Me arrodillé en el suelo, exhausta y asustada. ¿Qué demonios estaba ocurriendo? Mi cabeza martilleaba y el pecho me dolía gracias a los fuertes golpes de mi corazón. Escuché un ruido cerca de mí, de un arbusto o un árbol moviéndose y me aterré. Mi primera acción fue levantarme y echarme a correr, pero lo último se vio opacado por el pánico, impidiendo moverme. Impidiéndome cualquier cosa, incluso respirar adecuadamente.
─Te dije que nos volveríamos a ver, gatita.Giré bruscamente al escuchar el sonido de aquella voz y salté hacia atrás cual gato asustado, mi pulso volviendo más acelerado si cabe, y mis pulmones exigiendo más aire de lo debido. Una silueta entre las sombras rió ante mi acción y su voz se escuchó diferente, pero sin duda sabía que aquel era el tipo del pasamontañas, y el que me había mandado un texto antes de venir aquí.
─¿De quién huyes, gatita? Solo somos tú y yo. ─ronroneó, siniestro, haciendo que los vellos de mi nuca se ericen.
─¿Quién eres? ─pregunté, mi voz ronca y desafinada, mis cuerdas vocales jugándome una mala racha en estos momentos de vida o muerte. Él volvió a reír, y su figura salió de entre las sombras. Me sobresalté, era un hombre de cabello largo y rubio cenizo, su cuerpo no tan fornido, pero era bastante atractivo. Sus ojos negros seguían siendo los mismos, y me pregunté si no estaría bajo el efecto de una droga.Si no hubiera sido la persona que sé que es, tal vez incluso me hubiera parecido atractivo, pero era él, el que me había llamado gata, el que casi me secuestraba y el que me tenía bajo una amenaza no─declarada pero que estaba implícita.
Se acercó a mí, mi instinto fue retroceder, pero tropecé con una rama, doblándome el tobillo y escuchando un "Crack" al caer sobre mi trasero. Las lágrimas se asomaron en mis ojos debido al dolor y él se agacho para estar a mi altura, su rostro cerca del mío, amenazante y feroz. Me estremecí.
─Dime X. ─me gruñó, acariciando mi rostro para después darme un puñetazo que me hizo girar la cabeza y escupir sangre sobre el frío pasto.─Ey tú, gilipollas ─escuché que alguien decía detrás de X, y en cuanto este giró un puño se estampó en su rostro. X cayó al suelo, y un cuerpo que reconocí como el de Zack se lanzó sobre él, en una lucha de puños, patadas y rasguños. Escuché muchos "crack" y solo esperaba que Zack no se haya roto nada.
Observé la figura de X alzarse cuando tuvo la oportunidad de patear a Zack en el rostro y el abdomen repetidas veces, y huir como alma que lleva el diablo en cuanto dejó a Zack retorciéndose bajo su propio charco de sangre. Me dieron ganas de vomitar y descubrí que mis rodillas estaban sangrando, ¿cuándo pasó eso?
─¡Ellie, Ellie! ─escuché que alguien me llamaba y se acercaba a mí, pero me sentía algo atolondrada y adormilada como para pensar en otra cosa que no fuera el dolor de mi tobillo y los gemidos de dolor de Zack. Sentí como alguien giraba mi cabeza y la escrutaba con unos ojos azules que reconocí como los de Lucian. Su rostro era preocupado y pronto sentí como me cargaba en sus brazos. Solté un alarido de dolor en cuanto mi pie se movió debido al cambió de posición y me mordí la lengua intentando concentrarme en aquel dolor más débil, pero no lo logré.
─¡Ellie!, ¿qué coño paso? ─esa voz... Matt. ¿Qué hacía aquí este cabrón? Lo miré con los ojos entrecerrados, y él me miraba observando la sangre en mi boca, para después ver mis rodillas y finalmente detenerse en mi tobillo ─. Ellie, ¿estás bien?
─¿Acaso luzco bien, imbécil? ─le escupí, sangre manchando su rostro. Él abrió los ojos como platos e intentó cargarme y alejarme de los brazos de Lucian. Yo apreté a Lucian del cuello ─. No. Vete.
─¡Pero qué coño, Ellie! ¡Soy tu hermano! ─me gritó desesperado, y yo ardí en rabia.
─¡No te comportas como tal, así que déjame en paz! ─le solté algo dolida. ¿Por qué solo cuando le convenía era "mi hermano"? Jodido seas, Matt. Él me miró, parpadeando varias veces como sin poder creerlo. Miró entonces a Lucian.
─Si mañana no llega viva a mi casa, te arrancaré la cabeza. ¿Me has entendido? ─le gruñó. Lucian se veía sumiso, y asintió calmado. Lo cual molestó aún más a Matt. "¿De dónde se conocen?" ─Joder, si no llega viva te cortaré los testículos.
─¡Mierda, ya entendí! ─escuché explotar a Lucian y su rostro era bastante furioso, nada como el Lucian tierno que conocí, éste parecía ser el alter─ego de Lucian, y me asusté, pero no lo solté.Matt me miró una vez más y se alejó de ahí, dando zancadas y pisando fuerte como cuando le molestaba algo que yo hacía. Que se joda.
─¡Ellie, Ellie, Ellie! ─llegó gritando Silencio, buscándome y finalmente encontrándome en los brazos de Lucian. ─. Mierda, ¿qué paso?
─X. ─dijo Lucian simplemente, pero con un rostro inexpresivo, que me pareció más bien controlado.
─Ese bastardo, ¿dónde está Zack? ─preguntó él entonces y fue cuando lo vio en el suelo, vomitando su propia sangre. ─. Maldita sea, tío, ¿lo dejaste ir?
─Sí, yo también me alegro de que estés bien, viejo. ─le dijo él entre arcadas y Silencio simplemente bufó.
─Tenemos que sacarla de aquí, aún hay varios rondando. ─dijo Silencio, dirigiéndose a ambos chicos, como quien dirige a un grupo. Como un jefe...Zack se levantó como pudo, con una mano en el estómago y la otra recargada en un árbol. Lucian asintió simplemente y nos dirigimos por una zona del bosque que ellos parecían conocer, hasta llegar a un auto negro, el de Silencio. Ahora entendía el porqué de los vidrios polarizados. Lucian entro conmigo aún en brazos, sentándome sobre su regazo y dejando que extendiera mi pie en el resto del asiento. Zack por su parte se sentó en el copiloto, y Silencio detrás del volante.
Escuché aún más balazos cerca de BBG y entonces sentí el auto moverse, alejándose de ahí.
No pregunté a dónde íbamos, así como ellos tampoco me dijeron, y supongo que no quería saber de todos modos. Cuando nos alejamos a una distancia prudente de BBG, recordé un detalle importante y me alarmé, sobresaltando a Lucian y golpeándome el codo con el cristal detrás de mí.
─¿Dónde está Alice? No la encontré, tenemos que regresar, ¡no puedo dejar que algo le pase! ¿Habrá salido herida? ¡Mierda, gira el maldito volante y busca a Alice!No me di cuenta de que estaba llorando hasta que sentí el sabor salado de las lágrimas en la boca. ¿Cómo podría irme sin saber si estaba bien? Comencé a hiperventilar y Lucian detrás de mí se tensó, sin saber muy bien que hacer.
─Cálmate, Ellie. ─me susurró él detrás de mí. ─¿Traes tu celular?Asentí y se lo pasé, no sabiendo muy bien qué hacer con aquel aparato. Él frunció el ceño un minuto pero luego comenzó a teclear en el teléfono como si nada. Vi a Silencio observándonos por el espejo retrovisor y observé mi mirada en el reflejo de su espejo, asustada. Intenté calmar mi respiración pero solo pude hacerlo en cuanto Lucian se llevó el celular a la oreja.
─Alice ─habló Lucian, al parecer contactándose con ella. Genial, había respondido. Suspiré, relajándome en mi asiento. ─. Sí, ella está conmigo. ¿Estás bien? Sí, está bien. Yo le digo. Sí, ten cuidado.Apretó un botón y me devolvió mi teléfono, lo miré esperando una respuesta.
─Está bien. ─me dijo. Yo me relajé en mi lugar, para que seguidamente la tensión de hace unos momentos volviera a mí, haciéndome sentir cansada y adormilada.
─¿Te encuentras bien? ─la voz de Silencio se escuchó desde el frente, haciéndome mirarlo por el espejo retrovisor. Sus ojos parecían preocupados de verdad, y pese a estar sangrando de mis rodillas, boca y con una posible fractura en el tobillo, asentí porque simplemente no quería que me vieran como la niñita débil que soy.Sin embargo, mi cuerpo no aguantó despierto un segundo más. Y caí en la inconsciencia.
Estaba confundida, había muchas preguntas por responder, muchas explicaciones que dar y ninguna suposición tenía coherencia para mí en estos momentos.
ESTÁS LEYENDO
Silencio.
AléatoireNadie sabe su nombre, nadie lo ve venir, camina como la muerte y lo hacen llamar "Silencio". La nueva en la ciudad, la única al que él parece notar. Ella, quien no sabe si hundirse o nadar, ¿se atreverá a adentrarse en los oscuros mares del amar?