am[arte.]

[49.]

¿Sabes? Me siento cansada.
De haber esperado tanto
y que al final todo haya acabado en nada.

Y reconozco que me avisaron,
"Chica, con este tío mucho cuidado",
y pequé de orgullo,
creí que era especial,
y mira, al final he caído de culo.

Te creí del todo,
lo reconozco,
caí enganchada como una mosca en el lodo,
me creí tus historias,
tus "no es cierto lo que diga esa escoria",
tus "yo te quiero",
tus "yo te amo,
que lo que dicen, tranquila,
eso es del pasado;
que amor,
que es cierto que yo he cambiado,
que soy un preso ya reformado."

Y me convertí en Caperucita
y tú en mi lobo,
y caí en tus garras
y en tu mirada.

Y es que joder, aún recuerdo tus pestañas
haciéndome cosquillas cada mañana.

Y aún recuerdo la felicidad
de vivir en la ignorancia,
de creerme protegida
mientras me apuñalabas por la espalda.

Y ahora que estamos así,
tú allá, y yo aquí,
sólo quiero saber:
¿valió la pena?
¿Destrozarlo todo por placer?
¿Mentirme cada día
por esa fantasía,
esa mentira,
esa copia barata
de lo que yo te daba?

¡De lo que yo te regalaba!
Mi alma en cada mirada,
mi confianza en la cama,
mi corazón destrozado bajo tu ventana.

"Pero que cariño, sólo fue una vez,
estaba perdido y no sabía qué hacer.
No sabía cómo confesarlo,
sabía que tú terminarías conmigo en el acto."

¿Te esperabas menos?
¿Creíste que podría perdonarte
y mirarte a la cara?
¿Olvidar el pasado y creer en el mañana?
¿Cerrar los ojos y empezar desde la nada?

Y lo peor es que es cierto,
que quiero y no puedo,
que volvería contigo sin dudarlo un momento.

Pero me respeto, ¿sabes?
Que he podido equivocarme
pero que quiero seguir adelante.
Que te sigo queriendo, vale,
pero intacto sigue mi orgullo.

Mi conciencia limpia,
sin ningún prejuicio,
que tú has hecho lo que has querido
pero allá tú con tu sino.