Narcisos para Emma (Continuación de "Junto al río Támesis") [Grintson]

Falsa alarma y un sueño

-No lo estás diciendo en serio.

-Lo juro. Fue un error. Un error gigante.

-Voy a matarte.

-Lo lamento tanto. Esta estupidez pudo ser desastrosa.

-Sí...

-Mientras que no hayan dicho lo falso a nadie...

-Maldita sea.

-¿Qué hicieron?

-Todo esto fue tu culpa. Tú dijiste que Maggie había muerto. Y ahora dices que no, que solamente estaba durmiendo y que durante un segundo te engañó la perspectiva. ¡No seas imbécil!-Dijo Evanna furiosa.-Voy a hablar, de nuevo, con el cast de Harry Potter para aclarar todo. Comenzaré por hablar con Dan y Bonnie.

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-Entonces fue Maggie quien te convenció de conquistarme.

-Sí. Y no es todo. ¿Recuerdas cómo te libraste de tu novio?

Emma se enjugó las lágrimas con el dorso de la mano, intentando no dejarse vencer por la tristeza. Rupert la ayudó. Su plan de alegrarla empezaba a funcionar.

-Claro que recuerdo. Ahora que lo pienso, nunca conté eso como un beso nuestro.

-Pues deberías, porque técnicamente lo es.

-Sí. Es más, creo que esa fue la primera vez que nos acostamos, ¿o no?

Rupert sonrió y soltó una carcajada.

-Claro que no, ¿De qué hablas?

-Maldita sea. Entonces fue un estúpido sueño. En fin, ya no es sorpresa soñar contigo.

-¿Cuándo es esto? ¿Ultima película?

-Penúltima. Siete parte uno.-Sonrió Emma.

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<<Una sola palabra: Asco. Asqueroso. Malditamente asqueroso, y me da igual si esa palabra no existe.

Besar a Dan fue lo más asqueroso que tuve que hacer en mi vida. Puaj.

Cuando acabé de filmar, Rupert no estaba en ninguna parte. No lo veía. Estaba preocupada por él. Nunca desaparecía así.

-Estuviste increíble, Em.-Me dijo X.

Ni siquiera recuerdo su nombre.

Asentí.

-Gracias.

Intentó besarme, pero lo esquivé.

-¿Qué tienes?

-Lo siento, me he quedado en shock. Si no te importa, prefiero no besar a nadie por unas horas.

Asintió.

¿Dónde estaba Rupert?

Me acerqué a su camerino tras sacarme a X de encima con un "voy a cambiarme".

-¿Rupert?

Cuando entré, él estaba en el medio del cuarto, mirándome con el ceño fruncido.

-Pensé que te habías ido. Me tenías preocupada.

-¿No estás ocupada con tu novio?

Me acerqué a él.

-Oh, no, ya estamos otra vez. No seas tan sobreprotector.

-No soy sobrecomosea, soy tu amigo y quiero saber sobre tus relaciones.