v a m p i r e

B l a c k T e a r s

Habían pasado siglos desde que el "ex" Angel habían sido desterrado del cielo. Su vida era merodear por toda la tierra, aveces observaba desde lejos la vida de los humanos.

Había estado presente en diferentes situaciones.

En el siglo XV, siglo en el que él era amigo de Dracul, Rey de Transilvania y la condesa Elizabeth Batory . Dos vampiros que habían marcado una gran fila de grotescas muertes.

Al dejar de ser un Angel, todo lo bueno se convierte en horror. Y Hyuk lo sabía muy bien, dentro de el, ya no había bondad o felicidad. Solo una infinita soledad y asco hacia la raza humana que alguna vez debió proteger.

- Si de verdad quieres asegurar tu reinado, deberías planear mejor tu estrategia.

Había regresado de hacer un intercambio con el Rey Dracul. La cabeza de uno de los más grandes enemigos de Dracul estaba en su mesa. Hyuk lo sostenía de los delgados mechones de cabello rubios.

- Empiezas a caerme bien niño.. - decía mientras tomaba la cabeza entre sus manos y la inspeccionaba.

- ¿Niño? ¿Sabes la edad que tengo?- insinuó Hyuk, mirando retadoramente a Dracul. La condesa se acercó a Hyuk y lo tomó del saco obscuro a punto de querer hacerle daño, más este no se dejó y la tomó por el cuello. La duquesa de un golpe alejó su mano del cuello y retrocedió malhumorada.

- Tengo más de 500 años. No hago tratos con humanos, ya te consedí la inmortalidad. Goza de ser un vampiro, pero no olvides de pagar. - Hyuk, llevó sus manos dentro de los bolsillos de su pantalones y después salió de ahí llevándose las almas de aquellos dos licántropos.

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Después de media noche, Dracul y su novia Elizabeth salieron al pueblo y dejaron un sin fin de cuerpos. Los aldeanos enfurecidos, tomaron antorchas e incendiaron su fortaleza, dejando ambos cuerpos achicharrados. Hyuk, sonriendo con malicia mirando todo desde lejos, se alejó y se mezcló entre los árboles del bosque, dejando a la gran multitud hacer añicos el lugar.