Capítulo 69.

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  Cuando lograron calmarme, pedí a Louis que me llevara lo más lejos posible del hotel. Subí a uno de los autos y Louis manejó hasta un pub invitándome a una cerveza para conversar conmigo. La conversación se volvió una hora de tragos a los que no podía rechazar, sin conciencia bebí hasta las tres de la mañana. Era noche de karaoke, pero interrumpí y subí al escenario con una copa en la mano y la otra sosteniendo apenas el micrófono. Pasado de copas, expresé mis sentimientos y mi rabia frente a toda esa gente que se divertía en una noche de viernes. Mi celular sonó en medio discurso de un típico hombre con pena y bebido, vi con dificultad quien me llamaba y al ver su nombre, sentí que Louis me tomaba un brazo bajándome del escenario, realmente estaba ebrio. Me llevo a las afueras del pub y me sentó en una vereda, mientras cantaba jugando con mis manos y hablaba cosas incoherentes, pero también hablaba de ella, esa persona a la que sentía que le faltaba de alguna manera, la confianza. Louis había bebido mucho menos que yo, estaba consciente y un poco desesperado al verme así. Un auto negro, más grande que en el que nos habíamos trasladado al pub, se estacionó a unos cuantos metros de nosotros. Dejé de cantar y miré quienes se bajaban del vehículo. Un hombre de un cuerpo maceteado, otro de contextura más delgada y dos personas se bajaron. En mi estado no podía distinguir con exactitud quienes eran, hasta que Louis llamó a uno de ellos con el apodo de Rulos. Era Harry, quien se paró frente a Louis mientras Paul, Liam y Niall caminaban hacia mí. Me levantaron tomándome de ambos brazos hasta llegar con dificultad al auto. Camino a casa, seguía hablando y hablando, hasta que me quedé dormido, un sueño pesado.


Desperté cerca de las tres de la tarde, con un dolor de cabeza amenazante, que poco a poco se iba deshaciendo. Hice mi rutina de todos los días al levantarme, revisé mi celular, tenía más de 15 llamadas perdidas de ___(Tn). La llamé y hablé con ella media hora, solo quería estar en la habitación, tirado en la cama y hablar con ella, nada más que eso. Pero mi deber no me lo permitía, teníamos una entrevista aquella tarde y debía enfrentarme a las desagradables cámaras que a veces querían sacar lo peor de mí, a mi parecer.
Todo fue muy extraño, nadie habla nada sobre el tema y cada vez que alguien se acercaba sin querer al tema, otro cambiaba la conversación de inmediato, fingiendo que no me daba cuenta. Antes de partir a la entrevista, tomé mi celular para revisar algunos mensajes, dentro de ellos, habían algunos de mi madre, quien me enviaba todo su apoyo, toda su confianza, quien sabía más que nadie que los chismes eran solo desagradables ocios de comentaristas y que yo realmente gustaba y demasiado de mi novia.
Pero siempre hay más personas enviando insultos, mala energía, gente que no tiene idea de cómo en realidad suceden las cosas. Eso me llevó a cerrar mis redes temporalmente, lo que por lo que vi luego en televisión, fue un caos más. Llegando al estudio en donde nos entrevistarían y grabarían, sentí como todos, o la mayoría, me miraban con mala cara, otra situación a la que tuve que reponerme antes de comenzar con dicha entrevista.
La pregunta fuerte fue directa, ¿engañaba o no a ____(Tn)?, tomé respiro y aclaré el malentendido. Sin saberlo, la cámara enfocó a Kendra después de mi respuesta y fue ahí donde tuve que decir quién era ella, una fan que conocimos en Colorado, quien nos acompaña en el tour por un concurso y una chica a la cuál respeto, pero no amo.


Así de agitada fue la primera semana sin ___(Tn). Entrevistas, presentaciones, grabaciones, sesiones de fotos, un sinfín de cosas y proyectos futuros. Me detenía cada día media hora para hablarle al teléfono. Y me dormía pensando en ella, también me levantaba haciendo lo mismo. Tanto era mi anhelo de verla, que llevaba la cuenta de los días que faltaba y me emocionaba decir que el tiempo vuela. Hablaba con Kendra como siempre, ya que de cierto modo, la culpa no era de ella, pero sentía que cada día la tenía un paso más cerca y era algo que de a poco me comenzaba a llamar la atención, su humor, su carisma, su parecido a ___(Tn), pero me convencía al decir que me gustaba estar con Kendra porque extrañaba a mi chica y ella me daba la sensación de volver a tenerla cerca. Con ___(Tn) no comenté el famoso tema, portada de muchas revistas, al parecer ella se convencía de que era un falso rumor más, mi valentía no daba como para decirle que había sucedido, además, de a poco la gente se olvidaba de eso.

Narras tú:
Nueva York era un lugar al que muchos querían llegar, ese lugar soñado, incluso por mí. Frustraba verlo solamente de un hospital, que con el pasar de esas semanas, no parecía más que un pequeño hotel. Los doctores comentaban que mi salud mejoraba y que lo que aparentemente tenía, no era nada grave y era tratable, afortunadamente. Hablaba con Zayn todos los días, a veces observaba por largos minutos mi celular, esperando más llamadas de él, que no llegaban por su ocupada agenda. Algunas noches me desvelaba, viendo los altos edificios de la ciudad, muy iluminados, lo que me hacía recordar como Zayn definía esa ciudad; La ciudad que nunca duerme. Y volvía a Zayn en cada pensamiento, estaba claro que estaba enamorada de ese chico que me hacía feliz, ese chico que me abrazaba por las noches, que me tomaba la mano y me besaba, besos dulces.
No tenía fecha exacta del día en el que él llegaría por mí, solo mantenía la esperanza de que llegara cualquier día, a cualquier hora.


Uno de esos días en los que podía recorrer junto a una enfermera esos largos pasillos de ese gran hospital, caminaba mirando el suelo, contando los pasos que daba, me entraba un sueño, que desaparecía cuando la enfermera me hablaba, pero luego volvía ese sueño, esas ganas de dormir y dormir. Pasamos por un pasillo, en el que había una ventana que daba vista a otro pasillo, vi a un chico apoyado en una pared, estaba de espalda, con una chaqueta de denim, su cabello se veía rubio de un ángulo y castaño del otro. Me detuve frente a la ventana, la enfermera al notarlo se ganó a un lado esperándome, tenía la loca esperanza de que fuera Niall, hasta que salió una enfermera y lo abrazó, caminaron charlando hasta alejarse y perdí esperanza de que fuera él. Me apené y volteé para seguir caminando. Cansada de recorrer tanto, me senté en los asientos de un pasillo, la enfermera se quedó conversando con otra cerca de ahí. Me apoyé en el respaldo del asiento y cerré los ojos, esa noche anterior había dormido poco. Una suave mano tocó mi mejilla, abrí mis ojos...  

Stole my heart | z.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora