Capítulo 34 - La elección de Sting

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Sting POV

- Sting, espera —me giré, ella se dirigía hacia mí pero entonces se paró en seco y se agarró el abdomen con una expresión de dolor.

- ¿Qué ocurre? —me acerqué a ella— ¿Te duele?

- U-un poco... —dijo con la misma expresión de dolor.

- ¿Por qué no vuelves a la cama?

- Será lo mejor... —comenzó a dirigirse hacia su habitación pero entonces al igual que en el jardín del gremio, se mareó y perdió el equilibrio aunque de nuevo la sostuve. Toqué su frente y volvía a tener fiebre.

- Estás muy débil Lucy, ¿por qué no le pediste a alguien que cuidara de ti?

- Porque no me encontraba tan mal... Además no quiero molestar a nadie... —la cargué con cuidado sorprendiéndola y la llevé hasta la cama— Sting... —dijo desviándome la mirada— Quédate aquí esta noche... No quiero estar sola... Así no puedo cuidar de Layla...

- ... —la miraba fijamente en silencio pero ella volvió a desviarme la mirada un poco sonrojada. Madre mía pero qué linda... ¿Hace cuánto que no consigo hacerla sonrojar así?— Tienes razón, no puedo dejarte sola así, me quedaré.

- Gracias.

- ¿Quieres que me lleve a Layla?

- No hace falta.

- Como quieras —me giré para marcharme pero entonces ella me llamó.

- Sting...

- ¿Sí?

- Si Tabatha es inocente entonces... ¿Quién fue...?

Salí unos segundos de la habitación y le entregué un documento el cual comenzó a leer, parecía sorprendida, supongo que ya se dio cuenta de que era el informe oficial sobre el secuestro e intento de asesinato.

- Todo fue planeado por Fergus, el marido de Tabatha. Creía que ella le estaba siendo infiel conmigo además el amor que siente ella hacia mí solo fue fomentando su odio hacia ambos hasta que finalmente decidió vengarse de los dos. Su magia le permite cambiar de apariencia por lo que se hizo pasar por su mujer para que la apresaran mientras que a mí me destrozaba la vida quitándome a las personas que más quiero en el mundo —resumí.

- Vaya... Esto es bastante impactante... Ni si quiera me lo creo todavía... Hasta hace solo unas horas estaba convencida de que había sido ella.

- Tabatha nunca te haría daño Lucy... Fue lo que dijo tras beber suero de la verdad, ni a ti ni a Layla, ni si quiera te odia. Puede llegar a ser bastante traviesa... Pero te aseguro que no es el demonio que todos hacen que parezca.

- ... Pero entonces... La ataqué sin motivo... —comenzó a sentirse un poco culpable.

- No pasa nada, te hicieron creer lo que no era, ella lo entiende.

- Ah... —suspiró.

- Duérmete ya ¿vale? Necesitas descansar.

- Sí...

- Buenas noches.

Tras eso salí de la habitación y me dirigí hacia la mía donde Lector dormía plácidamente. Intenté dormirme yo también pero me resultó imposible, tenía demasiados pensamientos rondando mi cabeza además me resultaba muy extraño dormir sin Lucy aunque lo era mucho más sabiendo que estaba en la habitación de al lado pero no podía dormir con ella. Cansado de dar vueltas, me levanté en mitad de la noche para beber un poco de agua, estaba preocupado por Lucy por lo que no pude evitar entrar en su habitación. Abrí la puerta con mucho cuidado de no despertarlas y me dirigí hacia Lucy, se encontraba dormida boca arriba, tan linda como siempre. Sus mejillas estaban sonrojadas y sudaba un poco por lo que toqué su frente para comprobar su temperatura, y efectivamente, su fiebre había aumentado bastante. De nuevo cogí paños y agua fría, cada cinco minutos volvía a mojar el paño y volvía a colocárselo en la frente pero al final se despertó.

Unpredictable Love (Stinglu fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora