Capítulo 23:"Sangre"

8.1K 564 20
                                    

Mi alma parecía querer llegar con rapidez al preciado objetivo, mi cuerpo se movía con astucia entre los miles de árboles en pleno atardecer, causándome leves heridas debido a la excesiva velocidad.Mi garganta quemaba como el infierno,deseosa de poder conseguir ese líquido que tanto anhelaba, pero no cualquiera,el más puro y sincero. No entendía el porqué de mi accionar, pero no podía evitarlo.Mi cuerpo parecía andar por sí solo, y no podía hacer nada para evitar reprimir a la bestia que llevaba adentro.Había algo que me hacía actuar de esa manera,pero no estaba del todo segura.

Lo único que sabía,hasta en aquel instante, es que necesitaba beber sangre.Mi necesidad iba creciendo a medida que los segundos pasaban, y mi conciencia parecía no querer regresarme a mi eje. Corrí, perdiéndome por algún lugar, hasta que finalmente encontré paso en una carretera.

No pasaban muchos autos, aún así, era un lugar perfecto para mi cometido. Revoloteé mi cabello y rasgué mi ropa logrando un efecto de moribunda.Justo en ese instante, una vieja camioneta se acercaba con lentitud hacia el centro del asfalto,corrí rápidamente y me ubiqué en el medio de la misma y fingiendo estar desorientada comencé a agitar mis manos en el aire pidiendo "auxilio". Escuché el agobiante chillido de las gomas del auto siendo detenidas por el asfalto, se desplazó en velocidad moderada hasta posicionarse a mi izquierda.

Su rostro me lo decía todo;violador. Sentía su putrefacta aura con claridad y su rostro no demostraba lo contrario. El hombre no pasaba de los 50 años, pero su alma estaba corrompida como uno de 100. Había matado, violado e incluso mutilado a quizás dos o tres chicas. Ventajas de ser vampiro, poder leer a los humanos fácilmente.

Al menos no me sentiré culpablepensé.

Sonreí con timidez y noté como una media sonrisa se escapaba de sus labios. Asco. Sus ojos me observaban de arriba hasta abajo sin pudor alguno.

—¿Estás perdida, lindura?

Lo observé inocentemente. Si supiera.
—Sí... -susurré—.Necesito su ayuda, por favor. Mi ex-novio intentó matarme al terminar con él,se ha vuelto loco. Está por ahí fuera buscándome.

—¡Qué horror! Un caballero jamás haría eso. Te ayudaré—habló muy falsamente. Sus ojos lo delataban, si yo no hubiese sido una vampira, no salía viva de ésta. Le haría un gran favor a la humanidad—. ¿Quieres que te lleve?

Asentí tímidamente y el desagradable hombre abrió la puerta de su camioneta para que entrase, y sin dudar, lo hice. Comenzó a marchar lentamente hablando de cosas que sinceramente no oí. El increíble olor que su sangre emanaba me volvía loca, estaba teniendo demasiado auto-control de no saltar sobre él y beber toda su sangre hasta llevarlo a la muerte. De sólo pensarlo mi boca se hacía agua.

—¿Podrías llevarme al centro de la ciudad, por favor?

—Claro que sí, linda.

De repente, noté como nos desviábamos del camino original. Era una calle completamente oscura y bastante tenebrosa con acceso al esplendoroso bosque.

Era perfecto el lugar, me ahorraría cargar su cuerpo hasta algún lugar del bosque fuera del campo de visión de los humanos. Pero tampoco podía sonreír como tonta ante el hombre, sería sospechoso por lo que opté actuar como se supone que un humano actuaría.

—¿A dónde vamos?—pregunté con la voz temblorosa, o lo que sea que intenté hacer.

—Tranquila, es un camino más corto—que excusa tan pobre, ¿quién se la creería?

El hombre sonrió con malicia. Intenté "abrir" la puerta pero ésta tenía seguro.

—Señor, déjeme bajar. Hasta aquí ésta bien, gracias por su hospitalidad.

Almas EternasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora