Capítulo 104.

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Mi cuerpo se aflojó y mis parpados pesaban amenazando con cerrarse. No tenía voz para seguir luchando contra él ni ganas de sentir sus manos fuera de mis hombros. Suspiré rendida. Subí al auto y me sentía cómoda con ese olor agradable que caracterizaba a su auto. El olor quemaba agradablemente mi nariz y esbocé una sonrisa fácil. Cerré mis ojos y me hundí en el asiento. Por muchos minutos me quedé así, relajada, pasiva, encantada. Es como si Zayn hubiese echado una droga aromatizante o algo así a su auto.
El auto se detuvo en seco y un ruido espantó a mi oído, abrí los ojos de golpe, imaginé lo peor. No un accidente, no de nuevo, no lo podría soportar. Zayn golpeó el volante maldiciendo a su auto. No había rastro de choque ni atropello, la carretera estaba desierta.


Tu: ¿Qué ha sido eso? –Lo miré preocupada. Mis latidos aun estaban descontrolados, pudo haberme dado un ataque ahí mismo.
Zayn: Tranquila. Yo... se ha acabado la gasolina del auto.
Tu: ¡Bromeas! ¿Cierto?
Zayn: No, no le había colocado gasolina porque creí que me iría directo a casa y con lo que tenía alcanzaba.
Tu: Oh Dios. –Tallé mis manos en mi cara- ¡Tiene que funcionar!
Zayn: Voy a intentarlo. –Intentó hacerlo andar una vez más, pero no funcionó.
Tu: Llamaré a alguno de los chicos. –Busqué en el fondo de mi cartera y saqué el celular. Jadeé cuando vi las barras.
Zayn: ¿Qué sucede?
Tu: ¡No hay señal! -Apoyó su cabezo en el respaldo de la silla, cerró los ojos y se cruzó de brazos. Lo miré sorprendida e irritada.- ¿Qué estás haciendo?
Zayn: Duermo. Deberías intentarlo. –Dijo sin abrir los ojos.
Tu: ¿Estás loco? Si, si lo estás. ¡Hay que hacer algo! –Lo sacudí de un brazo. Abrió los ojos.
Zayn: ¿Qué más podemos hacer? Estamos en la carretera. Duerme y mañana pediremos ayuda.
Tu: No dormiré en este auto, menos cerca de ti. –Abrí la puerta y me bajé cerrándola de golpe. Zayn se bajó igual y dio la vuelta al auto en dos segundos. Comencé a caminar sin mirarle.
Zayn: ¿A dónde vas? –Caminó tras de mí.
Tu: A buscar un lugar que tenga señal. -Miré sobre mi hombro- No me sigas, no necesito compañía.
Zayn: Deja esa tonta idea de lado, está oscuro y es peligroso. Estás en vestido y hace mucho frio.
Tu: No te preocupes por mí. Vuelve a tu auto. –Seguí caminando con mi celular.
Zayn: Vuelve tú a mi auto.
Tu: No me dirás que tengo que hacer.
Zayn: Tu a mí tampoco. –Me detuve y volteé.
Tu: ¡Déjame sola! Es lo único que te pido. No te necesito, vete. –Grité.
Zayn: ¿Cuándo vas a abrir esa mente que tienes? No quiero que te ocurra algo malo.
Tu: Mira alrededor, no hay nadie. Nada me pasará, no quiero tenerte cerca.
Zayn: ¿Por qué? –Eso sonó más como una exclamación que una pregunta.
Tu: Porque me haces mal, Zayn. –Murmuré. Volví a voltear y seguí caminando. Me agarró de la cintura, me volteó y me subió sobre su hombro. Mis pies colgaban en el aire y estaba dando golpes en su espalda.- ¡Bájame ahora!
Zayn: Tienes que dejar de huir de mí. –Caminaba hacia el auto.
Tu: ¡No! ¡Bájame! Voy a gritar.
Zayn: Tú lo dijiste, no hay nadie acá. Ahora debes dejar que yo te cuide porque nadie más acá lo hará.
Tu: ¡Tú te buscaste esto! Si no me bajas ahora mismo te denunciaré en serio, no estoy mintiendo.
Zayn: Eres más linda sobre mi hombro. –Pude oír esa sonrisa, justo la sonrisa que me derretía.
Tu: Zayn. –Supliqué. Luego de unos segundos me bajó, sin soltar mi cintura me apoyó contra el auto con suavidad. Me tenía tan cerca que mis pensamientos se mezclaron y si me hubiera pedido que lo besara lo hubiese hecho, pero no lo pidió. Volví a la vida cuando alejó su cara de mí. Coloqué mis manos en su pecho y lo empujé con mis palmas. El se movió algunos pasos hacia atrás y yo me corrí del auto manteniendo la distancia.
Zayn: Te prometo que mañana estarás en casa. No hay nada que podamos hacer por ahora.
Tu: Explícame.
Zayn: ¿Qué? –Miró confundido. Negué con la mirada baja.
Tu: Nada. Yo... -Las lágrimas se asomaron pero las empujé de inmediato. No podía tenerlo tan cerca, mis defensas bajaban. Evité su triste mirada y miré hacia mi lado. A mi lado tenía un camino que estaba medio iluminado por la luz de la luna. No sabía que había más allá, pero cualquier cosa era mejor que tener que seguir al lado de él.
Zayn: Sé que sucede algo, ¿por qué te es tan difícil decírmelo? Necesito que vuelvas a confiar en mí. –Lo ignoré, aun miraba el camino. Mi mente se volvió a hundir y sin saber los segundes que transcurrieron, comencé a correr por el camino.

Stole my heart | z.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora