Capítulo 15.

36 4 1
                                    


Para cuando el reloj marcó las 7:30 de la noche, yo ya estaba aseada, arreglada y maquillada. No era la gran cosa la verdad. Solo me había puesto mis jeans ajustados color negro, una blusa a tirantes blanca con algunos toques plateados de una tela que se veía más o menos "de fiesta", y unos tacones altos de color negro. Mi maquillaje consistía en un delineado que resaltaba el verde de mis ojos, máscara de pestañas, rubor, y un poco de brillo labial. Mi rostro se veía cetrino por la falta de sueño, pero logró mejorar un poco gracias al maquillaje.

Me miré en el espejo del baño una vez más, y suspiré. Por mucho maquillaje y por mucho que intentara arreglar mi aspecto, seguía siendo la misma chica torpe, preguntona, fastidiosa y feíta. En fin, tenía que avisarle a Header que saldría antes de que armara una escena en plena sala mientras Alice esperaba en el auto por mí.

Bajé con pasos vacilantes. Llamé a mi madre varias veces, hasta que la encontré observándome desde el sofá en la sala, su sonrisa resplandeciente.
─Estás preciosa, hija. ¿Quién es el afortunado? ─preguntó mi madre, levantándose y dirigiéndose hacia mí. Me tomó de la mano y me hizo dar una vuelta "modelando" mi atuendo. Le sonreí a pesar de que aquel gesto me recordó a cuando era una niña pequeña y me ponía los zapatos altos de mi mamá, me llenaba el cuello con sus collares de perlas y con el labial por toda la cara como si fuera el Wason.
─De hecho ─comencé viéndola a los ojos, intentando parecer segura cuando mi interior era hecho una maraña de ansiedad ─, quería preguntarte si me dejarías ir a BBG. Alice vendrá por mí y toda la escuela irá. ¿Por favor?
Su cara fue de reprimenda, como si fuera a llamarme la atención, o a regañarme, pero se limitó a decir ─: ¿Por qué no me dijiste antes?
─Porque no encontré la ocasión. Déjame ir, mamá, ¿sí? Es mi primera fiesta. Alice pasará por mí.
Su rostro dudó, pero segundos después su expresión fue de rendición. Sonreí a medias. ─De acuerdo ─accedió, apretándome la mano y sonriéndome de lado ─. Pero te quiero aquí a la una de la mañana. Ni un minuto más, ni un minuto menos, ¿de acuerdo?

Asentí frenéticamente y corrí escaleras arriba gritando un "Gracias, mamá". Escuché su risa desde la parte baja y entré en mi habitación. Me tiré en la cama, y observé mi teléfono celular, 7:48. Suspiré, sintiéndome un poco ansiosa y levemente nauseabunda. "Basta, Ellie. Todo saldrá genial. Todo saldrá genial." Intenté repetirme esta frase hasta terminar creyéndomela pero aun así tenía mis dudas. Una pregunta pasó como un flash por mis pensamientos y no pude evitar hacerla rebotar en mi cráneo.

¿Silencio iría?

Se había mostrado bastante reticente al hecho de que quisiera ir, por no decir que casi me estaba ordenando que no fuera. ¿Pero por qué? Era solo una fiesta, de esas que los típicos adolescentes hacen para pasar el rato, sobre todo en una ciudad donde no sucede mucho qué contar. ¿Cuál era el jodido problema?

Me sobresalté cuando escuché el teléfono sonar y en la pantalla aparecía que había recibido un nuevo mensaje. Curiosa de saber quién era, lo abrí.

"Sera una gran noche, gatita. ¿Ah que sí? ─X."

Tiré el teléfono lejos, como si fuese una bomba atómica que fuera a explotar en cualquier momento. No sé por qué lo hice, fue cosa del pánico, pero después de eso, apenas me atreví a volver a tocar aquel aparato temblando de miedo y con el tic de mi dedo meñique avisándome que el llanto llegaría a mí. "gatita" releí, recordando como mi casi-secuestrador me había llamado la vez que estuvo en mi cuarto, toqueteándome y lastimando mi muslo.

Mi cuerpo entero comenzó a temblar, y pronto la idea de salir de mi casa me pareció horrenda, una locura y una completa estupidez.

Pero entonces me centré. "No" me dije a mí misma. Ni este gilipollas ni nadie me harían arrepentirme de disfrutar esta noche, o de no querer ir. Ni loca. Alice vendría en cualquier minuto y yo debía estar lista. "Esta noche sería genial. Genial. Genial."

Silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora