Dayan Dark es una mujer de 21 años que carga con un peso bastante grande, un rencor hacia su padre que no sabe si en algún punto de su vida podrá dejar, abandonada por su madre y dejada en el lugar de sus pesadillas, su vida se ha convertido en un...
Había pasado una semana muy ajetreada, buscando trabajo y una universidad, mi padre junto a Demian me habían exigido que buscara una universidad.
Así que prácticamente mi semana ha sido de trabajo a universidades, Nat ya estaba trabajando y Steven igual. Yo era la única que no conseguía, y el porque ni yo lo sé.
Sólo ha pasado una semana y ya me siento exahusta y enojada, frustrada y todo lo que términe en "ada".
Miro a Abby acostadita en su oso de peluche favorito
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Demian se lo había comprado para cuando estuvieran en sus tardes de padre e hija, como la de ahora, sólo que me colé yo, entonces sería tarde de padre e hija ah y tía.
-Tengo helado, gomitas, cosas de picar y ya pedí la pizza está por llegar-llega a mi lado y se sienta. Me enderezco y me acomodo de tal forma que quedo como bebé en sus brazos y a pocos centímetros de su boca. Sonríe y su mirada conecta con la mía, teníamos tanta confianza que podría andar desnuda frente a él si tan siquiera importarme, bueno si supiera lo de las cicatrices, pero él no lo sabe aún.
-¿Que película veremos?-seguimos en la misma posición sin apartarnos.
-¿Donde están las rubias?-sonríe. En eso tocan la puerta obligandonos a separarnos de la comodidad en la que estábamos. Demian se levanta y va hacia la puerta desapareciendo así de mi vista.
Antes me preguntaba si Demian y yo estabamos destinados a estar juntos, a ser algo más que mejores amigos, pero apareció Zoe y con ella mis pensamientos de que podría ser feliz a su lado.
-La pizza está aquí- salgo de mis pensamientos para prestarle mayor atención al amor de mi vida.
-Oh amor mío, te extrañaba tanto-dramaticé- cuánto te amo- besé una porción y me volví a acurrucar como estaba.
-Hey!, me contó un pajarito sobre una cita-me sonrojé al instante.
-Deja de drogarte, los pájaros no hablan- sonrío inocente.
-¿Sabes a donde te llevará?-niego con la cabeza- ¿sabes como irás vestida? Y no me contestes negativamente-sonreí y volví a negar. En ese momento se levantó del sillón sacó su teléfono y lo marcó
Llamada telefónica
-Aló
-Oli bonito- saludo
-Ostia tío que no me llames así- su tono era molesto.
