Perfecto Desastre | Titanes I |

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Diciembre 22, 2016
09:05 Am

『  T Y E E  』

Siempre creí tener una habilidad para no aferrarme a las personas. No es que hubiera conocido muchas a lo largo de mi vida, pero tenia eso... que me facilitaba relacionarme con chicos y jamás atarme a ellos. No involucrar sentimientos. Podía conversar con personas sin sentir la necesidad de crear lazos de amistad.

Ahora creo que simplemente se trataba de que tenia a Vike, y que siempre pensé que sería una constante en mi vida. Que después de todo lo que habíamos pasado no había forma ni nada que nos pudiera separar. Ni siquiera se cuantos años de amistad llevábamos encima. Me acostumbre a ella. A enviarnos mensajes todo el día, a poder soltar idioteces o comentarios amargos sin que me juzgara. Al simplemente hecho de tenerla. De quedar con ella, de contar con ella.

Y es verdad que en el ultimo tiempo se había alejado de mi y no era como siempre. No era lo mismo. Pero sin lugar a dudas era mucho mejor que no tenerla en lo absoluto.

Y me tomo mas de un par de días comenzar a sufrirla.

Muchos hablan de como lo amores rompen el corazón, pero muy pocas personas te dicen la capacidad que tienen los amigos de hacer lo mismo. Y que puede doler incluso tanto como perder al amor de tu vida.

Sigo teniendo a Mary y ahora me rodeo de los Titanes, pero no creo que alguna vez vuelva a ser lo mismo.

No hay mucha gente aun en la sala y susurran realmente bajo, por lo que me es cómodo y no me arrepiento de haber llegado tan temprano. Aunque quizá si llegara tarde me sería mas fácil entrar en la sala y no voltearme a ver cada vez que siento a alguien llegar.

No se si no me ve, o no me busca, pero su mirada no da conmigo en ningún momento mientras se sienta en una de las mesas del frente de la sala.

Al rato entra Mary, quien durante estos días había estado fingiendo que no se daba cuenta de que nos estábamos sentando en lados diferentes de la sala, o que no nos hablábamos siquiera. Se dirige hacia mi, como todos los días, pero esta vez viene con una expresión seria en el rostro.

Vuelve la vista hacia ella y entonces parece incluso mas afligida cuando ella no parece buscarla tampoco.

—De verdad necesito que me digas que esta pasando entre ustedes— dice.

—No mucho— abro uno de mis cuadernos y finjo buscar algo para no mirarla a la cara cuando tenga que soltar la mentira. Mary no sabe mucho de nosotras, por tanto tampoco tiene idea que lidiamos con problemas de dinero ni que yo trafico droga dentro de la universidad. Nunca ha estado de acuerdo con que la consuma en primer lugar, por eso no puedo decirle que tiene que ver con eso.

—Siempre pensé que ustedes serían de esas amistades que duran para toda la vida.

—Ya Mary, yo también.

—¿Tiene que ver con chicos?— niego con la cabeza.

—Mas bien con desacuerdos en como llevamos nuestra vida. Ya sabes, ella no puede lidiar con mi vida de excesos. No le parece que me haga ningún bien.

—Lo cual es cierto— concuerda ella. —Yo tampoco estoy de acuerdo, y creo que voy a decírtelo por el resto de nuestra vida. Pero no por eso te dejaría de lado.

Bueno, yo tampoco las dejaría a ellas de lado por algo así. Son sus vidas, al fin y al cabo. Y mas allá de aconsejarlas, si ellas no quieren cambiar, no te queda mas que quererlas con ello. Nuestra situación es realmente un poquito mas complicada que eso, pero aun cuando ir engatusando chicos para que te paguen cosas y ahorrar dinero con ello no es de mi gusto ni algo que yo haría, jamás se lo critiqué a Vike. Y puede que eso no me pusiera en ningún peligro, pero yo tampoco he sabido realmente que estuvieran involucrándola en las amenazas de Owen hacia mi. De hecho, ni siquiera he vuelto a saber de él desde aquella vez que lo enfrente por el destrozo a mi casillero.