60. Habitación 116

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Me levante, el color blanco del techo me molestaba mire a los lados notando que ya estaba oscuro. Me senté analizando el lugar, me costaba creer que haya pasado horas y todo estuviera bien, a mi lado había una mesita de noche con pastillas y una nota.

Cuando te levantes toma dos pastillas, es para calmar el dolor...atentamente el doctor.

Tome las pastillas, tenían un sabor amargo que me hizo hacer una mueca graciosa. Deje el vaso de agua a un lado, quería levantarme pero no era consciente de que hora serian, visualicé a mi lado notando como una venda rodeaba mi hombro de manera firme.

— ¡Despertaste! ¡Oh, cariño!— mama me abrazo muy fuerte— Tu sabes que no he sido devota de la religión pero todo este tiempo he orado tanto por ustedes— mama comenzó a llorar— Por un momento creí que solo quedaría yo. Había tipos afuera de mi casa amenazándome hasta que me salvaron, he querido hacer todo pero si yo iba solo sería una carga más y un problema.

—Estamos aquí mama— acaricie su espalda— Además papa me ha prometido vivir mil años, tengo que estar aquí para ver si cumple su promesa— sonreí— Cierto, ¿Cómo esta papa?

—Aun este algo inconsciente. Ha tenido una severa deshidratación y falta de nutrientes, además presentaba severos hematomas.

—Hola Bella durmiente— entro el doctor Cabwell— ¿Cómo te sientes? ¿Sientes algo de incomodidad o dolor?

—No, las pastillas han calmado el dolor.

—Es una suerte que la bala haya rozado tu hombro, de ser contrario hubieras perdido la movilidad de elevar el brazo.

— ¿Cómo esta Keith Clark?

—Para ser sincero estaba algo mal al traerlo aquí, tiene dos heridas. Una herida de bala en su pierna y en el lado lateral de su torso, Realmente hicieron muy bien en quitarle la bala y de darle los analgésicos, si no lo hubieran hecho no hubiera llegado hasta el hospital, de seguro podría haber tenido inserción de plomo más avanzada lo cual hubiera hecho que sus órganos se infecten y comiencen a dañarse progresivamente.

— ¿Esta despierto?

—Aun no— apreté los labios.

Necesitaba a Keith, necesitaba verlo, sé que está mal con respecto a su estado emocional y quisiera estar ahí para apoyarlo.

— ¿Cómo esta Kyle?

—Con respecto a su estado emocional la señorita Kyle no ha dejado de llorar, creo que quería tomar hasta malas decisiones pero sus padres ha hablado con ella. Ahora con respecto a la herida de su pierna solo ha sido un roce.

— ¿Ro y Noah?

—Están afuera esperándote. La señorita Rosaura solo tuvo un golpe que la dejo inconsciente, tiene algo inflamado pero está bien— sonrió— Cuando te sientas mejor me avisas, la policía quiere hablar contigo sobre lo ocurrido. No es por nada pero te has hecho muy popular.

Suspire, ahora vendrán un montón de preguntas y más preguntas. Eso me atemorizaba ahora, que tal si se enteran de por qué Laura la comandante actuó así, ¿qué tal si se enteran que fue por su hija y vuelven a reabrir al caso? ¿Qué tal si vuelven abrir todos los casos? Aunque haya eliminado las evidencias pueden hacerlo, pero les seria difícil. ¿Y si meten a Keith en la cárcel? ¿Ese sería el fin? No quería, quería alejar toda prueba y una manera de desviar sería haciendo como si no entendiera la razón por la cual me atacaron. Podían suceder dos cosas, pensarían que lo he inventado o pueden hacer quedar a Laura como una loca. La segunda opción parecía tener un poco de validez ya que junto a ella estaban aliados Chloe y Oliver, que fueron integrantes del Asylum.

Lydia® [LIBRO 1-2] BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora