Capítulo 1.

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El día esta soleado, del sofá hay una vista hermosa. Había llovido muchos días atrás, hacia falta que saliera el sol. Ahí estaba, escuchando música, mirando cada rincón de la casa. Aunque no lo crean, extrañaba mucho limpiar la casa, jamás creí que algún día desearía hacerlo, es que era agotador. Había pensado en que como a papá le habían aumentado el sueldo, podría contratar a alguien para que hiciera el aseo de la casa, ya que... *Suena el teléfono sacándome de mis pensamientos* Mi padre contestó, la música estaba algo baja...


Tu: Papá, ¿podrías subirle a la radio?
Papá: Si cariño. –Dijo murmurando.
Tú: Gracias.

- Minutos más tarde –

Papá: Hija, tendré que salir un par de horas. Me llamaron del hospital, quieren hablar conmigo.
Tú: ¿Pasa algo malo?
Papá: Tranquila cariño, no pasará nada malo. Sólo necesito que cuides a Chris, no dejes que coma tantos dulces.
Tu: El es grande, ya debe tener claro que comer muchos dulces no es bueno.
Papá: Pero igual, vuelvo en unas horas, los amo.
*igual te amamos* dijimos Chris y yo al unísono.

Papá tomó su chaqueta e íba algo apresurado. Es normal preocuparme, espero que no sea algo malo, no estoy para malas noticias. La verdad es que ni yo me creo como puedo estar bien, me ha costado un montón llegar hasta donde estoy.

- Horas después –

Estaba dormida. El día había sido agotador, hacía algunos ejercicios con los pies, cosa que era complicado.

Papá: Hija... Hija, despierta.
Tu: ¿Ah, si, qué? –Dije con una voz adormecida.
Papá: Tengo que contarte algo.
Tu: ¿Qué pasa? –Dije prendiendo la luz y sentándome.
Papá: Sé que esta casa, esta ciudad, esta calle, te trae malos recuerdos. Es por eso que hablé con la doctora, ella dice que tu tratamiento puede hacerse, pero en Inglaterra. Allá están más especializados en estas cosas y tienen un centro de rehabilitación. La doctora te va a inscribir en ese centro y yo compraré una casa en Londres, nos iremos allá. –En ese momento fue inevitable sentir rabia, sentía que era mejor hacerme la idea de que nunca caminaré, no quiero más sufrimiento.
Tu: Papá, tú sabes que es casi imposible que vuelva a ser la de antes. Aunque me valla al lugar que sea nada cambiara, sólo me ilusionaré persiguiendo un sueño que no se cumplirá... ¡Nada me devolverá mi vida! –Dije con un nudo atado en mi garganta.
Papá: Hija, no te digo que volverás a ser la chica de antes, sólo que tengas una vida mejor que esta. –Vi la hora. Noté que mi papá había llegado tarde, que había estado fuera de casa por más de cuatro horas, intentando darme felicidad. El se esfuerza y cree, yo en cambio pienso que no vale ilusionarse. Pero hay veces en las que siento que soy la culpable de todo, de que ahora tengamos una vida totalmente distinta. La mayoría de las cosas que hago y digo son por mi papá y por Christian.
Tu: Eres el mejor de todos. Gracias, gracias por no haber huido de mi, gracias por darme felicidad, gracias por ser el mejor padre de todos.
Papá: Tú no tienes nada que agradecer mi pequeña, soy tu padre.
Tu: Te amo.
Papá: Yo más, mucho más. Ahora descansa, mañana en la tarde partimos a Londres. Dicen que anda una banda en la ciudad y se formará un gran caos mañana, compré pasajes para la noche.
Tu: ¿Ah si? ¿Cuál banda?
Papá. Ni idea, no se de esas cosas. –Reí.
Tu: Lo supuse.
Papá: Bien, buenas noches cariño.
Tu: Para ti igual. Duerme bien, te amo. –Dije apagando la luz y acomodándome para seguir durmiendo.

Al otro día estaba tan emocionada, íba a conocer Londres. Olvidaría todo lo malo, comenzaría una nueva vida, todo sería diferente, espero que todo esto sea para mejor. Me subí a la silla de ruedas, tenía mis bolsos arreglados. Salíamos a los siete de la tarde de casa al aeropuerto.

Chris: ___, dame tus bolsos, los subiré al auto.
Tú: No te preocupes, yo puedo, tengo mis manos en perfectas condiciones. –Dije sonriendo y acercándome al taxi. Dejé mis bolsos en el maletero, y apresure a mi papá que aun seguía sacando cosas de la casa. Me iba a subir al auto cuando llega la Sra. Jenner, la mamá de Isa, venia con un regalo en sus manos, se acerco a mí...
Sra. Jenner: ___, supe que te vas del país, al parecer es cierto. Quise darte un recuerdo, ten... -Me pasó el regalo, lo abrí algo curiosa. No se me había pasado por la mente cuándo vi que era, sentí algo tan extraño, ese algo que no tenia desde hace un tiempo, algo que necesitaba sentir. Era la foto de Isa conmigo, nos la habíamos sacado cuando cumplió quince. Se veía tan hermosa, con una sonrisa, con sus ojos brillantes, era inexplicable, no me salían las palabras.
Sra. Jenner: A ella le hubiera encantado acompañarte en este viaje. Sé que te estará cuidando, vigilándote, orientándote. –Dijo sonriendo con los ojos con lágrimas.
Tu: Eh... Pues, gracias, en serio muchas gracias. Es un gran regalo, y sé que sí, ella amaba viajar. La tendré presente siempre, nunca la olvidaré.
Sra. Jenner: De nada cariño, cuida... -Llega papá interrumpiendo.
Papá: es hora de irnos ___. –Gritó.
Tu: Esta bien papá. –Le dije a él, dirigí mimirada a la made de Isa nuevamente-, Bueno, creo que es el adiós.
Sra. Jenner: Lo es, bien, cuídate mucho. Buen viaje. –Dijo alejándose.
Chris: ¿Estás bien? –Me preguntó.
Tu: Sí, lo estoy. –Lo abrasé y le di un beso en la frente. Papá subió al taxi, en el asiento de copiloto. Cerró la puerta algo fuerte, haciendo que se lastimara el dedo meñique. No pude evitar reírme, fue algo gracioso. Christian lo molestó unos cuantos minutos, al rato iba callado viendo el paisaje.

Stole my heart | z.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora