abrazándolo.
Zayn: Seguro, tu solo dime.
Kendra: Es que... -Se separó de él y tomó aire- Me gusta un chico, no me gusta, me encanta.
Zayn: ¿Cuál es el problema?
Kendra: El jamás se fijará en mí.
Zayn: ¿Por qué no?, eres dulce, linda e inteligente.
Kendra: -Sonrió- El está enamorado de otra, de seguro no me ve más que como amiga.
Zayn: ¿Cómo sabes que está enamorado de otra?
Kendra: Tiene novia, ella es dulce con él y el es dulce con ella.
Zayn: Eso es algo difícil...
Kendra: Pues sí, me daña verlo con ella, creo que lo amo.
Zayn: Mírame –Tomó su rostro levantándolo con delicadeza.
Kendra: ¿Qué?
Zayn: Ningún hombre que no sepa valorarte merece tus lágrimas.
Kendra: Desearía que fuera fácil no entregarle mis lágrimas –Dijo a la vez que limpiaba una lágrima con su brazo.
Zayn: Creo que él es un tonto –Dijo serio.
Kendra: No lo es. Yo lo soy, por haberme fijado en alguien que ya era correspondido.
Zayn: ¿Lo conozco? –Pensó que podría ser uno de los chicos.
Kendra: Quizá –Encogió sus hombros.
Zayn: ¿A qué te refieres con "Quizá"? –Preguntó haciendo comilla con los dedos.
Kendra: -Tomó aire- Él es... -Sonrió- tiene una sonrisa hermosa, al igual que unos ojos profundos. Tiene la mirada más paralizante, por decirlo así. Sus labios son finos y rosados, suele morderse su labio inferior –Esbozó otra sonrisa- Es dulce, bueno y divertido. Alguien especial.
Zayn: Si lo dices así es muy difícil saber si lo conozco... descríbelo físicamente.
Kendra: Moreno y alto –Ruborizó.
Zayn: No lo entiendo... -Se dijo a sí mismo en voz alta.
Kendra: ¿Qué no entiendes?
Zayn: Ninguno de los chicos es moreno.
Kendra: -Frunció la nariz- ¿Creías que me refería a uno de los chicos?
Zayn: Era de suponer.


La miró a los ojos y ella se encogió un poco de vergüenza. Kendra agachó su mirada y la apoyó con sus piernas abrazadas por sus delicadas manos. Colocó su cabello tras una de sus orejas y suspiró. Se le escapó una sonrisa acompañada de una traviesa lágrima. Sintió como Zayn se acercaba un poco a ella disimuladamente que sentía que su corazón saldría de ella, en ese momento recordó la letra de su canción favorita; Truly, madly, deeply. Levantó solo un poco su mirada, posándola en el pecho de Zayn. Él rosó fugazmente los dedos de ella. Sentía que no debía, pero algo lo impulsaba a hacerlo. Apoyó su frente en la de ella, intentando hacerle saber que él estaba ahí, para ella. Sintió el olor a manzanilla del cabello de Kendra, ese cabello castaño casi rubio. La piel pálida de ella yacía tan cerca de la de piel morena de Zayn que sentían ansiedad incontrolable. Aun así, Zayn no podía evitar vincular a esa chica contigo, la miraba y sentía como si fueras tú, por lo que se sentía increíblemente enamorado de la chica que tenía frente a él. Por conexión o coincidencia, ambos se miraron a los ojos con sus frentes apoyadas. Ella susurraba cosas que él no comprendía, pero su voz adormecida lo estaba volviendo loco. Talló un pequeño beso en la nariz de ella y entrelazó su mano con la de ella. Cerraba sus ojos y por su nariz pasó el olor de su perfume, tan parecido al tuyo. Al abrirlos, notó lo cerca que tenía esos labios, solo cegó su mente y observó esos rosados labios. Kendra separó su frente de la de él y levantó completamente la mirada hacia él. Acercó suavemente su cara a la de Zayn disminuyendo de a poco cada centímetro que los apartaba. Sus labios llegaron inevitablemente a los de Zayn, rosándolos. Él sonrió y colocó una de sus manos educadamente en su cintura. Ella se inclinó sobre él provocando que él quedara totalmente recostado en el sofá. Finalmente profundizaron el beso, volviéndolo intenso. Un beso de aproximadamente dos minutos, tan cálido y satisfactorio que pudo haber continuado, de no ser porque escucharon el ruido de la puerta principal abriéndose. Suponiendo que eran Harry y Liam, o en el caso de Zayn que imaginaba lo peor pensando que podrían ser Niall y tú, se separaron rápidamente, sentados cada uno en las esquinas del sofá.

Mientras eso ocurría, Niall y tú se encontraban en el Central Park, en uno de esos conciertos que suelen dar para la entretención de los visitantes. Te sorprendía lo inmenso y hermoso que era. Niall siempre se ganaba a tu lado a observar todo lo que observabas, como un dulce guardián. Terminando el pequeño concierto de los músicos americanos, te propuso ir a comer algo al mall. Aceptaste encantada y tomaron un taxi. La gente no podía evitar mirarlos, ya que medio mundo creía que tú estabas con Zayn y además Niall, lo que era absurdo siendo que ellos son mejores amigos y Nialler era tu mejor amigo.

Llegaron al patio de comida del mall y buscaron una mesa más apartada. Encontraron una y pidió que te sentaras mientras el compraba las cosas. Optaron por pizza, papas fritas y bebidas. Cuando él llegó con la comida, bebiste del vaso de bebida de inmediato ya que morías de sed. En no más de cinco minutos tu vaso yacía vacío. Lo agitaste un poco para asegurarte y efectivamente no le que quedaba bebida.

Niall: Vaya que tenías sed –Sonrió mirando como agitabas el vaso.
Tu: -Hiciste un puchero- y eso que era el vaso grande.
Niall: Debí haberte traído el extra grande.
Tu: ¿Hay un vaso extra grande? –Lo miraste sorprendida.
Niall: Acá no, pero por ti hubiera recorrido todo Nueva York buscándote uno de esos.
Tu: -Reíste- Que exagerado eres.
Niall: Suelo exagerar todo, menos lo que te acabo de decir.
Tu: -Sonreíste- Fingiré creerte.
Niall: Genial... -Te ibas a levantar y te detuvo- ¿A dónde vas?
Tu: A comprar otra –Sonreíste.
Niall: Quédate, yo voy.
Tu: No me perderé Niall –Reíste volviendo a levantarte.
Niall: -Volvió a detenerte- Ni te imaginas como son los chicos de aquí, cazan chicas lindas como tú. Yo puedo hacerlo por ti.
Tu: -Te sentaste- ¿Por qué eres tan dulce?
Niall: Solo soy así con la gente que lo merece.
Tu: ¿Lo merezco?
Niall: -Asintió- Eres maravillosa.
Tu: Gracias –Sonreíste.

Esperaste tres segundos y te levantaste y fuiste por la bebida rápidamente, sin darle tiempo de decirte algo. Cuando volviste le diste un beso en la mejilla para que no te regañara. Así estuvieron hasta que terminaron de comer.

Caminaban por ahí, cuando Niall miró su reloj y te dijo la hora, siete de la tarde. Ya era hora de ir a despedirte de tu madre. Niall como era de suponer, iría contigo. La casa de ella no quedaba tan lejos así que fueron caminando, así podrías disfrutar más de los chistes del irlandés, que inevitablemente te hacían reír, tenía una voz tan chispeante.
Cuando llegaron a esa rejilla que rodeaba la casa te detuviste para abrirla.

Tu: Mi mamá está enamorada de ti –Confesaste mientras abrías la rejilla.
Niall: -Rió y ruborizó completamente- ¿Por qué dices eso?
Tu: Porque lo sé. Dijo que si tuviera 15 años menos te conquistaría.
Niall: -Sonrió y se acercó a la rejilla, abriéndola por ti- No podrías hacerlo de todos modos.
Tu: Claro que sí, debiste haberme dado unos segundos más –Dijiste entrando.
Niall: Hey...
Tu: Dime –Lo miraste mientras caminaban.
Niall: Por casualidad, ¿la hija me conquistaría, como quisiera la madre?
Tu: ¿Ah? –Reíste confundida.
Niall: Nada -miró hacia adelante- la hija ya lo hizo. –Murmuró.

Stole my heart | z.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora