Narcisos para Emma (Continuación de "Junto al río Támesis") [Grintson]

Día Uno - Piscina

-A ver si se van acostumbrando al frío. Esto es sólo el comienzo del otoño. Para Enero ya nevará.

Mark rió.

-Bueno, querida, pero tampoco hace tanto frío ahora.

-¡Es que se quieren meter a la piscina!-Protestó Julie.

-Ya lo sé. Déjalos. Ellos se hielan.

-¡Abuela!-Gritó Daphne.-¿No vienes?

Julie rió.

-No, nena. Hace frío.

Daphne asintió. Dos manos la empujaron hacia la piscina, salpicando agua a todos los que tomaban sol en la orilla.

-¡RYAN GRINT!-Gritó Daphne furiosa, escupiendo agua.-¡VOY A MATARTE!

Ryan se limitó a reír.

Daphne se acercó a la orilla, le tomó un pie y lo hizo caer al agua.

El pelirrojo emergió a la superficie escupiendo.

-Oye, eso no era necesario.

-Pues te embromas por tirarme primero.

-El agua no está fría, no sé de qué te quejas.

La mansión tenía dos piscinas. La primera era en la que nadaban todos los niños, una redonda y no tan pequeña, que no era profunda. De todas formas, todos tenían flotadores, y Alex, Julie y Mark los vigilaban atentamente.

Alex jugaba con sus sobrinos en el agua mientras los demás estaban en la otra piscina.

La segunda piscina era mucho más grande y profunda que la que usaban los niños, y tenía unas reposeras donde algunas mujeres se bronceaban. Claro que las reposeras llegaban hasta la primera piscina, por lo que estaban todos juntos.

-Me quejo de que no quería mojarme...

-Eres una quejosa.

-Cállate.

Ryan la tomó por la cintura y la acercó a sí mismo.

-¿O qué?

Daphne sonrió y lo besó.

-O te callo de una bofetada.

-Mejor que sea con un beso.-Repuso él antes de besarla.

-¡Ustedes dos! ¡Consíganse un cuarto!-Gritó James antes de tomar en brazos a Rebecca, que estaba tomando sol, y arrojarla al agua.

La pelirroja, muy calmada, emergió a la superficie. Salió de la piscina y se acercó a James. Él puso una expresión aterrorizada. Rebecca sonrió, le tomó las mejillas y lo besó. James la tomó por la cintura y la acercó a sí con una sonrisa. Ella aprovechó y lo arrojó al agua.

-¡Oye!-Se quejó él mientras todos reían.-¡Eso no es justo!

-Tampoco que no me dejes broncearme en paz, pero no todo es justo.-Repuso ella antes de arrojarse junto a él.

-¿Quién es el que necesita un cuarto ahora, hermanito?-Preguntó Oliver riendo.

Tiana, que estaba leyendo una revista, levantó la vista hacia su esposo.

-Por lo menos él si le presta atención.-Comentó enfadada antes de cerrar la revista, ponerse de pie e irse hacia la casa con enfado.

Oliver miró extrañado a su esposa y luego a su alrededor. Todos lo habían ignorado, por cierto. Excepto Will, que miraba a su tío.

El pelirrojo se acercó a su sobrino.

-¿Qué demonios fue eso?

-Creo que Tiana está celosa.-Opinó Will.