Sostenme

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-Tranquila. Ya va a pasar...

Rupert estaba desesperado.

-Por favor no te alteres.

Ella tosió débilmente.

-Rupert...

-Por favor quédate calmada. No te muevas mucho o...

-Rupert...

Él miraba de forma preocupada la quemadura que ella tenía en el codo.

-Em...-El pelirrojo lloraba.

Esa era la única marca que estaba a la vista, pero tenía muchas más, debajo de la ropa que él no quería quitarle por miedo a dañar su suave piel, marcas más graves que necesitaban ser tratadas. Con urgencia.

Ella levantó sus manos hacia el rostro de él, lo tomó por las mejillas y lo besó.

-Tranquilízate. Estoy bien. Tienes que esperar a la ambulancia. Pero no llores...

-Ay, Em, ayer te grité de todo y me siento tan mal...

-Ya hablamos de eso ayer. No hay problema con que te hayas quedado dormido. Ya pasó.

-Pero...

-Si me besas me ayudas a olvidar el dolor.

Rupert seguía llorando. Emma suspiró y lo atrajo hacia ella para besarlo.

-Creo que estás más asustado que yo. Tranquilo.

-Te... Emma...

Ella suspiró y cerró los ojos cansada.

-Rupert, prométeme que les dirás la verdad a los niños.

-No puedo hacerlo, van a enloquecer...

-Y también lo haré yo si no saben lo que pasa. Por favor, di la verdad, ¿vale? No les mientas...

Emma tosió mientras su esposo sollozaba.

-Em...

-Shhh. Ven aquí.

Ella estiró su brazo y se pegó a sus labios.

-Voy a estar bien.

Rupert sintió olor a carne quemada. Sintió unas horribles náuseas.

-Tú...

-No te preocupes.

Él suspiró.

-¿Sabes qué puedes hacer?

-Claro, dime. Lo que sea.

-Bésame.

-Emma...

-Estaba hablando en serio cuando dije que tus besos me hacen olvidar el dolor. Por favor.

El pelirrojo se inclinó sobre ella y la besó.

El ruido de las ambulancias se escuchaba cada vez más cerca. Estaban llegando.

-No me esperes para cenar, cielo. Intenta dormir y no abandones a los niños para verme en el hospital. Quédate con ellos.

-No puedes pedirme eso...

-¿Qué fue lo que hiciste cuando se cayó la viga?

-Te sostuve.

-Exacto. Eres mi apoyo. Sostenme ahora. Apóyame. Por favor...

-No puedes pedirme que...

-No te olvides de llevar a los niños a la escuela. Y no vuelvas a quedarte dormido. No queremos que se queden a pasar la noche allí, ¿no?

Emma tosió y comenzó a palidecer.

-No. No... Emma...

Ella lo miró.

-Te amo.

Por primera vez, Rupert sintió de verdad esas palabras que Emma le decía, por primera vez tuvo la certeza, sin lugar a dudas, de que lo amaba. La forma en que ella sujetaba su mano y aumentó su presión cuando lo dijo, la forma en que sus pupilas se dilataron y brillaron sus ojos, la forma en que se aceleraron sus latidos. Y el énfasis que puso en cada palabra, en cada sílaba, en cada letra.

Rupert tragó en seco.

-Te amo, Emma.

Las ambulancias llegaron justo para ver a Emma desmayarse luego de que su esposo la besara.

***---***---***---***---***

Rupert entró a su casa abatido. Los niños jugaban en el comedor.

Madeleine leía. Jack estudiaba (sorprendentemente). Austin y Lottie dibujaban. Alex jugaba con unos soldaditos de plástico y Emily veía las noticias.

-¡Papá, llegaste!-Exclamó cuando lo vio llegar.

Corrió hacia él y lo abrazó.

-Hola, Emmy.-Rupert le acarició el cabello conteniendo las lágrimas.-¿Qué veías?

-Hubo un incendio en un salón cuando inauguraban un edificio con fuegos artificiales. Dijeron que no hubo muertos pero sí heridos. ¿Qué habrá pasado?

Los ojos de Rupert se aguaron.

-Papá... ¿Dónde está mamá?-Preguntó Madeleine notando algo raro.

-Ella...

Sus hijos ya habían dejado de prestar atención a lo que hacían para mirar a Rupert.

-Mamá... Mamá es una de las heridas por el incendio.

-No.-Susurró Madeleine antes de echarse a llorar desconsoladamente.

-Mamá...-Emily también lloraba.

Rupert la abrazó. El pequeño retrato de su mujer herida. Tenía que consolarla. Jack ya hacía otro tanto con Madeleine. Y Austin, Lottie y Alex lloraban juntos.

-Está bien. Ella está bien. Me dijo que les contara porque no quiere que se enteren por otra parte. También me siento horrible, pero tenemos que ser fuertes. Por ella.

Los tres pequeños asistieron y se secaron las lágrimas con tristeza.

Jack miró a su hermana y le enjugó los ojos con dulzura.

-No llores. Mamá va a estar bien.

Emily seguía llorando. Rupert la estrechó con fuerza.

-¿Qué fue lo que pasó?-Preguntó Jack.

El pelirrojo suspiró.

-Estábamos caminando frente al salón que mencionaba Emmy recién. Vimos los fuegos artificiales y entramos al salón para intentar ver si había alguien ahí. Estaba vacío. Yo salí a la vereda para volver a ver los fuegos artificiales y cuando me di vuelta, todo estaba en llamas. Entré corriendo. Su madre corrió hacia mí entre pedazos de techo y mampostería que caían. Una viga pasó junto a ella y le golpeó el codo. La sostuve cuando estaba a punto de caerse...-Los ojos de Rupert se llenaron de lágrimas.-...Salimos a la vereda y llamamos a la ambulancia. La acosté en una mesa con ayuda de los bomberos recién llegados. Y ella...

No podía decir el "te amo" que ella le había susurrado. Se sentía como traicionarla.

-Pero... ¿dónde está ahora?

Justamente la pregunta que más temía.

-En el hospital. Nos avisaron que en cuanto despierte va a llamar... No apaguen sus esperanzas. Es lo último que deben perder.

Narcisos para Emma (Continuación de "Junto al río Támesis") [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora