Dos días después, no tenía señales de mi hermano Matt. Honestamente no me preocupaba demasiado, después de todo él era un adulto. Estábamos a mediados de noviembre y ese día (domingo para ser más exactos), comenzó la nieve. Dijeron que debió de haber bajado la temperatura desde días anteriores, pero que por alguna extraña razón, el clima había decidido atrasarse. La verdad yo siempre sentía a Forks congelado, pero bueno.
Sentía que el tiempo corría demasiado deprisa. No parecía que todo este drama de Alex, X y el incendio hubiese pasado en tan solo unos meses.
Veía los copos de nieve caer mientras estaba sentada en el sofá con Harry, bebiendo chocolate caliente como dos abuelitas enfermas, acobijados con una manta calientita, mientras en el televisor pasaba la película de "Votos de Amor" que tanto había insistido en ver. Aunque al final presté la mínima atención como si lo que estuviese pasando en la tele fuera tan divertido como un pato cantando la macarena. (Lógico que eso no pasaba en la vida real, por lo tanto, no presté atención).
Harry pareció más interesado que yo en la película. Tal vez en el fondo era un romántico empedernido. Sonreí.
-¿Sabes en qué creo? –le pregunté de repente, cambiando mi posición para poder verlo completamente de frente. Crucé mis piernas en forma de mariposa y lo miré con ojos grandes. Él ni se inmutó, su vista fija en el televisor, pero sus oídos en mí.
-¿En qué Rachel McAdams debería ser abofeteada por no aceptar a Channing Tatum? –preguntó seriamente. Me eché a reír.
-¡Y decías que no te gustaban las películas románticas! –me burlé. Antes de que él decidiera dejarle en Votos de Amor, habíamos tenido una breve "charla" de lo bobas que eran esas películas. ¿Y ahora estaba más interesado en la película que yo? Vaya, ¿quién lo diría? El criminal Harry Styles tiene una debilidad por lo romántico.-Bueno, no es que no me gusten –se quejó mientras ladeaba la cabeza y hacía un gesto con la mano, intentando explicarse -. Es solo que prefiero ver un amor de verdad, en la vida real, que un amor escrito con palabras rebuscadas que plasman en la pantalla grande.
Su respuesta me sorprendió. Éste chico tenía buenos argumentos, la verdad.
-Eso es... profundo. –dije, acercando mi rostro al suyo sin pensarlo. Fue entonces cuando él me jaló, recostándose en el sofá conmigo sobre él. La pantalla dejó de importarle repentinamente. Yo no podía quitar mi sonrisa estúpida de mi rostro.
-Sí, sí, Harry el filósofo. Como sea. ¿Qué era lo que ibas a decirme? –preguntó mientras que con su mano derecha posicionada en mi cadera, trazaba círculos con su pulgar debajo de mi blusa. Me estremecí.
-En que no hemos tenido una cita como una pareja normal. –respondí.
-Bueno, es que nuestra relación no es normal.
-O nosotros.
-Lo normal es aburrido –sonrió Harry mientras yo me inclinaba hacia a él y descansaba mi cabeza en su pecho. Suspiré.
-Sí, supongo que sí.Nos quedamos unos minutos así, uno contra el otro, sin nada que decir. Yo por mi parte me sentía un poco estúpida. ¿Y si lo que Harry realmente quería decir era que no quería tener una cita conmigo? Suspiré de nuevo sin poder evitarlo.
-¿Quieres salir conmigo? –preguntó Harry en un susurro, comenzando a acariciar mi cabello. Intenté sonar como si no me afectara.
-Solo si tú quieres. –respondí.
-¿Tú quieres?¿Qué si quiero? ¡Qué chica en su sano juicio no querría tener una cita normal con su novio! Intenté no expresar tales palabras de exaltamiento y un poco de enojo en mi siguiente respuesta.
-Quiero. –fue lo único que dije.
Harry se quedó en silencio un momento, acariciando mi cabello. Qué bien le sentaba ese apodo justo ahora. Silencio...
-Está bien. –dijo finalmente. Alcé mi cabeza, mirándolo a los ojos, sus labios en una sonrisa de lado.
-Si no quieres no hay problema. –comenté como si en realidad no fuese importante. Pero Harry me sonrió.
-Quiero. –fue lo único que dijo, y enderezándose, se sentó obligándome a hacer lo mismo. Me miraba de frente. Sus ojos conectados a los míos, y tuve la ansiedad de querer besarlo mucho. -. Quiero porque te quiero a ti, y quiero darte el gusto. No sería un buen novio si no llevara a mi novia al cine a intentar meterle mano como suelen hacer las parejas durante la función.No aguanté la carcajada e incliné la cabeza hacia atrás riéndome con ganas. Harry se unió a mi risa, y después de reírnos un rato, junté mi frente con la suya mientras intentaba parar la risa.
-Suena normal. –susurré.
-Sí, aunque mejor te llevaré a cenar. No quisiera que los espectadores vieran las cosas indecentes que quisiera hacerle a mi novia.Sentí un nudo en la garganta. De algún modo, el pensamiento de hace unas 48 horas, acerca de que los amores de secundaria no duran nunca, me pareció la idea más horrenda de todas. No me parecía justo un mundo sin Harry ─corrijo─, no QUERÍA vivir en un mundo sin Harry.
-Te quiero –dije en un susurro, y me ruboricé completamente. Odiaba esto de expresar mis sentimientos, me sentía tonta, pero Harry lo valía. Habíamos pasado por tanto en tan pocos meses, que decirle 'te quiero' me parecía más que correcto, pero al mismo tiempo, difícil de expresar. Él besó mi nariz. De pronto, decir lo que sentía no pareció tan malo.
-Y yo a ti, nena.Y lo besé.
Me encantaba que me dijera "nena."
-*-
Me sentía ligera, como una pluma flotando por el aire, en caída libre, sin nadie a mí alrededor, pero jamás sintiéndome sola. Sentía que era luz, aunque todo estaba en completa oscuridad.
Un sonido, y me sentí brincar.
El sonido aumentando, sin parar.
¿Qué?
Abrí los ojos, parpadeando repetidas veces en la oscuridad. El sonido seguía ahí, ¿de dónde provenía?
Miré a mi costado, mi celular parpadeando y vibrando en el buró. Lo tomé entrecerrando los ojos, acostumbrándome a la luz que el aparato emitía. En la pantalla se leía un nombre: Alice. Todavía adormilada, descolgué la llamada.
-¿Sí? –pregunté con la voz ronca, un bostezo interrumpiéndome en la última vocal.
-¿Ellie? –la voz temblorosa de Alice me llamó. Mis sentidos se alarmaron, algo andaba mal. El sueño abandonó mi cuerpo tan rápido como una esponja siendo exprimida.
-¿Alice, estás bien? –me senté en la cama, encendiendo la lamparilla sobre el buró. De repente comencé a tener mucho calor, y no sabía si el sudor se debía al presentimiento de que algo malo pasaba o si por el contrario la temperatura había subido unos 20° más. La primera opción era la más acertada, aunque me hubiese gustado creer que era posible la segunda.
-Eh, Ellie, algo ha pasado. -¿por qué sonaba como si estuviese llorando?
-¿Qué ocurre, Alice? Ve al grano.Ella tardó en responder, y cuando lo hizo le salió un sollozo que ni siquiera me pude creer que viniera de ella.
-Es tu amigo. –tartamudeó, y el corazón se me aceleró a mil por segundo. – Joe.
Y al escuchar ese nombre, el corazón se me detuvo.
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Silencio.
RandomNadie sabe su nombre, nadie lo ve venir, camina como la muerte y lo hacen llamar "Silencio". La nueva en la ciudad, la única al que él parece notar. Ella, quien no sabe si hundirse o nadar, ¿se atreverá a adentrarse en los oscuros mares del amar?