Capítulo 89.

135 3 1
                                    

  A dos días del tan esperado día y aun no le tengo nada de regalo, creo que entraré en desesperación.

Tu: Lo peor de todo es que él tiene todo, auto, casa, todo lo que quiere.
Niall: Tú sabes que Zayn no es de los que prefieren cosas costosas.
Tu: ¿De qué hablas?
Niall: Obséquiale algo que signifique mucho para él.
Tu: -Pensé en algo y sonreí- Creo que tengo un idea.
Niall: ¿Qué?
Tu: ¿Qué tal si le traigo a alguien especial?
Niall: ¿A su cumpleaños?, ¿alguien como quien?
Tu: Aun no lo sé, pero tengo algunas personas en mente –Sonreí besando su mejilla y corriendo hasta la casa a hacer algunas llamadas.

En la noche, llegó la familia de Zayn. Pensaban quedarse en el departamento de Zayn, pero mi casa era más espaciosa, así que ofrecí que se quedaran en mi casa.

Waliyha: ¿Cómo le hiciste para tener una casa tan linda? –Observaba cada detalle de la casa, mientras yo preparaba un colchón de dormir en la sala de estar, para mí.
Tu: La compró mi padre antes de volver a ___.
Waliyha: Está en verdad hermosa. Yo también pienso en venirme a vivir a Londres en algunos años.
Tu: -Me detuve a mirarla y sonreí- Mi casa está abierta para ti.
Waliyha: -Esbozó una gran sonrisa- Gracias. Yo creía que mi hermano y tú vivían juntos.
Tu: La verdad es que no, pero Zayn se pasa la mayoría del tiempo acá.

Zayn y su padre dormirían en su departamento. Waliyha y Safaa en una de las habitaciones. Doniya y Tricia en mi habitación. Y yo abajo.
Safaa dormía como un ángel, al igual que Waliyha y Doniya. Tricia bajó las escaleras un tanto apresurada.

Tricia: ¿Por qué no duermes arriba, cariño? –Me miró con preocupación.
Tu: No se preocupe, acá abajo dormiré bien. ¿O no le gusta la cama? –Corrí un mechón de mi cara.
Tricia: Nada de eso, es casi tan cómoda como la mía. Solo que, no puedo dormir pensando en que tú dormirás incomoda.
Tu: -Sonreí- Por favor, acepte dormir arriba, yo estoy bien.
Tricia: Pero solo por hoy, ¿bueno?
Tu: Tendré que pensarlo –Reí.
Tricia: -Sonrió y se acercó a mí, besó mi frente- Buenas noches, querida.
Tu: A usted –Sonreí.

Volvió a la escalera. En el segundo escalón se detuvo y volteó a verme. Su cara reflejaba angustia y ansiedad.

Tricia: ¿Podría hablar contigo? –Preguntó desde la escalera.
Tu: Claro, cuando guste. –Sonreí levantándome del colchón y sentándome en el sofá, ella se sentó en este también.
Tricia: Verás, cariño. He notado a mi hijo tan feliz, tan enamorado, tan completo. Me habla de ti, me habla de lo feliz que es a tu lado. Me cuenta cosas que ni te imaginas, como un niño de diez años enamorado, quien quiere bajarle el sol y la luna a su amada -Reí- Nunca lo había visto tan así. Imaginé que al llegar vería a un chico feliz, pero al verlo abrazado de ti, superó todas mis expectativas.
Tu: El es muy dulce conmigo –Ruboricé.
Tricia: Lo sé, el es una persona de piel. El es mi único hijo hombre, por lo que es mi niño regalón -Rió- A lo que voy, es que si le sucediera algo malo, desearía que lo protegieras, lo cuidaras. Yo no estoy acá, tristemente. No sé todos sus problemas, no sé qué ha sucedido últimamente, a veces él no me quiere preocupar, no hemos hablado mucho por celular, ya que he llorado casi todas estas últimas llamadas. Yo quiero que mi bebé sea feliz, tú llegaste a él en el mejor momento. Por favor, prométeme algo.
Tu: ¿Qué? –Levanté la mirada, atenta.
Tricia: Prométeme que, estarás con él en las buenas y en las malas, le harás feliz y dejarás que él te haga feliz.
Tu: -Sonreí asintiendo- Lo prometo.
Tricia: ¿Palabra de mujer?
Tu: Palabra de mujer. –Volví a sonreír.
Tricia: Bien, ya debo dormir. Mañana iré con las niñas a comprar sus vestidos.
Tu: ¿Aun no tienen?
Tricia: Solo Doniya –Sonrió levantándose.
Tu: Yo... ¿puedo ir yo con ellas? –Apresuré a decir.
Tricia: Claro que podrías acompañarnos.
Tu: Hablo de, quisiera regalarles sus vestidos.
Tricia: ¿Qué?, no te preocupes de eso, querida. Tengo el dinero suficiente.
Tu: Quiero hacerlo, por favor. Me encantaría llevarlas de compras, tengo dinero.
Tricia: ¿Estás segura?
Tu: A mil por ciento –Sonreí.

Stole my heart | z.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora