Estaba muy atrasada, me quedé conversando con Kyle y ahora no hay una banca para mí. Cuándo ingresé a mi curso habían chicos gritando, chicas maquillándose y uno encima del otro. Es un desastre, se supone que hoy era el primer día y todos tienen que estar nerviosos pero no, parecen chicos salvajes que les han dado bastante energizante y lo peor de todo es que el profesor estaba ahí de pie intentando calmar el aula. Mis manos estaban heladas y mis piernas no respondían, creo que entraré cuando se calmen un poco, pero tampoco iba a quedarme afuera, quién sabe cuándo se calmaran. Realmente no quería entrar en pánico, ni tener nervios pero tener a todos observándome como si por primera vez vieran a un humano, me asusta.
— Hey tu...— el profesor me tocó el hombro— ¿Eres de aquí?- alzo su borrador de manera exagerada.
— Eh, si...— dije acomodando mi bolso.
— ¿Pues qué esperas?— respondió amargado, se giro sin darme importancia (tampoco es que la necesite), pero paracer que odia estar aquí.
Muy amable.
Cuando ingrese todos hicieron silencio, algunas de las chicas me miraron fijamente, otros rumoreaban entre si, haciendo que mis piernas flaquearan, respiré profundo y susurré:
-No hay asiento- mire a mi alrededor, no había ni una banca y no esta demás decir que me sentía de lo peor.
— Siéntate a mi lado— dijo un chico rubio alzando sus manos.
— ¡Eyy! ¡Drew! yo me siento aquí— aquel chico rubio lo empujo haciéndolo caer.
— ¡Disponible!
No iba a ser tan mala y quitarle el puesto a aquel chico, si no tengo banca es por mi culpa, por que me demoré. Al profesor le valía tres pimientos si tenía o no una banca, mejor dicho les importaba tres pimientos a los demás. Me estaba molestando enserio, no había nadie quién me pueda ayudar con una banca, le di una mirada fulminante al profesor. Perfecto, era el primer día y ya me siento como si viniera de otro planeta.
— No soy el conserje— elevó sus manos como si diciendo eso se quitaría toda la culpa. La mirada del profesor era tan amargada, irritada. Suspiró rodando los ojos y luego los abrió de forma alarmante, miro atrás de mi— ¡Hey tú! ¡Espera Clark!— me di la vuelta encontrándome con el chico de esta mañana, el creido que habia dicho que no lo mirara. Tan solo recordar ese momento me enoja, noi que fuera estatua— Ayuda a la niña bonita con una banca— el solo rodó los ojos y siguio caminando sin dar importancia— realmente no entiendo como no habla— Anda síguelo— me retire del salón siguiendo a Keith quién se mantenía muy alejado de mí.
Se nota que no le agrado.
—Joder- Keith apreto sus manos- ¿Eres tan inutil que no puedes traer una banca?— dijo enojado, fruncí el ceño puede tener tu pose de "soy rudo" y tantas cosas pero no me puede tratar así.
— No puedes hablarme así, no por que tengas un mal día puedes desquitarte conmigo— me cruce de brazos- No puedes venir como idiota a hablarme de esa manera, no eres el único que tiene problemas, hoy es mi primer día de clases vine con toda la intención de cambiar pero hasta ahora la única persona que se ha encargado de hacrme sentir como una cucaracha eres tú.
—Eres ridícula...
-¿Ridicula?- dije indignada- Realmente eres un cretino e idiota.
-Ajam- limito sus respuestas interrumpiendo, es un chico guapo pero es muy cerrado y mal educado. cruzamos unos salones hasta que encontramos una banca, aún tengo vergüenza pero ya se me está quitando con su actitud. Mientras regresábamos a la sala de lenguaje muchos nos miraban confundidos algunas chicas hablaban mal y tantas cosas me límite a no pensar en nada, volvimos a cruzar los pasillos hast que habíamos llegado.

ESTÁS LEYENDO
Lydia® [LIBRO 1-2] BORRADOR
Fanfiction[BORRADOR] Al mudarse a otra ciudad Lydia pensó que llevaría una vida normal sin rumores. Mientras marchaba a su nuevo instituto a Lydia le atrajo el físico de un chico de piel pálida y con grandes ojeras. Keith Clark, que se podría decir...