Miraba a techo recostada en mi cama, analizaba cada segundo de lo que tuve que afrontarme y me di cuenta que esto es una gran historia, que aunque no terminó tan bien me gusto las decisiones que se tomaron al final. Creo que fue mejor que Mike ya no esté con nosotros, no merecía estar en ese lugar, en realidad, nadie lo merece. Lo que intento decir es que Mike lo consiguió, busco lo que tanto esperaba y eso era el perdón de una madre. No sabía por qué no podía derrochar ninguna lágrima, aunque quisiera hacerlo no podía, me sentía bien conmigo misma de que Mike esté tranquilo ahora en un lugar mejor.
¿Y si hubiera cortado mi cuello? Estaba dispuesto a hacerlo, incluso clavó la punta de la tijera en mi cuello, ¿Si mama nunca hubiera intervenido? Ahora estarían todos trayendo mi cuerpo para ser velado. Pensé que Keith sería el protagonista de la historia, pensé que él me salvaría pero no, aquella persona fue mi madre, nunca pensé que ella sería la heroína de todo esto, pero entendí que me ama incondicionalmente y daría su vida por mí, ahora estoy en deuda con ella y dos veces. La primera fue por haberme dado la vida y la segunda por haberme salvado la vida. No quiero decir que Keith no haya ayudado en nada y que esperaba más de él, porque aunque lo haya intentado no hubiera conseguido nada y lo único que conseguiría era que se cumpla la predicción de aquellas gemelas.
Miraba al techo de mi habitación y respiraba, respiraba como solía hacerlo antes.
Llegue a casa pero solo dispuesta a dormir, mi cuerpo estaba demasiado cansado y conmocionado por lo de hoy. No quería ser egoísta pero les pedí a mis padres que me dejen sola, sin visitas ni sorpresas. No quería dormir, solo quería pensar en todo lo que ha sucedido.
Cerré los ojos, por que mañana sería un nuevo día otra vez pero un nuevo día de mi vida y no de aquella chica pelirroja que deambulaba por el Asylum.
***
Tal vez muchos odien el colegio, pero yo solo pensar que volvería otra vez me emocionaba, quería que amaneciera para poder ir a ese lugar el cual muchos odian. Me levanté para comenzar a alistarme, me acerque a mi armario y me sorprendía ver variedad de ropas con diferentes colores, sentía que todo era nuevo, me había acostumbrado ver la misma bata de pacientes en el hospital. Me acerqué al cajón para buscar algunos cuadernos y al abrirlo me encontré con un cuaderno rojo, era mi diario, el que Ashley me había dado. Elegí un abrigo ancho color gris, pantalones ajustados y zapatos deportivos, no quería llamar la atención. Por una parte tenía miedo de ingresar nuevamente, me imaginó que todos saben lo que nos sucedió a Keith y a mí, eso me atemoriza.
-No es necesario que vayas hoy- dijo papá tomando café- Puedes tomarte el tiempo que necesites.
-He estado de vacaciones mucho tiempo, es hora de regresar- Sonreí tomando mi bolso.
-Cuídate hija- dijo mama dándome un beso en la frente- Eh... Estos días que vayas tal vez sean un poco difíciles...ya sabes, los comentarios, todos han hablado de su situación y creo que al verlos el día de hoy hará que hablen de nuevo.
-He aprendido mucho mamá- acaricie su cabello- Ya no soy aquella niña que tenía miedo a todo, me he hecho más valiente y no creo que un par de comentarios me afecte. Creo que nada se compara con lo que viví en el Asylum. Adiós mama, te amo.
-Igualmente- me sonrió-, tienes que traer unos de estos días a ese muchacho, Keith.
-Mamá...- dije amenazante.
-¿Para qué traerlo?- dijo papa tomando el periódico- Si ya hay un hombre apuesto en casa y ese soy yo- sonrió papá tocándose el pecho.
-Tienes que traerlo de urgencia- bromeo mamá, papá la abrazo del cuello y la besó.
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Lydia® [LIBRO 1-2] BORRADOR
Fiksi Penggemar[BORRADOR] Al mudarse a otra ciudad Lydia pensó que llevaría una vida normal sin rumores. Mientras marchaba a su nuevo instituto a Lydia le atrajo el físico de un chico de piel pálida y con grandes ojeras. Keith Clark, que se podría decir...