una primera vez

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-D-duele...- mencionó Kagome y apretó sus ojos, ladeó su rostro y luchó por tolerarlo.

-Solo será un... momento, Kagome- le aseguró y se detuvo un segundo solo para volverse a hundir en ella.

-Ahh- el grave gemido de Kagome lo embriagó de placer... Kagome estaba sufriendo el pertenecerle; su miembro era apretado deliciosamente mientras se abría camino en su angosto y caliente interior. No creyó que fuese a ser tan placentero... cerró los ojos y se concentró en esa única experiencia.

Ahora quién gimió roncamente fue él. Kagome se alzó a encajar su rostro en su cuello al mismo tiempo que soportaba un gemido doloroso

"Ese fue su himen" pensó al reconocer ese segundo en que traspasó su pureza y se adueñó por vez primera de su cuerpo. Una vez cruzada esa delgada barrera, su miembro se deslizó con mayor facilidad y de una sola vez. Su cuerpo como el de ella también tembló, y un placer ardiente lo recorrió surgiendo desde su miembro que era envuelto y apretado fuertemente por su anteriormente virginal cuerpo. Pero ya no más.

Kagome era ya su mujer. Era suya.

El cuerpo de Kagome se tensó completamente y lo obligó a gemir, al alargar la tortuosa presión que su miembro disfrutaba.

-Bankotsu- lo nombró en un sollozo. Recibirlo dolía. Seguía aferrada a su cuello en un abrazo.

-Pasará pronto, Kagome- le aseguró al envolver con un brazo su cuerpo, y con el otro sostener su cabeza brindándole un poco de consuelo. Era la primera vez que se tomaba el tiempo y la calma de disfrutar una primera vez con alguien.

Kagome sintió ganas de llorar por el dolor y por esas sensaciones extrañas que el mismo le producía... apretó sus piernas sintiendo el dolor disminuir muy lentamente.

-Por favor...- suplicó al dejar escapar su aliento-no te muevas o... necesitaré hacer lo mismo.- volvió a mencionar, su miembro palpitaba y seguía siendo presa de la deliciosa presión y calor del interior de Kagome... ella era realmente estrecha... ahora entendía su dolor.

"Tiene que acostumbrarse" pensó al obligarse a permanecer quieto... entendió que ella no podría recibirlo completamente en ese momento... contuvo su necesitado deseo de moverse y volver a disfrutar el traspasarla "Mierda" Apretó su cuerpo entre sus brazos.

La respiración agitada de Kagome se escapaba por sus labios, lo sintió apretar su cuerpo en ese abrazo y al hacerlo, su miembro entró todavía más en ella. Cerró sus ojos y mordió sus labios... su corazón golpeaba con fuerza.

Momentos después ella alzó su vista a él y él ya la veía. La piel femenina se erizó al verlo a los ojos y sentirlo en su interior. Eran un solo ser en ese momento. No entendió cómo se sintió en ese instante.

Bankotsu reconoció su rostro y no luchó con el deseo de besarla.

Kagome abrió sus labios y disfrutó del suave beso que le brindó... dolía, recibirlo todavía dolía, pero ya estaba dentro de ella... Su espalda lentamente se relajó en el blando colchón. Bankotsu la sintió relajarse y absorbió de sus labios un suave gemido.

Echó su cadera hacia atrás y la volvió a escuchar gemir. Y cuando volvió a enterrarse en ella, el que gimió fue él.

-Ahh- con un ronco gemido la penetró una vez más.

Kagome mordió su labio inferior con fuerza y su rostro se contrajo en un placer naciente... dejó escapar un suave gemido cuando el ojiazul bajó a besar su cuello... se tranquilizó y su dolor fue apaciguado por el suave movimiento del cuerpo del moreno sobre ella.

Razones Equivocadas (Disponible en Amazon como original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora