Lydia.
Me detuve, no podía hacer esto. No tenía que ser una abusiva y tomar algo que no es mío, mucho menos un diario. Tan sólo había leído algunas líneas y ya me preguntaba, ¿Quién es Helena? No es por celos, ni nada que me atraiga de Keith, pero todo el diario prácticamente va dirigido a ella, ¿Será su novia? ¿Su mamá? ¿Su hermana? Creo que ya es algo típico, mientras más avanzo más preguntas me hago.
Realmente Keith era alguien tan misterioso y oscuro; tan apasionado por escribir y siempre lucia triste.
Ni siquiera tenía idea de que era lo que estaba haciendo en la noche dentro de la casa de Keith. Me preguntaba, ¿Porque quiero saber de él? Y la que más me interesa era, ¿Por qué me intereso mucho por él? Tengo que irme de aquí ahora, dejarlo a él, no hablar con Ashley comenzar otra vez, ignorando a aquellos dos chicos y seguir con Kyle.
El mismo lo dijo, si sigo hablando con el mi destino tendrá un mal camino, si ahora tengo problemas no quiero imaginarme después.
—Lydia— era la voz de Kyle en un susurro, me alarmé. Cerré el cuaderno dispuesta a correr.
Me asomé en la ventana tratando de ver a mi amiga—Kyle— susurré.
—Joder, baja que el gruñón ya está aquí ¡Es Keith!
—Escóndete en las plantas— susurré apague mi celular. Me sentía como un animalillo que no sabe en donde esconderse.
Escuché como la puerta se cerró, estaba subiendo las escaleras. ¡Joder! ¿Dónde?
No lo pensé más y me escondí debajo de la cama, hora me preguntaba ¿Cómo salgo de aquí sin que me vea? Viendo su actitud, de seguro es capaz hasta de demandarme.
El teléfono vibró, era un mensaje de kyle.
—Joder, ¿estás bien? ¿Cómo saldrás?
—Yo que sé, hasta que se duerma. Kyle si demoro es mejor que te vayas, no quiero meterte en problemas.
Hubo un silencio, lo único que sonaba eran las llaves que chocaban entre ellas. Tenía miedo a pesar de que haya dicho que no me asustaba, ¿Se enojará mucho si me ve debajo de su cama en su habitación?
<<Lo estás espiando, ¿no es obvio?>> agregó mi subconsciente. Recordé que Keith lee mis pensamientos.
Pensar en no pensar, pensar en no pensar. Mente en blanco.
La puerta de la habitación se abría lentamente, mientras más rechinaba la puerta más miedo me entraba. Tenía visión solo de sus piernas, llevaba unas botas negras gruesas, noté que llevaba una bolsa en sus manos.
¿Y si cometió algo? Sólo de pensarlo recordé como esos dos chicos se suicidaron por mi causa. Me entro otra vez los sentimientos y anhelos de llorar. Traté de no respirar muy fuerte para que no se escuche nada. Asomé un poco la cabeza, él se estaba mirando en el espejo. Se lo veía tan siniestro. Tenía una mirada tan maliciosa, acompañada de una sonrisa que nunca había visto pero no era una sonrisa de felicidad, se veía tanta maldad que comencé a dudar de que fuera el Keith tan callado de siempre. Bueno, por lo menos sonríe. El corazón me latí a mil por hora, ¿En qué pensaba cuando se me metió la idea de venir aquí?
Keith pasó por su mesa se detuvo a observar su diario ¡Está sospechando!
De un momento a otro, con tanta rapidez cerró la puerta con seguro. Mierda, no sabía si salir o no, tenía tanto miedo no sé si era por Keith o por el motivo de que haya cerrado la puerta.
— ¿Hay alguien aquí?— preguntó casi asustado— ¿Pero que...? Esto no estaba así.
No pienses, no pienses, pensar en no pensar...
Keith comenzó a caminar y con cada paso que daba sentía que el corazón se me salía de la boca. Keith salía de la habitación corriendo. Esperé un poco, decidí salir lentamente debajo de la cama. Santo cielo, esto es tan de película de asesinos, solo espero salir y que Kyle aún este, estaba tan inquieta.
Noté que la camiseta de Keith estaba en el suelo, iluminé un poco con el teléfono me inquieto ver algunas manchas. Olía a hierro y metal, ¿era sangre? Mi corazón parecía que se explotaba de mi pecho. Decidí no pensar en lo que habría hecho.
Keith estaba subiendo las escaleras.
Volví a esconderme debajo de la cama, sentí como su peso cayó sobre el colchón. Solo pensaba en que se duerma de inmediato y salir de aquí. ¿Qué pensaran mis papás? Había esperado tanto que comencé a pensar que era claustrofóbica, ya no sabía si Kyle estaría aquí esperando.
Yo y mi manera de andar metiéndome en cosas que no me incumben.
— ¡Basta!— gritó Keith en susurros— ¡Suéltame!— tenía pesadillas, comenzó a patalear varias veces que me asustaba el hecho de que pudiera aplastarme. Él seguía quejándose, quería ayudarlo.
Creo que es una buena oportunidad para salir, estaba profundamente dormido.
Saqué un pie de manera lenta, seguido de mi torso con mis manos. Espero no arruinar nada, levanté la cabeza notando como Keith dormía tranquilo y silenciosamente. Comencé a caminar de puntillas, poco a poco.
Puntillas, puntillas.
Abrí la puerta lentamente, pero la muy maldita rechinó.
— ¿Qué demonios haces aquí?
Tenía dos ideas en mente. Golpearlo en la cabeza hasta dejarlo dormido o la más obvia era correr como si no hubiera un mañana.
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Lydia® [LIBRO 1-2] BORRADOR
Fanfic[BORRADOR] Al mudarse a otra ciudad Lydia pensó que llevaría una vida normal sin rumores. Mientras marchaba a su nuevo instituto a Lydia le atrajo el físico de un chico de piel pálida y con grandes ojeras. Keith Clark, que se podría decir...