El alta

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-Emma...

Ally suspiró.

-Emma...

Louise suspiró.

-Emma...

Los doctores suspiraron y las enfermeras también.

-Emma...

Elizabeth suspiró.

Rupert estaba dormido, pero hablaba entre sueños. Y decía el nombre de su esposa. Pero ella no estaba allí.

Ally miró su reloj.

-Lleva una hora así. ¿Por qué no...?

-Ya te lo dije, Ally. Es pésima idea intentar convencerla.

-Pero...

Louise negó con la cabeza.

-Es sencillo, Ally. Si Emma se ha desmayado no podemos hacer que venga a verlo. Va a entrar en shock. Y acaba de despertar, no podemos hacer que se mueva mucho porque corre peligro de desmayarse otra vez.

Ally suspiró de nuevo. Como por enésima vez.

-Vale. Pero aún así creo que...

-Shhh.-La calló Elizabeth.-Está despertando. Los quiero a todos fuera de aquí. Excepto tú, Al, y algún otro.

Rupert había sido trasladado a una sala común del hospital. Emma lo había visto cuando lo transportaban en la camilla, cubierto enteramente por una sábana, y se había desmayado. Enseguida habían logrado reanimarla, pero no podía sostenerse en pie sin marearse. Era demasiado para un solo día, pobrecita.

-Emma...-Susurró Rupert.-¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí? ¿Qué ocurrió? ¿Y dónde está mi esposa Emma? ¿Está bien? ¿Qué pasó con Lottie? ¿Y los demás niños? ¿Y la tía de Evanna? ¿Emma está aquí? ¿Qué...?

-De acuerdo, de acuerdo, de acuerdo.-Lo frenó Elizabeth antes de que siguiera hablando.-¿Qué recuerdas?

-Que Lottie estaba en la calle, y Emma la empujó, y la empujé a ella para que no la atropellara un coche, y... Eso.

Elizabeth suspiró aliviada.

-Bah, está bien. Ha sido sólo un susto y un buen golpe.-Le comentó a un doctor que se había quedado con ella y Ally.

-¿Dónde está Lottie?

-En tu casa. Está bien.-Intervino Ally.

-Al, gracias al cielo. ¿Y Emma? ¿Está bien? ¿Qué le ocurrió?

-Ella está bien. Está afuera y... ¿dónde crees que vas?

Rupert se había sentado.

-A verla.

-No. No puedes. Tienes que hacer reposo.

-Pero... Quiero verla. Tiene que saber que estoy bien. Por favor...

-Ella no puede venir ahora, pero en cuanto...

-Rupert.

Emma acababa de entrar corriendo. Era evidente que se había escapado de la enfermera que la custodiaba para que no hiciera demasiado esfuerzo.

Él sonrió y Emma se arrojó en sus brazos.

-Oh, Rupert. Dime que aún sabes quién soy.

Él la estrechó con fuerza, le acarició el cabello y asintió.

Ally puso los ojos en blanco.

-Cómo va a haber olvidado quién es si lleva una hora y media diciendo su nombre...-Murmuró.

Narcisos para Emma (Continuación de "Junto al río Támesis") [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora