Narcisos para Emma (Continuación de "Junto al río Támesis") [Grintson]

Corazón roto

-¿Por qué Helena estaría enfadada conmigo, Daph? No entiendo.

-Pues no quiero meterme. Es asunto de ustedes.

-Vamos, dime.

-No, Will. Será mejor que resuelvan sus problemas solos. No voy a entrometerme.

-Pero...

-Mejor me voy, Will.

-Espera. Por favor, dime.

-Will, no. Tal vez ella no haya estado enfadada, sólo cansada. Es mejor si no me meto. Además deberías hablar con ella sobre esto.

Ella se puso de pie y salió del café dejando a su hermano solo.

-¿Y ahora qué hice?

***---***---***---***---***

Cuando Will llegó a su casa, no había nadie.

-¿Hola?

Era tarde. Después de salir del café se había ido con sus amigos y se le había pasado el tiempo.

-¿Hay alguien aquí?

Nadie respondió.

Suspiró y se dirigió a su cuarto.

La cama no había sido tocada. Estaba vacía.

Se asustó. ¿Dónde podía estar Helena?

Recorrió el apartamento, pero no había señales de vida. Fue a la parte oculta. Al cuarto de Maisy. La pequeña dormía en su cama.

Ahora sí que estaba preocupado. ¿Qué le había pasado a Helena?

Volvió a recorrer el apartamento. No había señales de su esposa.

Otra vez, de punta a punta.

Maisy había despertado, pero estaba en su cama muy quietecita sin hacer ruido.

Encontró una nota en la mesada.

"Llámame en cuanto regreses. Helena."

Will tomó el teléfono móvil con desesperación.

Una vez. Dos veces. Tres veces. Cuatro veces. No respondía.

Solamente a la vez número diez contestó una voz soñolienta de la otra parte.

***

-¿Hola?

-Helena, ¿dónde estás? ¿Por qué Maisy se quedó sola? ¿Estás bien?

Se hizo un silencio por unos segundos.

-Will.

Él esperó a que ella añadiera algo más, pero no pasó nada.

-¿Dónde estás? ¿Te encuentras bien?

-Will...

-¿Es todo lo que dirás? ¿'Will'?

-Yo... Lo siento.

-Me estás asustando. ¿Qué ocurre?

-Yo... Ya no te amo, Will.

Él tragó en seco.

-¿Qué?

-Lo lamento mucho. No te privaré de conocer a tu hijo, lo verás. Pero yo no puedo verte otra vez. Lo siento.

-Helena...

-Estoy bien. Pero no me busques, ¿vale? Déjame. Cuando llegue el momento, volverás a tener noticias de mi parte. Pero ya no... No volveré a verte. Lo lamento, Will.