D A I N T I N E S S

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La delicia de su sangre me condena, cada segundo que pasa me vuelvo mas prepotente sobre ella, sabia que pasaría en cuanto la conocí pero no importa cuando me contenga, no tiene caso.. estoy condenado.

Las noches pasaban, las hojas caían y volvían a crecer, pero ella seguía junto a mi. ¿Porque soy ta desdichado? es como tener un majar delante de tus narices pero.. no poder tomarlo. Suplico poder ser digno algún día, de ser libre de este infierno. Estoy dividido pero mi "yo" ya no responde, el chico malo saldrá en cualquier segundo.

Los días pasaban, entre más tiempo pasaba más empezaba a perder el control sobre ella, los momento juntos cesaron, la mayor parte del tiempo me contenía en el estudio de lo que era mi habitación no podía dejar que ella me viera desmoronandome en pedazos. ¿desde cuando su sangre se volvió tan deseable? juro que cuando ella esta cerca siento un alivio y al mismo tiempo una sensación de perder la cordura en cualquier tiempo. Cada noche me acerco hasta su habitación, pareciera que la paz habita en ella aunque no fuera así, pasé mis yemas de mi mano sobre su rostro hasta llegar a sus manos que se encontraban en una posición un poco extraña mientras dormía, ella frunzo en ceño al sentir mi temperatura chocar con la de ella, me incline y deje un suave beso en su mejilla. Di media vuelta caminando a pasos sigilosos hasta la puerta mas sentí como su mano tomo mi muñeca deteniéndome de golpe.

- Quédate..- 

- Sabes que no puedo - tomé su mano y las estruje un momento dejándola ir. Di unos pasos y sentí como mi garganta se cerró dejándome caer sobre mis rodillas mientras mis manos estaban al rededor de mi cuello, mis instintos hablaban otra vez, reclamaban sobre ella. Darden corrió y se quedo delante mio, me miro directamente a los ojos, y la expresión de preocupación se desvaneció de su rostro, tomó una aguja y la enterró profundamente en su muñeca derecha dejando brotar la sangre de manera que empezaba a chocar contra el duro suelo. 

Me contuve dejando una mano sobre mi cuello y la otra tratado de apoyarme sobre la esquina de la puerta, me levanté a pasos lentos, y Darden seguía delante mio con su brazo extendido decía algunas palabras pero el dolor intenso me impedía escucharla solo podía verla acerarse más y más a mi. No podía dejarla hacer eso, mas sin notarlo ya me encontraba en el piso de nuevo, Darden sin dudarlo se acercó y veía su rostro preocupado y las lagrimas caer, como pude acerque una mano a su rostro y seque sus lagrimas, ella me miraba sin decir nada y su rostro parecía estar adornado de estrellas con una mirada inocente como siempre. 

Mi cuerpo ahora parecía estar sobre ella, era la audiencia en mi propio cuerpo, sabia que ahora el que gobernaba no era yo, ya no más pero, era la única forma para poder estar con ella para siempre. Mi boca estaba a solo centímetros de su cuello, deje salir un suspiro muy pesado y sin verlo venir mis colmillos estaban dentro de su piel, absorbiéndolo casi todo, cada gota que absorbía era un elixir, ninguna sangre fue así de exquisita, ninguna era igual a esta, ni siquiera en todos estos años que estuve vivo. No tiene comparación. 

Mis pensamiento cesaron al sentir su mano en mi abdomen estrujando mi camiseta, me detuve y mire la escena, sus lagrimas caían y golpeaban con el duro suelo y su piel rosada ahora era muy lechosa, podía ver como mi ADN brotaba en su interior y la transformación hacia efecto, podía ver que tan doloroso era para ella, pero no me movía mi cuerpo no respondía. Poco a poco sus sacudeos cesaron, su cuerpo descansaba, su ultimo sueño, la tome entre mis brazos y la deje sobre la cama, me quede a su lado hasta su despertar.

v a m p i r eDonde viven las historias. Descúbrelo ahora