Observó a la que le parecía ser una insignificante pareja con una sonrisa torcida, posada en sus labios... ¿podrían ser más patéticos?... Escuchó unos lentos y ligeros pasos a su espalda.
-¿Así que esa es la estúpida mocosa?- se cuestionó Kikyo estando a un lado del joven ojiazul que la veía de reojo y analíticamente.
-Kagome es su nombre...- dijo sin mucho interés mientras se giraba para irse. Observó el rostro de esa lacia pelinegra contraerse en molestia.
-¿La conoces?- le preguntó resentida volteando a verle, lo detuvo del brazo -¿de dónde?
Él se encogió de hombros -solo digamos que... he estado entre sus piernas...- soltó el comentario por lo ocurrido en la mañana... sonrió divertido y volteó una vez más a verlos...
-¿Qué?- se preguntó sin creerle... después rodó los ojos fastidiada, eso tenía que ser una broma... ¿de dónde podría conocerla?... se mantuvo de pie, y al igual que él, prestó atención al peliplata y a la delgada pelinegra que lo acompañaba.
-¿Te has preguntado si tienes oportunidad contra esa niña?- le cuestionó mientras veía que todavía lo sostenía del brazo.
Ella lo vio a los ojos y al percatarse, lo soltó... -es ella la que no tiene oportunidad contra mi...- dijo muy segura de ella misma.
-Mph...- sonrió de medio lado -... ¿solo observa cómo la trata?- le dijo y alzando el rostro se lo indicó. Frente a ellos y en medio de la cancha, Inuyasha abrazaba con ternura a la frágil chica que parecía sumamente cómoda entre sus brazos y escondida en su pecho... el peliplata le acarició con ternura el cabello y después de separarse, hizo lo mismo con su rostro... ambos se sonrieron, o eso les pareció a la distancia.
Kikyo apretó sus puños molesta... ella era la novia de Inuyasha y él la estaba poniendo en ridículo al exhibirse de esa forma con esa desconocida... se prometió que se las pagaría.
-Creo que encontraste una rival...- le comentó con burla y de nueva cuenta pretendió marcharse.
-Tú sabes que nunca he tenido alguien a quien llamar rival...- dijo fríamente y orgullosa por ello... siguió sus pasos hasta colocarse frente a él.
Él la vio fríamente y hacia abajo por la diferencia de estaturas... no dijo nada.
-Ni siquiera tú te atreviste a cambiarme... ¿recuerdas?... si ya no estamos juntos, es porque yo te dejé...- volvió a dejarle claro, sonrió con burla y un intento de superioridad.
-Mph...- sonrió de medio lado y la tomó de la barbilla-... tú no me dejaste...-aseguró fríamente y viéndola a los ojos-...tuviste que irte cuando los ceros en mi billetera disminuyeron.- finalizó y la soltó sin cuidado.
Ella de igual forma sonrió -prometiste arreglarlo...- habló de su ahora, apretada, situación económica... -...tal vez ese día tú y yo podríamos...- dijo sugestivamente e intentó acercarse.
-Olvídalo Kikyo...- dijo desinteresado y avanzó evadiendo su contacto.
Ella se sorprendió mínimamente -¿cambiaste de opinión?- reprochó y a él le resultó divertido.
-Ya no me interesas...- aseguró y volteó a verla de medio lado.
-No me digas que Tsubaky te ha hecho olvidarme, ella nunca ha sido rival para...
-Jamás mencioné a Tsubaky...- la cortó con burla.
Se sorprendió ligeramente pero no se lo quiso mostrar... ¿lo que le dijo de esa mocosa podría ser cierto? -Mientes...- le aseguró y lo vio con desprecio.
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Razones Equivocadas (Disponible en Amazon como original)
FanfictionKagome había llegado a su primer día en la universidad con sus ilusiones en la mano, siempre sosteniendo el sueño de que ella e Inuyasha se casarían, como alguna vez de niños juraron. Por eso verlo besando a Kikyo, una hermosa y atractiva chica, la...