am[arte.]

[130.]

Necesito una conversación real. Una de esas de no dormir. Una de esas de madrugada.

Una conversación sobre religión, sobre el origen del universo, sobre lo que nos gusta en la cama, sobre por qué nos da miedo el amor, sobre por qué me da miedo el viento.

Necesito una conversación como las de antes. De las de desnudarse el alma y quitarse el armadura. De las de hablar d aun solo beso durante una noche entera. De las de hacerse promesas y decir "quédate".

Recuerdo cuando hablábamos así. Recuerdo mis manos temblando sujetando el estúpido móvil, esperando que en la pantalla saliese tu nombre mientras fingía hacer otras cosas para tardar un poco en responder. Como si hubiese algo más manteniéndome despierta aparte de ti, cuando ambos sabíamos que no.

Recuerdo cómo me hablabas de tus inseguridades, y yo no lograba entender que te sintieras inseguro. A mí me encantaba todo. Tus ojos verdes, tu pelo despeinado, tu voz de recién levantado y tu estúpida torpeza. Incluso esa pizza por accidente chamuscada, también.

Ahora hay mucho que hablar y al mismo tiempo está todo dicho. Supongo que por eso a penas nos hablamos. Y no me malinterpretes, no es que quiera volver a lo que teníamos antes, ni mucho menos.

Es solo que por tu culpa (o gracias a ti) sé lo que es hablar de verdad, s é lo que es confiar en alguien ciegamente, sé lo que es besar sintiendo mariposas en el estómago -como aquella noche en mi habitación-. Y ahora creo que no voy a conseguir eso de nuevo. Estoy llena de miedo desde que te fuiste, o me fui, o sabe Dios qué.

Así que gracias, porque me enseñaste o que es la sinceridad, lo que es abrirse sin tapujos, lo que es querer sin atmósferas.

Y al mismo tiempo que te jodan, porque dejé de ser capaz de todo es cuando te fuiste.

O mejor dicho, cuando me dejaste ir.

Gemitapatatatatata, Lo que el miedo no quiso que te dijera.

(Wattpad.)