Stole my heart | z.m.

Capítulo 86.

Luego de volver a la sala principal y conversar por más de una hora, recordó algo y se levantó ansioso.

Tu: ¿Qué sucede?
Zayn: ¡Debo mostrarte algo!
Tu: -Reí- ¿Qué cosa?

Entró a un dormitorio, mientras yo estaba sentada sobre la alfombra, con algunas almohadas alrededor y comiendo de un postre de frutas. El salió con algo en sus manos, levanté un poco mi cabeza para ver, no logré ver hasta que se sentó frente a mí nuevamente y vi su cámara fotográfica.

Tu: ¿La cámara? –Reí.
Zayn: Solo espera –Su vista estaba pegada en su cámara, presionando algunos botones.
Tu: Claro...
Zayn: ¡Aquí están! –Interrumpió.
Tu: Entonces... -Reí viéndolo.
Zayn: -Me miró sonriente- Siéntate acá a mi lado.
Tu: Si tu quieres... -Me senté a su lado y él no despegó la vista de mi, al estar a su lado, sonreí- ¿Qué es lo que quieres enseñarme, amor?
Zayn: ¿Recuerdas aquel día que cuidamos a Lux?
Tu: -Tuve un flashback y reí- Uno de los mejores días, sin duda.
Zayn: El otro día me di el tiempo de revisar mi cámara y encontré unos archivos adorables.
Tu: ¿Bromeas?, ¿Aun las tienes?
Zayn: ¿Por qué no he de tenerlas? -Sonrió- Tengo los vídeos también.
Tu: Me estás bromeando -Reí- ¡Quiero ver!
Zayn: Por supuesto –Me dio la cámara y reprodujo el vídeo.

Un vídeo de meses atrás, Lux sentada en mis piernas y Zayn repitiéndole su nombre cada cinco segundos para que ella lo dijera, pero solo eran adorables balbuceos. Luego, las fotos, en la cocina, en la ducha de Lux. Mi mente volvió atrás, recordando momentos importantes de mi vida con él. Veía su sonrisa reluciente en él, sus encantadoras miradas, las cosas que juntos superamos, todo pasaba tan rápido por mi mente, que no asimilaba nada más que estaba enamorada de él y que pasara lo que pasara, siempre lo estaría. Volví al presente, al sentir su mano rosando la mía, como si fuera mi mano quien sostenía una suave rosa. Lo miré dejando a un lado mis pensamientos. Sostuvo firme mi mano e intencionalmente, di un impulso para levantarme al igual que él.
Mi mirada sostenida en nada más que esos misteriosos ojos. Mi cabello molestaba en mi cara, pero no reaccionaba a nada, solo a verlo. Él rió corriendo el cabello que molestaba y acomodándolo tan delicadamente tras mi oreja. Hizo una indicación con su dedo y sonriendo. Se acercó a una de las radios de la cabaña, solo sacó un CD bajo un estante y me lo enseñó. Lo introdujo en la radio y la melodía de la primera canción comenzó a sonar. Se acercó a mí a paso lento, su cara yacía cerca de la mía y tomó una de mis manos levantándola. La otra permanecía en mi cintura. Ruborizada, acomodé mi mano bajo su hombro. Él comenzó a mover sus pies a un ritmo lento y yo solo estaba ahí, sin saber qué hacer y mirando como sus pies se movían.

Zayn: Sé que eres buena en esto, no estés nerviosa.
Tu: ¿Buena en qué?
Zayn: Bailar, amor.
Tu: ¿Quién te dijo eso? -Pregunté sin seguir sus pasos.
Zayn: Una persona cercana a ti.
Tu: ¿Papá?
Zayn: No, no fue él.
Tu: ¿Chris?
Zayn: -Negó con la cabeza- Tampoco.
Tu: ¿No fue mi madre, verdad? –Lo miré.
Zayn: -Asintió- Ella.
Tu: ¿En qué momento? –Reí.
Zayn: Hace unos días.
Tu: ¿Qué?, pero si tú... a ti...
Zayn: No me agrada ella, lo sé. Pero, tengo que ganarme el puesto de querido yerno.
Tu: ¿Yerno?... ¿te sientes bien? –Reí.
Zayn: Claro, ¿por qué?
Tu: Esa palabra suena tan seria y no lo sé, antigua –El rió.
Zayn: No pretendo que seamos solo novios para siempre. Algún día, seré su yerno y tú serás mi flamante esposa.
Tu: -Sonreí- Disfrutemos nuestra juventud, ¿sí?
Zayn: No olvido que tienes diecisiete –Rió intentando bailar conmigo nuevamente.
Tu: Intento olvidar que cumplirás veinte –Aflojé la sonrisa.
Zayn: Recuerdo cuando apenas te conocía, me asustaba enamorarme de una chica menor de edad cuando yo ya superaba la mayoría de esta -Rió, mientras yo seguía sus pasos- Aunque, una parte de mí ya se había enamorado de ti desde un principio.
Tu: ¿Por qué yo?, no entiendo.
Zayn: Porque al mirarme causas algo tan fuerte en mi, siento que sin esos hermosos ojos que heredaste, moriría.
Tu: Aun no entiendo, solo son... ojos –Ambos reímos.
Zayn: Tal vez para ti solo sean eso, pero para mí, amor, para mí son más que mi vida, mi día es perfecto si te miro a los ojos... -Levantó de mi mano y di una vuelta, bailando al ritmo de él.
Tu: ¿Por qué Ed Sheeran? –Pregunté al contemplar la canción.
Zayn: Porque sus canciones me recuerdan a ti –Sonrió.
Tu: ¿Todas?
Zayn: -Rió- En cierta forma, todas me recuerdan a ti. No sé en este momento la respuesta exacta del por qué.
Tu: Ya no más, Zayn.
Zayn: ¿Cómo? –Se detuvo al detenerme yo.
Tu: No quiero bailar, solo quiero abrazarte.
Zayn: -Me abrazó, cálido y fuerte- ¿Quieres ir a dormir?
Tu: -Asentí con mi cabeza- Tengo sueño.

No di un paso atrás, solo predecía su acción. En menos de segundos ya estaba en sus brazos dirigiéndonos a la habitación. Volví a pararme estando en esta, todo tan hermoso y delicado, todo parecía como una casa de muñecas, parecía que si tocabas algo, se rompería. Tomé mi pijama y me di un baño antes de dormir, lo mismo hizo Zayn. En aquellos momentos, aquel Zayn no era el chico famoso que daba que hablar, era Zayn, el chico normal con una chica normal, pero que parecía sacado de un cuento de hadas que desde los principios se les contaba a las pequeñas niñas. Cuentos que marcaban sus vidas, mientras que esperaban que el príncipe llegara. Mi príncipe estaba tan cerca, que de momentos sentía que perdía el aire. Me di cuenta que los príncipes no siempre llevan su elegante traje puesto, se esconden bajo una apariencia de chico normal y llegan a ti cuando menos lo esperas, pero llegan.

Narra Zayn:
Al acomodarme bajo las sabanas, busqué sus brazos, para sentir su calidez una vez más. No me explicaba cómo es que me sentía tan enamorado, tan capturado por su sonrisa, tan enviciado con sus ojos, tan obsesionado con su forma de ser, tan feliz y querido a la vez. Recordé mis tiempos en la escuela, mis clases de literatura, mis libros, algunos de amor. También me preguntaba si encontraría una chica así. La encontré, tan especial, tan risueña, tan sensible, tan mujer.

El sol en mi cara, apuntando directo a mis ojos, como una quemadura. Cubrí mi cara con mis manos.

Xx: Olvidé que eras un vampiro –Rió. Incomparable risa.
Zayn: Amor, ¿qué haces despierta tan temprano?, vuelve a la cama. –Aun cubría mi cara.
Tu: Son las 12 del día, ¡ya es hora de despertar! –Quité de a poco mis manos de mi cara. Ese vestido le quedaba tan a la perfección. Ahí estaba, de espalda, mirando hacia el lago desde el gran ventanal de la habitación.
Zayn: ¿Qué opinas?
Tu: La vista es hermosa... -Volteó a mirarme- Pero prefiero esta.
Zayn: -Me senté en la cama- Huele a café y a tostadas.
Tu: El desayuno está preparado -Rió- Pero antes, debes saber que tienes que llevarme a conocer el paisaje.
Zayn: Con una señorita como usted, encantado. No te traje solo por traerte, quiero que conozcas maravillas del mundo.

Desayunamos escuchando el segundo disco de mi banda, a petición de ella. Se sabía mis solos incluso más que yo. Cantaba con la cucharada del té como micrófono y era muy divertido sentirla feliz y sentirme feliz.
Más tarde, bajamos al lago. Había un pequeño muelle, en donde nos sentamos a conversar mientras mojábamos nuestros pies. Las aguas del lago eran bajas.

Tu: Mira esto, el agua solo llega a mis rodillas –Se adentró al lago.
Zayn: Espérame –Subí mi pantalón hasta mis rodillas y entré al lago. El agua llegaba solo hasta mis canillas.
Tu: He ahí las desventajas de ser alto –Reímos.
Zayn: Tu vestido está hermoso, sería una pena que se mojara...
Tu: ¡No te atreverías! –Exclamó alejándose.
Zayn: -Reí- Tranquila, no me atrevo.
Tu: -Se acercó lentamente- Lo digo en serio, Zayn.
Zayn: Igual yo, mi amor –Cogí su mano.

Al fin y al cabo, ambos terminamos muy mojados. Luego de un largo paseo, alejados del mundo fuera de nosotros, decidimos volver a la cabaña para cambiarnos. Subimos agotados de la risa y entramos por la entrada de la terraza interior. Ella se arregló primero, colocándose un jeans y una floja blusa. Su cabello completamente natural y su infaltable sonrisa. Luego, entré al baño para arreglarme yo. Algo normal, fresco y cómodo. Salí del baño con el cabello mojado y desordenado.

Tu: ¿No te secarás el cabello, amor?
Zayn: Zayn es tan rudo, que se seca el cabello con el sol.
Tu: Zayn es tan raro, que... que... -Pensó.
Zayn: ¿Qué...?
Tu: Nada, simplemente eres raro –Rió.
Zayn: Soy un raro locamente enamorado, de una chica rara también.
Tu: ¿Soy rara? –Me preguntó con calma y dulzura.
Zayn: Eres MI rara.
Tu: -Rió- Iré por agua mineral a la cocina, ¿gustas?
Zayn: Claro –Sonreí enchufando el secador de cabello.
Comencé a revisar mi celular antes de encender el secador muchos mensajes y llamadas perdidas. No me apetecía responder, no eran urgentes y me sentía bien desconectado del mundo. Eran nuestras vacaciones.
Ella entró apresurada a la habitación, sin las botellas de agua mineral. Quité el celular de mi vista y le preste atención.

Tu: Hay dos furgones estacionados en la entrada principal.