Narcisos para Emma (Continuación de "Junto al río Támesis") [Grintson]

Esas dos palabras

Dan se quedó de una pieza.

-Escúchame, Daniel Radcliffe.

-Bonnie yo te...

-No.

Ella negó con la cabeza.

-Tienes que escucharme porque tenemos que hablar.

-Bonnie, yo solamente quiero que sepas que te...

-Te dije que no. Esas dos palabras no van a funcionar esta vez. No podrás decir 'te amo'. No si no es cierto.

-Pero sí...

-No.

Bonnie se sentó en una silla.

-Voy a hablar, y esta vez vas a escucharme.

Dan asintió, confundido.

-Bien.

Ella se pasó una mano por el rostro antes de mirarlo.

-No podemos seguir con esto, Dan. Sencillamente no. Es demasiado para ambos.

Él palideció.

-¿No podemos seguir con qué?

-Casados.

Dan también se sentó, pero en su caso fue porque temía desmayarse si no lo hacía.

-Estuve hablando con Evanna.-Continuó Bonnie.-Y le dije lo que siento. Siempre es buena consejera pero esta vez se empeñó en no decirme su opinión. Me dijo que era asunto nuestro.

Él escuchaba sin poder creer ni una palabra.

-Dan, hace varias semanas que no nos llevamos bien. No salimos adelante. Esto... Esto es un error. Un error terrible. Siguiendo, sólo nos lastimamos a nosotros mismos. Y a los niños. Ellos no merecen vernos pelear.

-Ni vernos separados. Por favor, Bonnie... No podemos... No puedes dejarme... No puedo dejarte... Por favor...

Dan lloraba. Su esposa suspiró.

-¿Por qué te empeñas en complicarlo? ¿No me gritaste el otro día que casarte conmigo fue un error?

-Estaba enfadado, no pensé en lo que decía...

-Ese es el problema. No pensamos. Somos los dos demasiado impulsivos para no chocar...

-Bonnie... Esta es la primera conversación civilizada en días. Por favor, dime ya lo que quieres y te diré lo que pienso.

La pelirroja suspiró.

-El divorcio. Dan, quiero divorciarme.

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-Esto es una estupidez.-Dijo Tiana.

-¡Tiana!

-Lo siento. Vivir con Oliver no es sano para la mente de nadie.

Clémence sonrió.

Joanne se acomodó en el sillón y bostezó.

-Sabíamos que Emma no vendría. Hizo lo mismo en su boda.

-Sí, pero esta vez se supone que no es una despedida de soltera sino una reunión pre-boda o algo así.

Evanna se encogió de hombros.

-Si ustedes dicen. Yo voto por la idea de Jo. Al demonio esperar a que Emma llegue, vamos a dormir. Muero de sueño.

Tiana asintió.

-Seguir esperando es una estupidez. Durmamos y ya.

-Pero...-Comenzó Clémence.

-Lo siento.-Dijo Rebecca.-Pero estoy con Evanna. Muero de sueño, son como las tres de la mañana.

Clémence miró a Louise.

-Yo pienso que hemos esperado suficiente ya. Esos dos seguro están besándose y nosotras aquí esperando a Emma.

-Y yo que estaba muy emocionada por la despedida de soltera de mamá...-Dijo Helena.

Ally y Daphne sonrieron.

-Vamos, no es tan grave. Sencillamente es una noche. Hagamos una pijamada en lugar de la despedida o reunión pre-boda o como quieran decirle.

Joanne bostezó y se cubrió con unas mantas.

-Jo, ¿No prefieres dormir en una cama?

-Bah. Ya he dormido en este sofá cuando Emma se casó. O cuando Bonnie lo hizo... No recuerdo bien.

-Hablando de eso... ¿Dónde se ha metido Bonnie?

-Ni idea. Sé que quería hablar con Dan sobre algo. Pero no sobre qué.

Evanna mantuvo su silencio. Había prometido callar y eso es lo que iba a hacer.

-¿Nadie sabe?

Helena y Ally se callaron también.

Rebecca, fiel a su discreción, tampoco dijo nada.

Fue Louise quien salió al rescate:

-Creo que era por lo de las flores mañana. Simone es alérgica a las caléndulas y habían encargado algunas para decorar el salón.

Clémence asintió.

-Puede ser.

-¿Por qué la alergia es solamente para las caléndulas?

-Creo que es por una toxina que tienen o algo así... No estoy segura.

-¿No serán las amapolas?

-No, Evanna. Esto no es El Mago de Oz.

Todas rieron.

-Como tú digas.

La conversación siguió su rumbo, pero a Evanna, Helena y Rebecca (Ally se había distraído) les preocupaba lo mismo.

¿Dónde se había metido Bonnie?