«"Vamos, Ellie, resiste."
"Quédate conmigo. Así."
"No cierres los ojos."
"Donde las flores siempre son como en primavera."
"Te quiero."»
Lo primero que pienso al abrir los ojos es que algo me molesta en la garganta, que huele a vómito y que tengo mucha sed.
Los párpados me pesan pero hago lo posible por mantenerlos abiertos. Todo se siente distinto. Siento como si hubiera muerto y vuelto a nacer, con la nalgada del doctor incluida y todo.
Intento hablar pero algo me lastima mucho la garganta. Parpadeó unas cuantas veces para aclarar mi vista y me doy cuenta que estoy conectada a algo, algo pasa por mi garganta ─parece un tubo─ y veo una bolsa plástica con un líquido transparente colgando de un palo ─o algo así─ plateado.
Gimo.
─Ya estás despierta. ─una voz habla a mi izquierda. Observo por el rabillo del ojo a la figura de mi hermano Matt. No comprendo qué hace él aquí. O siquiera qué hago yo ahí.
Me duele todo, y me siento rara, mi cabeza palpita un poco. Vuelvo a gemir.
Matt aparece en mi campo de visión, ahora está a los pies de mi cama mirándome con compasión. Quiero quitarle esa cara de perrito regañado que no le queda y en vez de ello preguntarle qué hago aquí. Pero no puedo, y no creo tener las fuerzas para pelearme con él ahora.
─Has tardado en despertar más tiempo de lo estipulado. ─dice como disculpándose, pero aun no entiendo por qué. Él continúa hablando. ─ ¿Recuerdas algo?
Intento negar pero apenas puedo mover el cuello, pero el pequeño movimiento casi imperceptible es notado por él y asiente, comprendiendo.
─Te han drogado. ─dice sin más. Abro los ojos como platos al escuchar su frase salir de sus labios y estoy a punto de levantarme cuando siento la cosa en mi garganta estorbando de nuevo. Matt se acerca rápidamente al notar mi alteración y me retiene en mi cama. Se sienta a mi lado y suspira mientras yo intento respirar adecuadamente. La cosa en la garganta hace que me den ganas de toser.
─Llamaré a la enfermera para que te quite eso. Podremos irnos a casa pronto.
Con una última mirada de Matt a mi rostro, él se retira mientras percibo su espalda tensarse y la piel erizándosele. Intento pensar que no me ha dejado sola, sino que simplemente ha llamado a alguien para que me saque de ahí.
Matt regresa a los minutos con una enfermera y después de un largo y estúpido chequeo, me quita la cosa de la garganta y me desconecta totalmente a excepción de la bolsa que cuelga en el palo de metal y que está conectada a mí vía intravenosa, lo que la enfermera me aclara es suero. Me ha dicho que debo esperar un par de horas antes de que me den de baja y de que el doctor vuelva más tarde para asegurarse de que me encuentro totalmente bien.
Por supuesto que estoy bien, enfermera estúpida. No tengo nada. A excepción de que me drogaron, suponiendo que Matt diga la verdad y no me esté choreando. ¿Pero por qué otra razón estaría aquí? Suspiro sintiéndome agotada como la mierda.
─¿Qué ha ocurrido? ─pregunto una vez que me arropo con las mantas de aquella cama de hospital y Matt se sienta a mi lado acomodándose lo mejor que puede sin lastimarme.
Y entonces comienza a contarme todo. Desde cuando salí a la dichosa fiesta con Alex, hasta cuando irrumpió en la habitación donde me encontraba completamente alterada.
Intento respirar normalmente, pero descubro que lo que me cuenta me ha dejado sin habla.
─¿Alex me ha drogado? ─pregunto en un susurro, el sonido de mi voz distorsionado debido a mis manos cubriendo mi rostro. De pronto unas ganas irrefrenables de llorar me invaden y el sentimiento de vacío en mi pecho es peor todavía. ¿Y ahora dónde demonios está Harry cuando lo necesito?
Oh cierto. Molesto.
«─Así que en realidad fuiste.
Tragué saliva, y guardé silencio, eso fue suficiente para él. Una risa sin emoción salió de su boca.
─No sé por qué me sorprende, tal vez esperaba otra cosa de ti.
─¿Qué quieres decir?
─Quise decir lo que dije.»El recuerdo me golpea como una ola contra la arena. No, peor. Como un tsunami contra Japón. No puedo evitar las lágrimas que corren ahora por mi rostro, suerte para mí que he cubierto mi rostro. Matt suspira.
─Silencio y los chicos se han encargado de ese gilipollas. ─me dice Matt entonces, y ahí es cuando alzo la vista. Él nota mis ojos llorosos y acude a abrazarme.
Mis ojos se abren tanto que siento que se me van a salir de las órbitas.
Matt nunca me abraza. Las pocas veces que nos hemos abrazado se basan en cumpleaños, Año Nuevo y Navidad. Me hace quedarme estática por un segundo, pero al siguiente me encuentro abrazándolo como si éste abrazo fuese a ser el último en nuestras vidas. Puede que así sea, uno nunca sabe.
Intento aferrarme a este abrazo lo más que puedo, y más lágrimas comienzan a salir de mis ojos, ésta vez gracias al abrazo. Ya no me importa que mis sollozos se escuchen, él me está abrazando.
─Shhh... Saldremos de esto, Ellie. Lo prometo. ─me consuela mientras pasa su mano por mi cabello, peinándome con dulzura, parece que las lágrimas no se detendrán nunca.
Me pongo a pensar en lo que acaba de decirme, entonces. "Saldremos de esto, Ellie." Quiero creerlo, en verdad que lo hago. Pero sé que no es posible, estoy consciente de ello desde el momento después de la balacera en BBG. Creo que siempre lo he sabido, pero no me había pegado tan duro hasta ahora. Me alejo del abrazo limpiando mis lágrimas con mis palmas.
─Quiero ver a Silencio. ─hablo sin pararme a pensar en lo que he dicho, y creo que no me importa que él esté enojado ahora conmigo. Hablaremos. Punto. Tengo que dejar de lado los sentimentalismos por un momento. Mi vida peligra, y la de Matt también. "Al fin usas la cabezota" se burla mi consciencia y le doy una bofetada mental para que se calle.
─No lo he visto desde que te rescatamos. ─dice él rascándose la nuca, parece incómodo y creo que es por la manera en que he soltado mis palabras. No me importa. He tomado una decisión.
─Préstame el auto. ─lo miro, mis ojos no ceden a segundas opciones y él lo capta pero no le gusta la idea.
─Yo puedo... ─lo corto.
─No. Tengo que hablar con él. ─mis ojos penetran los suyos. ─ A solas. ─agrego.
─Pero ni siquiera sabes dónde está. ─contraataca desesperado por que ceda. No lo haré, aunque sé que tiene razón. No lo sé.« "Donde las flores siempre son como en primavera." »
La frase me rebota de repente en la cabeza, y un foco imaginario se enciende sobre mi cabeza.
─Creo que sí lo sé.
« "Te quiero". »
Esa frase también rebota ahora en mi cabeza, aunque no comprendo porque suena tanto como la voz de Harry. Un Harry desesperado.
Se me encoje el corazón.
"Yo también lo hago, Harry." Digo en mi cabeza, como si de alguna manera pudiese transmitirle ese pensamiento justo ahora, como si él pudiese oírme. Y casi lo siento sonreír a la distancia, casi lo siento decir "Será nuestro lugar secreto." Como una promesa. Nuestra promesa.
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Silencio.
RandomNadie sabe su nombre, nadie lo ve venir, camina como la muerte y lo hacen llamar "Silencio". La nueva en la ciudad, la única al que él parece notar. Ella, quien no sabe si hundirse o nadar, ¿se atreverá a adentrarse en los oscuros mares del amar?