v a m p i r e

Back to normal

El otoño había convertido el fraccionamiento en un cementerio de casas vacías. Las hojas secas crujían bajo los pies de Lumen, pero ningún otro sonido rompía el silencio. Ni niños, ni perros, ni vecinos. Solo el viento susurrando entre las ventanas rotas.

Hyuk apareció frente a ella, las manos llenas de hojas muertas.
- He terminado -dijo, demasiado rápido para ser humano.

Lumen asintió, secando el último plato. Lo había visto cazar ciervos en el bosque, pero nunca humanos. No desde aquella noche en el baño. Desde que el anillo lo electrocutó por casi morderla.

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18°C

La vida humana se le hacía fácil a Hyuk. Demasiado.

- Aprendió a usar una toalla después de bañarse (aunque el agua caliente le quemaba la piel sin sangre).
- Ayudaba a lavar los platos (pero rompía los vasos al apretarlos sin querer).

Pero la sangre... eso era otro asunto.

Las mejillas rosadas de Lumen, el pulso en su cuello... ¿Cómo no obsesionarse? Hyuk la observaba sin pestañear, imaginando el sabor. No era su culpa. Era como pedirle a un lobo que ignorara el olor de la carne fresca.

- Me daré un baño -mintió, alejándose antes de que su control cediera.

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La puerta entreabierta. El vapor saliendo como un fantasma.

Hyuk estaba temblando en el suelo, la camisa abierta revelando moretones violáceos. ¿Autocastigo? ¿Efecto del anillo? Lumen tocó una herida.

-¿Qué te sucede?

Él alzó la mirada. Ojos carmesí.

En un segundo, la tenía contra la pared, los colmillos a centímetros de su garganta. El anillo electrocutándolo, pero esta vez no se detuvo.

- ¡Hyuk! -gritó, pero él solo gruñó, luchando contra el collar y su propio instinto.

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La sangre de Lumen sabía a culpa.

Hyuk la soltó como si la hubiera quemado. Ella, jadeando, le ofreció una servilleta con mano temblorosa.

- ¿Te sientes mejor?

Él no respondió. ¿Cómo explicar que cada gota la acercaba a perderla? Se limpió la boca con el dorso de la mano y huyó.

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4°C - 6:23 p.m. - Martes

Pasaron días. Hyuk no salía de su habitación.

Lumen apoyó la frente contra su puerta.

- No importa lo que pase, elijiría quedarme contigo -susurró.

Dentro, algo se rompió. Un espejo. Un jarrón. O tal vez su resistencia.

El teléfono de Hyuk vibró en el escritorio: <<Lumen: 7 llamadas perdidas>>.

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"El Consejo Superior puede hacerme humano, pero nunca tendré alma.

Solo seré un monstruo sin inmortalidad, sin hambre... pero vacío.

¿Y si al cambiar, ya no la quiero?

[...]

El espejo se estrelló contra la pared.

No había reflejo que romper.

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Lumen recogió los cristales rotos bajo la puerta. Cada uno reflejaba una versión distorsionada de su rostro.

Afuera, la última luz del atardecer se apagó.