Narcisos para Emma (Continuación de "Junto al río Támesis") [Grintson]

Día Tres - Captura la bandera

Emma se separó un poco de Rupert.

-Ya, tengo que terminar de bañarme. Te veo luego.-Dijo sonriendo.

Él asintió y le acarició las mejillas.

-Recuerda que me debes el decidir qué haremos esta noche.

Ella rió y se sumergió en el agua.

-De todas formas no lo había olvidado.

El pelirrojo sonrió.

***---***---***---***---***

Helena lo miró con preocupación.

-¿Seguro que no te duele?-Preguntó.

Will asintió.

-Sí. Solamente necesito un poco de crema para ponerme encima de los raspones. Pero estoy bien, princesa. No te preocupes.

Ella asintió y volteó para apagar la luz.

-La cena estuvo deliciosa.

-Claro que sí. Tía Bonnie cocina muy bien.

Will bostezó. Estaba muerto de sueño.

-Ajá.

Tomó a la pelirroja por la cintura y se pegó a ella.

-¿Qué tienes que estás tan cariñoso?

-Nada. Solamente te quiero.

Helena sonrió y lo besó.

-¿Y qué...?

-Mira, no es que no quiera hablar, pero en serio tengo sueño. ¿Podemos conversar mañana?

Ella asintió riendo.

-Claro, Will. Mañana hablamos.

-Hecho. Hasta mañana, nena.

-Hasta mañana.

***---***---***---***---***

La puerta se cerró con un silencioso crujido. Pero de todas formas Rupert la oyó.

Volteó hacia la entrada de su cuarto.

-Me asustaste.

-Lo siento, no fue mi intención. De todas formas, ¿Por qué subiste antes?

-Vine a buscar algo para Emma.

Bonnie suspiró y se sentó en la cama.

-Te veo muy cansada, hermanita. ¿Segura que todo está bien?

-Sí. Ha sido la actividad jardinera de hoy. Demasiado para mi embarazo. Mañana estaré bien. Como sea, subí para preguntarte qué ocurrió con la apuesta al final.

-Gané.

Bonnie sonrió.

-Te lo dije. Ustedes dos no pueden vivir sin besarse.

-Cierto. No podemos.

Ella rió antes de comenzar a toser.

-Qué bien, creo que me he cogido un resfriado.

-Yo que tú no saldría afuera mañana.

-Debes tener razón.

Los dos se quedaron en silencio.

-Rupert...

-¿Qué sucede?

-Hay algo que nunca te he preguntado y que quiero saber. No por ti. Por Emma.

Él asintió.

-¿Qué quieres saber?

-¿Qué ocurrió la vez en que Dan y yo los encontramos en el cuarto?