Capítulo 24.

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─Ven conmigo, hay un lugar que quiero mostrarte.

Una vez que habían terminado las horas de castigo y la jornada escolar, Harry me tomó de la mano ─cosa que, no les mentiré, me sorprendió─, guiándome hacia su auto negro frente la acera.

─¿Me vas a secuestrar? ─reí con nerviosismo mientras él me abría la puerta esperando a que entrase, me dio una de sus sonrisas de comercial y me guiñó un ojo mientras decía:
─Solo un par de horas, gruñona.

Me mordí el labio, dudando. ¿Matt vendría por mí y se enojaría por el hecho de no encontrarme ahí? Bah, me daba igual, que se jodiera ese hijo de puta. Ya me encargaría después de remojarlo en ácido.

Pero ahora una palabra rebotaba en mi cabeza: "gruñona". Dios mío, más tarde yo estaría llamándolo "ricitos" y me odiaría a mí misma por permitirme ser tan cursi. Bueno, tampoco es como si "gruñona" fuera el apodo del siglo para una pareja. En especial si en realidad no éramos una pareja... Al menos no oficialmente que yo recuerde.

─¿Vas a subir o no? ─me preguntó con voz calmada y una sonrisa juguetona en sus labios, interrumpiendo mi debates mentales. Seguramente había estado parada ahí como veinte segundos, mirando a la nada cual idiota. Parpadeé un par de veces para aclararme y en cuanto vi sus ojos, no dudé en responder.
─Vale.

Una vez que ambos estuvimos dentro del vehículo él encendió la radio y aceleró.
─Me encanta esa canción ─le dije mientras "Every Breath You Take" sonaba a través de las bocinas del auto. Tararé la canción mientras me mordía los dedos evitando soltar toda la letra y que él se diera cuenta de mi horrible voz.
─Oh can't you see ─abrí los ojos como platos en cuanto la voz de Harry, en una afinada nota, seguía la canción. Oh dios ─, you belong to me. How my poor heart aches with every step you take. Vamos, canta conmigo, Ellie.

Negué con la cabeza mientras me mordía con más fervor las uñas, probablemente me sacaría una algún día de estos.
─Yo sé que quieres, anda. Canta para mí. ─me dijo mientras daba un breve vistazo en mi dirección y seguidamente volvía sus ojos al frente.
─Every move you make... ─empecé en voz baja, casi inaudible y Harry movía un poco su cabeza hacia adelante y hacia atrás como "siguiendo el ritmo" y me decía "más fuerte", reí para después continuar cantando, esta vez más fuerte. ─. Every vow you make. Every smile you fake, every claim you stake, I'll be watching you.

─¡Ves, eso era de lo que estaba hablando! ─exclamó con una sonrisa en sus labios y el fantasma de una risa en su voz. Reí y seguimos cantando la canción. No supe a donde nos dirigíamos ni en qué momento llegamos porque para ese momento ya habíamos cantado todas las canciones que pasaban por la radio en los, aproximadamente, treinta minutos siguientes.

Estábamos en un camino dentro del bosque que daba directamente hacia un lugar lleno de árboles en todas formas y tamaños, pero lo que más me sorprendió fue la variedad de flores frente a mí. ¿Cómo unas cosas tan bellas podrían soportar aquel clima bipolar de Forks?

Salí del auto, sin mirar a Harry, con la vista completamente embobada en las flores frente a mis ojos. Solo escuché una puerta cerrarse tras la mía y después de eso solo éramos las flores y yo.

Había un recuerdo en mi memoria que se activó estando frente a este lugar. Fue en uno de mis cumpleaños, no recuerdo muy bien si era mi séptimo o décimo cumpleaños, pero recuerdo con absoluta claridad haber ido al zoológico, y de alguna manera alguien había llamado mi atención, haciéndome ir hacia él o ella, no recuerdo bien, ni siquiera recuerdo su rostro... Solo recuerdo haber visto una enorme paleta frente a mis ojos. Después de eso simplemente recuerdo que me la comí, todo se tornaba borroso en ese recuerdo. Pero en mi mente yo recuerdo despertar después de un rato, no sabía si horas o minutos después, estando acostada en un campo de flores, con algunos pétalos sobre la piel y sangre en todos lados. Y la paleta seguía en mi mano.
No podía moverme y solo sabía que tiempo después mi papá estaba frente a mí, con el rostro lleno de preocupación y con mi madre llorando histéricamente a su lado. Me llevaron al hospital pero yo no entendí nada.
A veces no estoy segura si en realidad es un recuerdo o un sueño que imaginé como parte de mi vida, pero de alguna manera estaba presente en mi cerebro como una especie de película vieja.

Claro que aquello se me hacía completamente lejano y ajeno al ahora, porque éste momento era, sin duda, uno de los mejores recuerdos que tendría para contemplar el resto de mi vida.

Entonces sentí los brazos de Harry rodearme por la cintura, acercándome a él, y su cabeza en mi hombro, besándome la mejilla como el roce de una mariposa.

─¿Te gusta? ─lo escuché decir contra mi cuello, haciéndome sentir escalofríos en todo el cuerpo... Y un calor en una zona que jamás admitiré, haciéndome estremecer.
─Es hermoso ─le respondí en una voz que no me pareció la mía, me escuchaba incluso... ¿seductora?
─Será nuestro lugar secreto.
─Nuestro.
─Y de nadie más. ─terminó de responder él para luego darme la vuelta y hacerme mirarlo a los ojos, para después poder sentir sus labios sobre los míos. Hasta ese momento jamás había contemplado el sabor de la palabra "nosotros". Y era como una promesa, una especie de promesa que aseguraba que esto podría funcionar, de alguna manera.

Silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora