Cambiar de situación en mi rutina me ha hecho un y por ahora he obtenido lo que he querido ser normal por un tiempo solo espero que este tiempo dure para mí, Kyle ha estado toda la mañana preguntando de qué forma haré para que Ethan le hable hasta ahora le he dicho que tengo todo asegurado pero en realidad no tengo ni la más mínima idea de cómo hacerlo.
— Si tanto quieres hablarle ve y dile "Hola soy Kyle un gusto ¿Podemos ser amigos?" no creo que sea tan difícil.
— Como tú ya hablas con Keith no te importa.
— Claro que me importa pero no puedo pensar si estas todo el día con el mismo tema solo pido comer en paz y dejemos de hablar de ellos — rodé los ojos, mire a la mesa que estaba al fondo donde se encontraban Keith y Ethan parecían que no hablaran es como si solo se miraran sus rostros serios y apenas susurran algo, mire a Kyle tenía las mirada perdida Keith y su amigo giraron su mirada al mismo tiempo en donde estábamos nosotras, el color del rostro de Kyle torno un color rojizo, todo parecía ir bien cuando Ashley se sentó con nosotras sin permiso.
— Me imagino que quieres algo ¿no?— rodé los ojos.
— ¡Wao! ¿Qué comes que adivinas?—sonrió— En realidad no es tan difícil...
— No mataré personas, ni mucho menos robaré un banco.
— No claro que no, mi papa necesita personal les pagará obviamente.
— ¿Personal de qué?— preguntó Kyle.
— Necesita personal de seguridad— dijo sin importancia.
— ¿Tengo cara de ser guardia de seguridad?— pregunté realmente no me esperaba eso de ella.
— ¿Por qué nosotras? Casi no tenemos experiencia en nada— dijo Kyle
— Mi padre las ha estado viendo en todo lo que hacen y le parece el Dúo perfecto tu Lydia puedes manipular tu mente y hacerla realidad en cambio tu Kyle eres buena y demasiado diría defendiéndote.
— ¿Hay alguien en particular de quien debamos protegerlo?
— De Keith.
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Lydia® [LIBRO 1-2] BORRADOR
Fanfiction[BORRADOR] Al mudarse a otra ciudad Lydia pensó que llevaría una vida normal sin rumores. Mientras marchaba a su nuevo instituto a Lydia le atrajo el físico de un chico de piel pálida y con grandes ojeras. Keith Clark, que se podría decir...