N i g h t m a r e s

33 4 0
                                    

(POV. narrador )

La chica respiraba con dificultad, podías ver su pecho subiendo y bajando, y los latidos de su corazón a mil por minuto. El chico que conoció la mataba, el le dijo que no la dejaría pero no lo cumplió, ahora ella llora afligida, cae al frío suelo y siente como su cuerpo se congela y sus lágrimas se vuelven hielo, incrustándose en sus mejillas rojizas.

A la altura de sus ojos, vio un par de zapatos blancos, tan blancos como la nieve. Era Jekyll, la miró con ternura y compasión, tomo su mentón y lo alzo hacia él y las lágrimas de Darden cesaron.

Se escucharon las pisadas de alguien detrás de ella, y al mirar vio unos zapatos tan negros como la ceniza, este se agachó hacia ella y de un momento inesperado abrió su enorme boca y atacó a la chica masticandola como chicle.

la pesadilla fue tan real que incluso al caer de la cama del susto, sentía como su mente seguía jugando a devorarla a sustos.

El vampiro la levantó, este la vio temblar y forsegiar su agarre, aun insistiendo tratando de no lastimarla la acercó a él y dejo que sollozara en su pecho hasta calmarse. Así estuvieron ambos en el suelo, en medio de una noche nocturna hasta que la pequeña humana calmara.

El vampiro no tenia que preguntar, lo sabia muy bien. El estaba en la mente de la chica, y sentía la culpa consumirlo al saber que él era su pesadilla.

Era temprano en la mañana, y ambos estaban despiertos, listos para marcharse de lo que antes pudo ser seguro. Darden no había dicho ni una palabra desde la pesadilla, solo se alistaba lentamente mientras el vampiro llenaba de comida una maleta, la única que llevarían ya que seria una partida con un rumbo largo.

La niebla no ayudaba ni un poco, esta hacia que la alergia de Darden empeorara, está llevaba un cubre boca blanco cubriendo su rostro caído. El vampiro abrió la puerta y dejó caer el domo, dejando entrar un feroz viento helado que sacudió algunas cosas dentro de la casa. Darden salio primero evitando la mirada del vampiro, este la colocó encima de su espalda mientras que ella cargaba la única maleta que llevarían, y en un movimiento fuerte el vampiro escalaba la montaña, llegando en poco tiempo a la cima. Una vez ahí, bajo a Darden de su espalda y checo su estado, esta no decía nada y dejaba que el vampiro la cuidara con su mala inexperiencia.

- Duerme, será un viaje muy pesado- dijo llevándola de nuevo a su espalda, a lo que ella no respondió y solo obedeció, escondiendo su rostro entre su melena castaña clara.

Pocas horas pasaron, y ahora la chica yacía en el piso de la naturaleza, el vampiro había parado en un bosque, entre los arboles colocó una fogata para calentar a Darden, y se alejó a una distancia razonable para no sentir su frío. Él no apartaba la mirada de la chica desde que se apartó de su lado, escuchaba la paz de esta y eso lo calmaba. Calmaba a su demonio.

La humana despertó, y miró su entorno confundida de donde se encontraba, y aun más extrañada estaba al ver a Hyuk tan apartado de ella. Notó que estaba cubierta de una manta verde obscuro, esta se colocó de rodillas y apartó la manta de ella, sentía el calor en su piel, pero algo en ella gritaba por la comodidad del vampiro. Ella negó mil veces el estar pensando en algo así y se limitó a hacer contacto con él.

El vampiro rió por debajo, después de todo el estaba en la mente de Darden, misma que se dio cuenta y ruborizó en grande a la par de sentirse molesta por la falta de privacidad.

Hyuk se puso de pie delante de la chica, dejando ver su gran altura, este se agachó hacia Darden colocando ambos pies pegados a la tierra mientras sus manos cubiertas por unos guantes tocaban el cálido rostro de la chica. Hyuk le arrebató el cubre boca de su rostro a lo que ella trató de tomarlo de nuevo y ocultar su enfermo mal estar, más el vampiro la detuvo y tomo su quijada alzándola hacia él, esta tenia un fuerte rubor en sus mejillas al igual que unas pecas rojas a causar de la alergia.

- Necesitas tomar las píldoras - habló Hyuk en voz baja mientras buscaba entre la maleta las píldoras de la chica. - Ya lo hize - replicó ella dándole el frasco que escondía en su abrigo. Hyuk volvió a meterlas dentro de la maleta y examinó el rostro de Darden, pero ella apartó sus grandes manos de su rostro.

- Las pecas rojas siempre han sido una piedra en muy camino..- dijo recordando doloras memorias del pasado que el vampiro pudo ver.

- Me gustan - respondió honesto. Darden abrió sus ojos en sorpresa y sonrió sin darse cuenta. - Creo que son bellas, nadie más las tiene y no hacen más que solo estar en tu rostro.- llevó su mano las mejillas de Darden y acarició estas acercándose hasta chocar su respiración, a ese punto la chica estaba con un rubor cubriendo su rostro y con sus hombros temblando. El vampiro dejo un beso en la frente y estas pecas cesaron. Darden no lo noto, sus grandes y redondos ojos estaban sobre el vampiro, en un momento inesperado (incluso para ella) se abalanzó sobre el chico, abrazando su torso.

- Eres Jekyll - dijo escondiendo su rostro en su abdomen.

- Eso intento..- los ojos rojos aún estaban en su rostro, pero sus intenciones eran lejos de ser hostiles, era un perro salvaje siendo domesticado.

Hyuk la cubrió entre sus brazos ocultándola del resto, como si no quisiera mostrarle a nadie su tesoro. Con miedo de que la chica se apartara de él, un miedo que el desconocía pero lo sentía muy bien.

La chica cayó dormida en el abdomen del vampiro, a pesar del frío tacto ella no se movió ni un poco al igual que él.

v a m p i r eDonde viven las historias. Descúbrelo ahora