Capítulo 14.

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─Sube al auto ─una mano firme me tomó por el hombro, obligando a desengancharme de Lucian, perdiendo un poco el equilibrio y terminando en sus brazos. Hasta entonces el rostro enfurecido de Silencio, se relajó, revelando una sonrisa seductora que me hizo querer odiarlo. ¿Por qué era tan arrogante? ─. De haber sabido que te lanzarías en mis brazos de esa forma, hubiera hecho esto desde hace un buen rato.

Fruncí el ceño. ─Bueno, ¿tú quién te crees que eres?

Intenté empujarlo, alejarlo de mí, poner algo de distancia entre nosotros, pero lo único que logré fue hacer que su agarre en mi cintura fuera más firme. Demonios.
─Yo ser Silencio, tú ser Ellie ─dijo con una sonrisa, sonando como aquellos hombres de las cavernas que se ven en las películas baratas de la televisión antigua.
─¿Podrías dejar de ser tan…? ─no supe como terminar la frase, pero él no tuvo problema en terminarla por mí.
─¿Irresistible? Lo siento, nena, es parte de mi encanto ─me guiñó un ojo y aproveché para pisarle un pie. Su rostro se deformó un poco y el dolor le impidió concentrarse un momento en mí, así que logré escapar de su agarre. Me crucé de brazos, Lucian veía sonrojado la escena. Si Silencio fuera un poco más calmado y tímido como él, incluso podría enamorarme. Claro que Lucian tenía más cara de hermano menor que cualquiera.

─¿Podrías irte? Ya te dije que Matt está a punto de llegar. ─bufé, apretando los dedos de los pies dentro de mis tennis. A Silencio parecía divertirle la escena de mi cara enojada porque su sonrisa se amplió mucho más. Hijo de…
─Ya te dije que él no vendrá hoy. ¿Qué pasa, Ellie?, ¿acaso no éramos amigos?, ¿qué problema hay en que te lleve a tu casa?
─Un amigo no me dice lo que tengo que hacer. ─espeté ciertamente enojada. Su rostro se volvió dulce, y por un momento me sentí mal de estar enojada con él. Mi ceño se suavizo pero entonces recordé que ese imbécil me intentaba dar órdenes cada que podía como si él fuera mi dueño o algo.
─¿No te das cuenta, Ellie? ─me preguntó entonces, acercándose unos pasos a mí. Giré mi vista, evitando su mirada, y me encontré con los ojos de Lucian que estaban algo abiertos, suponía que avergonzado por estar presenciando tal escena. Y no lo culpaba.
─¿Qué cosa? ─pregunté aún sin mirarlo, y entonces sentí su mano en mi mandíbula, girando mi rostro hacia el suyo. Estaba tan cerca que podía sentir su respiración en mis labios, y por un momento mi respiración se descontroló.

Él no respondió mi pregunta, pero mi miró a los ojos con tal intensidad que pensé que me perdería en ellos. Pero entonces me di cuenta de algo, Matt no había llegado aún. No había nadie en la escuela, y normalmente él llegaba por esos momentos, pero no apareció. Retrocedí dos pasos lejos de Silencio y él pareció compungido por un momento.
─Llévame a casa. ─dije y Lucian suspiró audiblemente. Silencio lo fulminó con la mirada y él fingió estar entretenido mirando un árbol, silbando y rascándose la nuca como si nada.

Silencio hizo una inclinación de cabeza hacia su auto, y entré. En cuanto lo hice un olor a perfume masculino me llenó e intenté no mirarlo mientras él manejaba rumbo a mi casa. Él no preguntó la dirección y yo tampoco se la di, pero a pesar de ello, me llevó a mi casa como si conociera el camino de memoria. Debería de estar asustada por ello, ¿qué tal si me acosaba? Pero por alguna extraña razón, mi cerebro ni siquiera pudo pensar en ello, porque hubo un detalle que captó mi atención en cuanto subí al auto: había un papel en el reposa─vasos. Todo el camino mi corazón martilleó contra mi pecho, y traté de que mi tensión no se hiciera visible, pero mi cerebro lo sabía: esa era la nota del tipo con pasamontañas.

¿Quién demonios era Silencio?

En cuanto se detuvo frente a mí casa, me bajé del auto negro sin despedirme. Entré rápidamente por la puerta y al cerrarla me recargué sobre ella, esperando hasta escuchar el sonido del auto de Silencio alejarse. No estaba mi madre, ni siquiera Matt en casa. Y en cuanto entré  a mi habitación una nota estaba pegada en la puerta.

Silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora