Capítulo 79.

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Cogí una y la acerqué como un helicóptero a su boca, a lo que rió y me miró.


Zayn: Este helicóptero comestible quiere aterrizar en tu boca, amor.
Tu: ¿Me comeré a los pasajeros? Eso está mal...
Zayn: -Sonreí- ¿No lo dejarás aterrizar?
Tu: Está bien –Enterró con suavidad sus dientes en la punta de la frutilla y masticó con suma delicadeza.
Zayn: Tienes... algo en el labio –Apunté.
Tu: -Tragó con una sonrisa- Harás el típico "tienes algo" para acercarte y darme un beso.
Zayn: No, claro que no. Lo haré directamente –Me acerqué con una rapidez que me pareció lenta y rápida a la vez. La besé con un poco de desesperación pero siempre manteniendo la ternura que me nacía al tener contacto con ella.
Tu: Zayn –Acaricié con mi pulgar su mejilla.
Zayn: Mande –Sonreí.
Tu: Mi hermano pequeño estará de cumpleaños a principios del otro mes, siete días antes que tú.
Zayn: Eso es fantástico, ¿qué quieres regalarle?
Tu: -Encogió los hombros- Es otra cosa...
Zayn: Te escucho –Bajé la frutilla que iba a comer y la miré.
Tu: Quiero que me acompañes a Nueva York durante esos días, para pasar su cumpleaños con él.
Zayn: Yo... si, te acompaño –Sonreí incómodo.
Tu: No parece gustarte la idea.
Zayn: Claro que me gusta, si quieres eso, entonces lo haremos.
Tu: ¿Seguro?
Zayn: Si, por supuesto –Volví a esbozar una sonrisa y la besé nuevamente.

Volver a Nueva York me recordaba aquella última tarde. Me había prometido a mi mismo olvidar eso, pero no me sería fácil volviendo. Aunque también me había prometido a mi mismo hacerla feliz cada momento y eso era más que una prioridad para mí.
Luego de comer y ver aquella película, noté que el sueño se asomaba en ella, me sentía cansada y mis ojos ya se cerraban.

Tu: Amor...
Zayn: ¿Si? –Pregunté mirándola, estaba ya casi dormida e inmóvil.
Tu: Tengo sueño, mucho sueño –Susurró tan cerca de mí que un calor recorrió mi cuerpo en segundos.
Zayn: Para eso estoy.

Sonreí e hice fuerza sobrehumana para levantarme y no quedarme dormido. Me incliné hacia ella para besar su frente y coloqué una de mis manos bajo sus rodillas y la otra tomando su espalda. La apegué contra mi pecho y subí a su habitación con ella en mis brazos, como la primera vez. La recosté sobre su cama y luego la observé unos segundos, contemplé cada una de sus delicadas bellezas y mis ojos volvieron a esos brillosos parpados. Respiré hondo y bajé a tomar una taza de té. Estaba sentado solo en la cocina, con la taza apegada a mis manos y mi mente fija en la muralla, mientras pensaba en ella, en mí, en todo y en nada.

A la mañana siguiente, desperté con mi cabeza apoyada en la mesa y mis brazos puestos en esta. Me dolía el cuello y la espalda. No hacía mucho que me acomodaba para levantarme de la silla y llega ella. Se veía con energía, feliz y totalmente sana, como si hubiera dormido satisfactoriamente. Al notarme algo adolorido, se alarmó y me obligó a ir a la cama para descansar. Se recostó a mi lado y me acompañó durante las horas que dormí.

Narras tú:
Cuatro días de haber llegado a Londres y ya debía entrar a la universidad. Zayn al fin y al cabo se había quedado en mi casa desde el día en el que llegamos, pero esta mañana se volvería a aquel departamento que había comprado meses atrás. Ya había comenzado con las clases de conducción y me emocionaba saber que conduciría mi propio auto, pero de momento Zayn me había dejado esta mañana en la universidad. Eleanor, Andrew y yo entrabamos a la misma universidad pero no nos toparíamos seguido por las diferentes carreras. El primer día fue de locos, me había perdido en un principio, estaba algo tímida y me sentía enferma, pero todo mejoró al abrir uno de los cuadernos que llevaba en el bolso. En la primera hoja decía:

"¡Espero estés disfrutando de este primer día! No pude evitar tomar este cuaderno y escribirte algo. Luces tan hermosa hoy, tanto que me preocupan tus compañeros de universidad. ¿Sabes que te amo, verdad? ¡Te amo! Y te extraño desde ya. Pasaré por ti e iremos de compras. Y para que no lo olvides, te amo de acá mismo hasta más allá del sol."

Sonreí y solté una risita, a lo que el profesor llamó mi atención algo molesto por desconcentrar la clase, asentí en silencio y volví a retomar la clase.
Tal como decía en la nota, él pasó por mí y fuimos de compras. Se acercaban los festivos de fin de año y ya todos se preparan para salir o recibir gente, los ingleses no eran la excepción en lo absoluto.

Ya comenzaba a trabajar como asistente de Lou y para cada sesión fotográfica, entrevista, vídeo o parecido, acompañaba a los chicos. Apenas encontrábamos minutos disponibles, Zayn y yo salíamos a dar vueltas y conversar. Estudiaba por las mañanas y trabajaba por la tarde, no todas las tardes, claramente, pero podía disfrutar mucho de mi novio.

Las pequeñas vacaciones de fin de año me favorecieron y al asomarse navidad, estuve con Zayn y su familia en Londres. En año nuevo fue lo mismo, solo que nos acompañaban mi papá y Christian. Además de ir a una fiesta organizada por Louis pasada la media noche.
Se aproximaba el cumpleaños de mi hermano y ya me preparaba para tomar el vuelo a Estados Unidos en la tarde, con Zayn. Arreglaba las últimas cosas, cuando de pronto sentí unas manos rodeando mi cintura y unos labios apoyados en mis ruborizadas mejillas. Volteé y lo besé. Luego observé que traía una caja en sus manos.

Tu: ¿Y eso? –Pregunté risueña.
Zayn: Es algo que quisiera mostrarte.
Tu: Adelante –Sonreí.
Zayn: Primero debes besarme –Esquivó la caja y sonrió.
Tu: Claro –Acerqué mis labios a los suyos y luego los corrí besando su mejilla.
Zayn: No vale, fue en la mejilla.
Tu: ¿Acaso especificaste? –Reí.
Zayn: Un beso como corresponde, sino no te mostraré lo que hay dentro.
Tu: -Encogí mis hombros- Me muestras y te beso como corresponde.
Zayn: -Rió negando con la cabeza- Estás volteando mi condición.
Tu: Solo si quieres –Volteé y seguí ordenando.
Zayn: Está bien, te mostraré -Sonreí y volví a voltear- pero solo porque quiero un beso como corresponde.
Tu: -Asentí- Prosigue.

Dejó la caja sobre la cama y la abrió lentamente, con sumo cuidado. Lo ayudé con ansiedad y el rió. Luego me aparté un poco y el sacó de la caja una...


Stole my heart | z.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora