No debería haber ocurrido...

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Ryan se quedó de una pieza.

-¿Tú qué?

Daphne suspiró y esbozó una mueca inexpresiva.

-No voy a repetirlo.

El pelirrojo se llevó las manos a la cabeza.

Idiota, idiota, idiota. Mil veces idiota. ¿Qué había hecho?

Ella suspiró otra vez y se pasó una mano por la cara.

-¿No vas a decir nada?

-No sé qué quieres que te diga.

-Lo que sientas. Eso quiero que me digas. Sé sincero.

Ryan se echó a su lado.

-Soy sincero. No sé qué siento.

-Vas a tener un hijo, tienes veinte años y yo diecinueve. ¿Podrías por favor decirme algo?

Él se calló.

-No puedo decir nada.

-Entonces yo voy a hablar. ¿Por qué nunca hablamos sobre la protección? ¿Por qué cada vez que te decía algo me rehuías?

Ryan se miró el brazo. Frunció el ceño.

-Maldito Centro de Salud.

-No entiendo.

-Daphne, no te lo dije porque sabía que te enfadarías si no te había consultado, pero me hice inyectar un anticonceptivo que...

-¡¿¡¿HICISTE QUÉ COSA?!?!

-No te enfades. Se supone que no... Que esto no iba a pasar... No debería haber pasado...

-Pues pasó, y qué demonios quieres que haga.

-Tranquilízate...

Daphne enrojeció de rabia.

-¿Que me tranquilice? ¡¿QUE ME TRANQUILICE?! ¡¡¡A VER SI TE ENTRA EN ESA CABEZA VACIA QUE TIENES!!! ¡¡¡TENGO SOLAMENTE DIECINUEVE AÑOS!!! ¿¿¿TIENES IDEA DE LO QUE VA A DECIRME TODO EL MUNDO??? ¿¿¿SABES LO HORRIBLE QUE ES ESTA SITUACIÓN??? ¡¡¡FUISTE INCAPAZ DE DECIRME QUE ESTÁBAMOS SEGUROS!!! ¡¡¡AL FINAL NO ERA ASÍ, LA SEGURIDAD NO EXISTIA!!! ¡¡¡Y ME PIDES QUE ME TRANQUILICE!!!

Ella lloraba.

-Daph...

La rubia abrió la boca para seguir gritando, pero él se le adelantó y la besó. Intentó resistirse, pero no podía. No podía enfadarse con él. No por mucho tiempo.

Ryan se separó de ella y le enjugó las lágrimas.

-Mira, arruiné tu vida. Lo sé, soy perfectamente consciente de eso. Y lo lamento. Pero por favor cálmate un poco. Pensemos de forma razonable por unos segundos.

Ella asintió.

-Bien. Ahora dime qué fue exactamente lo que pasó. No omitas nada.

Daphne suspiró.

-Tengo un retraso bastante considerable. No me había preocupado tanto, pero empecé a tener náuseas y mareos. Y hoy... Quería ir a la Universidad, pero no podía ni levantarme de la cama. Fui a la farmacia a comprar algo para el malestar estomacal...

Se interrumpió.

-Por favor, sigue.-Pidió él con dulzura.

-Cuando llegué, la asistente me preguntó qué quería y le expliqué lo que me ocurría... Pero me dijo que no tenía más pruebas de embarazo. Te juro que hasta ese momento no había pensado siquiera en eso. Me quedé pensando... Cuando llegué a casa, mamá me dijo que ordenara los perfumes del baño y... Había una prueba sin hacer...

Daphne se vio incapaz de continuar. Se calló. Sacó algo de su bolsillo y se lo dio a Ryan.

Él examinó la prueba con preocupación. Positiva, a no ser que estuviera equivocado.

Maldita inyección. Maldito Centro de Salud. Iba a hacerles una denuncia.

-Te propongo algo. Vamos al hospital. A esta hora debe estar el médico de guardia, no debe conocernos. Ni siquiera sabemos si volveremos a verlo. Podemos pedirle discreción y que te confirmen si estás embarazada o no.

Daphne asintió. No era mala idea.

***---***---***---***---***

Emma sintió los labios de Rupert pegarse a los de ella. Soltó un gemido.

-Espera...

Él negó con la cabeza y bajó a besar su cuello.

Ella enredó sus piernas en la cadera de él y sus manos en la nuca pelirroja.

-Rupert...-Murmuró.

-Por favor... Te necesito...

Emma suspiró.

-Está bien, pero como intentes...

Él la interrumpió volviendo a sus labios.

Ella suspiró y se dejó llevar. Pasaron unos cuantos minutos hasta que necesitó aire desesperadamente. Rupert se alejó de ella dos milímetros para permitirle respirar y le quitó la blusa.

Emma sintió un escalofrío y volvió a besarlo.

-Tengo que... Decirte... Tienes... Que saber... Algo...-Susurró ella inconexamente.

-Mmm...

-Yo...

Emma tragó en seco.

-Es... Escribo.

Rupert se separó de sus labios rojos y la miró.

-¿Qué?

Ella se sonrojó y enterró su rostro en la almohada. Ni siquiera estar sin blusa le daba tanta vergüenza como confesar ese secreto, que venía atormentándola desde hacía tiempo. Se sentía tan mal ocultándolo a Rupert que había tenido que decirlo.

-Emma...

Él enterró su rostro en el cuello de ella y lo besó con cariño.

-Mi cielo. Dime.

-Vas a reírte de mí.

Rupert le acarició la columna.

-Nunca haría eso. Te amo demasiado.

***---***---***---***---***

Ally suspiró. Hacía su mejor esfuerzo para no quedarse dormida sobre el escritorio. El turno de guardia era muy aburrido...

Aburrida, sacó el reglamento del hospital y lo leyó varias veces. Luego intentó repetirlo. O al menos las normas...

"Cada médico de consulta y/o de revisión y estudios debe tomar el turno, ya sea de guardia nocturna semanal y/o guardia hospitalaria de feriados y fines de semana, de guardia en su puesto al menos una vez por mes."

"El médico de cabecera de un paciente debe estar con él en caso de efectuarse una operación o internación del mismo."

"Los médicos podrán trabajar en un ala del hospital (ginecología, pediatría, otorrinolaringología, etc) dedicándose exclusivamente a eso o dedicarse al completo con sus pacientes. Esto es, convertirse en sus médicos de cabecera."

Ally pensó. Ese era el caso de Elizabeth. Trabajaba haciendo los estudios del embarazo, igual que ella misma, pero también se dedicaba a inspeccionar generalmente a sus pacientes. Si notaba algo fuera de lugar, sí los enviaba a consulta particular.

"Todos los médicos y enfermeras deberán hacer rondas en la ambulancia, al menos dos semanas por trimestre. Durante esa semana se dedicarán exclusivamente a la atención e inspección, en la escena del accidente y durante el recorrido en ambulancia, de los accidentados."

Un ruido alertó a Ally. Cerró el reglamento y se acercó a la puerta del consultorio de Elizabeth.

Abrió. Se quedó de piedra al ver a sus cuñados parados allí, ella con aspecto triste y él con aspecto enfadado, como si le hubiera gritado a la recepcionista antes de entrar.

Narcisos para Emma (Continuación de "Junto al río Támesis") [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora