(POV. Darden)
Por la noches, no paraba de tener sueños donde yo veía diferentes ángulos del cuerpo de alguien.
Algunos sueños solo eran fragmentos de esos ángulos, cómo aveces solo los labios y estos no decían nada solo se escuchaba su respirar. Otras veces eran unas manos, estas estaban solamente a los lados del torso de la persona, la mayoría eran sueños con el respirar de alguien, parecía tan real y creo que es una de las razones por las que recuerdo muy bien los sueños.
El día era nuboso, lo cual era normal aquí. Me desperté y coloqué mis pantuflas moradas, me hize una coleta de caballo y me encaminé hacia el baño.
Una vez ahí lavé mis dientes y enjuague mi rostro, me miré al espejo veía esas ojeras moradas marcarse demasiado así que coloqué un poco de maquillaje. Luego me cambie de ropa por una más cómoda dentro de casa.
Bajé las escaleras y pasé dos panes a la tostadora, saqué el tarro de nutella del refrigerador y también corté una banana. Coloqué por último el cuchillo para embarrar los ingredientes. Mientras la tostadora hacía su trabajo, fui a la sala ya que mi laptop se encontraba ahí.
Trabaja en casa, tenía que terminar de escribir un libro. Recientemente había sacado uno sobre desamores a lo que muchas lectoras se identificaron con éste y fue un leve éxito.
Mi segundo libro estaba en proceso, y aún buscaba inspiración. La situación de ayer me dejaba pensando en muchas cosas que me robaban tiempo, tal vez tantas preguntas por el tema no sean una buena idea, después de todo el vampiro me dejó vivir. Me hacia pensar más sobre el porqué no de su motivo, el ruido de la tostadora me sacó de mis pensamientos. Y enseguida fui a hacer mi desayuno.
Las gotas de lluvia empezaron a caer fuertemente sobre Portland y me obligó a poner un suave y largo suéter de lana sobre mi simple blusa sin mangas, mis pantalones cortos negros apenas se notaban por lo largo de este.
Una vez con mi desayuno en mano, deje el plato aún lado de la laptop y una taza de café con leche en mis manos. A mi lado derecho estaba el otro mueble y detrás de el una ventana con las persianas abiertas dejándome ver el árbol ya sin hojas moverse por el viento.
Noté a un hombre del otro lado de la banqueta, sólo y en medio de la lluvia. No tenía ningún paraguas, quise brindarle uno así que fui hasta el otro extremo de mi hogar y tome uno de color amarillo. Me coloqué un impermeable del mismo color y cambie mis pantuflas por unas botas azules.
Abrí la puerta de mi hogar y me coloqué el gorro del impermeable. Al volver a mirar al hombre pude ver que me parecía familiar.. Al agudizar mi vista pude observar de quien se trataba. Así que corrí hasta él en medio de la lluvia, al llegar abrí el paraguas y lo cubrí con este, al ser más alto tuve que colocarme en puntitas y así cubrirlo. El notó mi esfuerzo y tomó por si solo el paraguas.
- ¿Cómo sabes donde vivo?
Mi pregunta le hizo gracia, rió por debajo y me miró con esos inusuales ojos grises.
- Te seguí.. Me daba curiosidad.. Saber donde vivías.. Y si llegarías a salvo. - musitó, su voz se volvió más profunda de lo normal y también algo cariñosa.- Me pareces.. Fascinante, en la forma que eres.. - habló y me miró profundamente. Mi mente aún no entendía cómo es que todo pasaba tan rápido. Mi respiración se volvió pesada y miré hacia cualquier lado menos a él, Entonces colocó su mano en mi cabello y puso un mechón detrás de mi oreja derecha.
Retrocedí un poco y el lo notó.
- Entra, te enfermaras si no te calientes un poco.
Iba a responder pero en cuanto llevé la mirada hacia él, ya no estaba y en mi mano se hallaba la sombrilla.

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v a m p i r e
VampirDrácula jamás fue un ser tan entretenido. Derechos reservados por Jellyfish Entertaiment © PROHIBIDA SU ADAPTACIÓN, HISTORIA, COMPLETAMENTE ORIGINAL Y PROTEGIDA MEDIANTE LAS LEYES DE DERECHOS DE AUTOR, A NIVEL INTERNACIONAL NO SE ACEPTAN PERMISOS...