am[arte.]

[48.]

Y bueno, que aquí estoy
en la cama sola
con el corazón en la mano
y el móvil en la otra,
esperando un whatsapp tuyo
y a la vez deseando silencio absoluto.

Bah.
Paso y me voy,
sé que me merezco algo mejor.
Que la indiferencia es la mejor venganza,
y el olvido el peor dolor.
Que ya mordí de esa manzana,
y Dios, no pienso cometer el mismo error.
Que es cierto que hay más peces en el mar
y que dudo que alguien me trate aún más mal,
y que igualmente,
prefiero estar sola que mal acompañada,
que ya sabes, dime con quién vas
y te diré dónde acabarás.

Y te aseguro
que el infierno es un lugar más seguro
que yo a tu lado con unas gotas de cianuro.

Que sí,
que lo siento,
que ya no te veo
como mi Romeo,
que nadie sabe que ese es un romance
que dura cuatro días
y acaba con todos muertos.

Y que te diría que es mi culpa
y todo ese rollo de no eres tú,
soy yo,
y que te pido perdón,
pero es que no es cierto,
que sería mentira no admitir
que sabes caer mejor
cuando no tienes que cargar con el muerto.