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──────• § •──────


  K Y L A N 

Lo diviso desde la lejanía y me acerco lentamente. Tal como lo dice en su mensaje, está solo. No tiene a su pandilla tras su espalda. Esta sentado en la primera fila de la galería en la cancha del F.A; no dejamos de mirarnos en ningún momento, y me molesta un poco la tranquilidad con la que lo hace. Pero supongo que el ve lo mismo en la mía.

Se levanta de su asiento con una sonrisa en él rostro cuando me ve acercarme y coloca sus manos en las caderas con gesto burlesco.

—Encantado de verte— dice. Me cruzo de brazos y mantengo al menos un metro de distancia entre nosotros. Lo examino un segundo y me permito sentir el odio. Normalmente no es algo personal, es mas bien general. Pero con él tengo una fijación especial.

—Ve al grano— gruño. Ya es una pérdida de tiempo haber aceptado venir a esta estúpida reunión sin sentido, solo quiero terminar e irme.

—Se rumorea que has estado en los Dealers— declara. —Incluso que subiste a los Meddiums— esta vez el que sonríe soy yo.

—¿Por qué el interés? ¿Tienes miedo? — punto para mí por conseguir bajarle la estúpida sonrisa.

—Tenemos una tregua.

—Tregua que yo mismo propuse y que me prohíbe correr en la Elitte, por lo tanto, es una tregua que no he roto— me defiendo. Él frunce el ceño, por supuesto que le molesta que se lo recuerde, porque el quería verme ardiendo vivo, no quería una puta tregua.

Se toma un segundo para mirarme; su sonrisa se ha desvanecido, ahora incluso puedo decir que empieza a verse amenazante.

—Tregua con la que no quedé satisfecho.

—Pues esa mierda se la reclamas a tu jefe. Aquel día yo estaba dispuesto a morir.

—Pero no moriste.

—No, no lo hice.

Por un segundo no puedo evitar pensar en ello. Le estoy diciendo la verdad, en aquel momento yo estaba listo para morir. Yo quería que me mataran. Pero no sucedió, sigo acá. Y por mucho tiempo estuve odiando esa decisión, porque aquel día mi vida perdió todo rumbo, todo el sentido. Comencé a cuestionármelo todo. ¿Cómo habíamos llegado aquello? ¿Por qué solo yo sigo vivo? Solo ahora entiendo que quizá no estaba destinado a ello, sino que a llegar a este día, a algo en el futuro. A conocer a Ty...

Porque todo en ella me esta cambiando.

Quizá se trataba mas que de vivir arrepentido por siempre, sino de aprender y cambiar.

—¿Entonces que? ¿Vas a matarme?

El suelta una sonrisa de medio lado. —No. Esa jamás fue una opción. Habría sido demasiado fácil.

No me gusta la insinuación que acarrean sus palabras. Meto las manos en el bolsillo de mi sudadera para esconder como aprieto los puños.

Kriek se acerca a mí y está a poco de apegar nuestras narices. Me niego a retroceder. —Quiero destruirte de la misma forma en que tú lo hiciste conmigo. Eso valdría la pena. Eso si que sería venganza.

—Creo que es bastante tarde para eso, Kriek.

—No. Todo este tiempo... he estado buscando, por todas partes. Pensando en como podría devolverte la mano, como podría hacerte sentir el mismo dolor. Pero no tenías nada.

Perfecto Desastre | Titanes I |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora