Perfecto Desastre | Titanes I |

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『  T Y E E  』

Vike tiene un don especial para hacer amigos y llegar a la gente. Es el tipo de chica que puede sacar temas de conversación de debajo de las piedras. Puede no conocer de nada a la otra persona, pero le basta sentarse a su lado y pareciera que mágicamente le llegara información para decir algo y que se transforme en un conversación de horas. "Leí esto y decían aquello". "La formación de ese juego fue mal planificada y por aquella razón paso eso". "¿Es ese el vestido de tal tienda? Me encanta, luce tan bien en ti", "Tus tatuajes son increíbles, deberías darme el nombre de tu tatuador". Vike no tienen ningún puto tatuaje.

Pero no le importa. De alguna manera sabe que decir para que el abrir la boca no se vuelva en una situación incomoda.

Aun intento aprender como lo hace. Si no llevo una botella de alcohol encima, incluso responder una pregunta se vuelve en una situación imposible. Lo digo en serio. Me he topado con tíos que quieren ligar o con personas como Vike, de los que se acercan a ti simplemente siendo quienes son y se topan conmigo. Si alguien hace un cometario, mi respuesta mas común es concordar y sonreír. Si lo que suelta es una pregunta, entonces la respondo, pero jamás pregunto de vuelta. Y así la conversación muere. Lo digo en serio. No es que yo no quiera interactuar con ellos, no al menos todo el tiempo, es solo que en cuanto alguien con el que no comparto cierta confianza intenta ser amigable conmigo, se me desconecta esa parte del cerebro que sabe como entablar conversaciones simples.

Luego de un rato me doy cuenta que la conversación que partió como algo amigable entre nosotras dos y el chico del bar, se ha convertido en algo bastante intimo entre ellos dos. Me aseguro de que Vike aun esta en todos sus sentidos antes de decirle que me voy y si es que quiere venir conmigo o quedarse. Por supuesto que dejo el bar sola.

Me encojo dentro de mi suéter. La calle está vacía, en estos tiempos la noche comienza a caer cada vez desde mas temprano y ya esta completamente oscuro. Estoy por comenzar a avanzar cuando la vibración de mi teléfono me detiene. Solo le echo un vistazo en caso de que sea mi hermano pero lo que encuentro en su lugar es un mensaje.

El invierno esta cada vez mas cerca. Asegúrate de traer algo mas que un suerte la próxima vez.

Joder.

Miro a los alrededores para buscar a alguien, cualquiera que este mirándome desde algún lugar para encararlo. ¿Qué demonios?

Es el mismo número que me envió aquel mensaje por la tarde cuando estaba con los chicos. En aquel momento no le preste mucha atención, pero es que entonces no me estaban dando a entender que me estaban observando. Me sube una sensación de escalofríos que me recorre la espina dorsal hasta llegar al punto bajo de mi espalda. Como si de pronto la temperatura disminuyera de diez a menos veinte grados. Entonces ahora más consciente de su presencia comienzo sentir una presión en la espalda. Lo sé, lo sé exactamente bien porque es el mismo tipo de sensación que me invadió aquel día hace tres años cuando estaba huyendo. Como perseguida. Supongo que se debe a la experiencia del pasado y mi manera de sobrevivir a ello.

No sé si específicamente le tengo miedo al sujeto que me esta observando, o es netamente a como me devuelve a mi pasado. Porque a eso si que le tengo miedo. Me aterra.

Y no es algo que este dispuesta a revivir ni siquiera por un minuto mas.

Camino por las calles intentando distraerme o distraerlo; intentando ignorar que la sensación no se va. De cualquier forma el centro de Dublín suelen estar muy poblado a todas horas del día, de lunes a domingo. La gente acá no suele hacer distinción para salir de fiesta, lo que es bastante útil en casos como estos. Me detengo en una tienda y miro la hora en la que pasa el bus que me deja cerca de la fraternidad, y me quedo allí dentro hasta que lo veo llegar. Entonces me echo a correr para alcanzarlo y dejar a quien sea que me estuviera siguiendo atrás.