Mudanza

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-¿Dónde piensas llevar eso?

Barry sonrió y dejó la caja en el piso.

-A mi cuarto.

-Sólo porque haya accedido a mudarme contigo no quiere decir que vaya a dormir en tu cuarto.

-¿Y dónde, entonces? ¿En la sala?

Janet suspiró.

-Está bien, está bien.

Barry se acercó a su novia y la besó.

-Te quiero, Jane.

Ella sonrió.

-También yo.

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Daphne se sentó unos segundos en la mesa. Ryan entró con una caja pesada en los brazos y la miró con reprobación.

-No te sientes ahí arriba. Vas a romper la mesa.

Daphne frunció el ceño.

-Ni que estuviera gorda.

-Yo no dije que estuvieras gorda. Dije que la mesa tiene una pata rota y que apoyando una hoja de papel se tambalea. Imagínate si se sienta alguien. Pero bueno, haz como quieras.

Ella se bajó de un salto. El pelirrojo sonrió y se acercó a besarla suavemente.

-Menos mal que recapacitaste. Imagina tener que llamar a la ambulancia porque rompiste la mesa.

Los dos rieron.

-Eso sin mencionar que la mesa es bastante vieja ya. ¿De dónde salió?

-Del sótano de casa.-Contestó Ryan.-Con razón estaba ahí. Debería cambiarla.

-Yo traje una. Es un poco más pequeña... La que estaba en mi cuarto. Tú ya sabes cuál es.

-Tienes razón. Sé cuál es. Está bien, deberíamos quitar esta de aquí y llevarla al basurero. No queremos que nadie se siente encima y se rompa.

Ryan se sentó sobre la mesa.

-Aunque parece que queda tiempo para eso. Tal vez unos días para...

Antes de acabar la frase, la pata de la mesa se quebró y él cayó directamente al suelo.

-¡Ouch!

-¿Estás bien?-Preguntó ella agachándose a su lado.

Ryan se frotó el trasero.

-No. Eso dolió.

-Te pasa por decirme las cosas y estar seguro de que no van a ocurrirte luego...

Él frunció el ceño.

-Muy graciosa, en serio. Ven, ayúdame a pararme.

Daphne sonrió y le tomó la mano para tirar de él. La espalda de Ryan se había llenado de astillas de la mesa rota.

-Eres un genio.-Observó ella con ironía.-Mira lo que hiciste.

-Shhh. No te metas con mi torpeza. Terminemos de descargar las cosas del camión y luego acomodemos esto.

El pelirrojo salió por la puerta del apartamento con aire enfadado mientras Daphne sonreía. O eso hasta que oyó un golpe.

-¡Maldición!

Ella salió corriendo del apartamento. Cuando llegó a las escaleras, notó qué había pasado al ver a Ryan en el piso del descanso.

-¿Tropezaste?

Narcisos para Emma (Continuación de "Junto al río Támesis") [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora