Lydia® [LIBRO 1-2] BORRADOR

17. Extraño

Camine sin mirar a nadie, no quería encontrarme con Keith. No es que este molesta con él, pero no puedo mirarle a los ojos. ¿Si hace lo mismo conmigo? ¿Por eso Keith no quería que hable con Chloe? No creo que Keith hiciera lo mismo conmigo, tengo miedo, pero es por el hecho de que me he encariñado tanto con Keith y si se va, no sé qué será de mí. Suena un poco tonto pero es así, cuando nos enamoramos nos volvemos inútiles en ciertas ocasiones que tenemos que depender de la otra persona para sostenernos. Buscando por otro lado otra teoría, no creó que Keith me esté utilizando, porque si lo estuviera haciendo ya me hubiera dejado sola sin importarle cómo me sienta, Keith puede salir de este lugar fácilmente pero aún no lo ha hecho.

<<Deja de defenderlo>>

Solo necesito descansar un poco, necesito despejar todos los pensamientos que tengo en la mente, necesito dejar en blanco un momento mi vida. Entré a la habitación, cerré la puerta con seguro y respire profundo. ¿Habrá más secretos? Si es así, quiero saberlos ahora, estoy cansada de sentirme así siempre, ¿Qué pasaría si nunca a hubiera conocido a Keith?, tal vez estuviera en mi computadora viendo series, mis papás estarían tranquilos sin preocuparse, fingiría que era normal, conocería a un chico que me comprenda, tal vez aquel chico fuera...aburrido y nada interesante, en cambio, estar con Keith es arriesgarse, dejar correr por tus venas aquella adrenalina. Realmente no me importa al lugar en donde estemos me gusta haber pasado por todo con Keith.

No había ido a almorzar, pensé que no tenía ganas de comer pero al estar encerrada siento como mi estómago ruge pero aun así no quiero salir y rodearme con las personas que están afuera. Me acosté en la cama incómoda que tiene este lugar y al hacerlo escuche como rasgaban el suelo, me levanté curiosa para ver qué era lo que sonaba, era una rata, no le tengo miedo a las ratas, tenía una cuando era pequeña, me acerqué a ella para tomarla entre mis manos, al principio se escabullía pero al final se dejó dominar.

De un momento a otro aquella rata comenzó a parecerme... apetitosa y tenía muchas ganas de probarla.

¿Pero qué diablos? No sé por qué, pero no tengo dominio de lo que ocurre con mi cuerpo. Cada vez mi mano se subía acercando a mi boca aquel animal, sentía asco en mi interior pero no podía parar, desvíe mi rostro y apreté lo más fuerte mis manos haciendo que los huesos de la rata se quiebren en mis manos y el animal quede agonizante. El pequeño animal respiraba con dificultad, me daba pena verlo así todo agonizante y padeciendo dolor así que decidí...liberarlo.

Cerré mis ojos, coloque mis manos en su cabeza y tire para atrás su cabeza descuartizándolo completamente haciendo que la piel de su cuello se desgarre y la sangre caiga rápidamente por mis manos ensuciando mi vestido, al principio el animal con sus pocas fuerzas pataleaba pero al final quedó tieso en mis manos.

Escuche un sonido proveniente detrás del armario, solté al pequeño animal, me observe a mí misma y parecía una loca psicópata con el traje de paciente lleno de sangre, me dirigí atrás de donde venía el sonido cuando abrí el armario una niña con Síndrome de Down

—Es divertida ella—sonrió corriendo, pero la tomé del brazo.

—¿Quien? ¿Qué haces aquí?— aquella niña miró el armario y saludó haciendo que me den escalofríos.

—Es buena, quiere ayudarte pero no la dejas hablar en tu interior. Deberías cambiarte, ella me dijo que si te ven así extenderán tu tiempo.— con eso se fue dejándome con la duda.

¿Algo más que tenga que ocurrir?

Salí de la habitación con un nuevo uniforme, las miradas curiosas de un lado a otro me hacían sentir intimidada.

—¿Eso es sangre?— preguntó una enfermera, me gire sobresaltada sin saber que decir.

—No he hecho nada, es mi periodo he estado desprevenida— entrecerró sus ojos dudando de mí— Me he quedado dormida boca abajo y cuando desperté me había manchado todo el vestido— ella sacó algo de sus bolsillos rodé los ojos pensando que era una de sus jeringas pero solo me extendió una toalla sanitaria- Gracias, la necesitaba.