Twitter || Zayn M.

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Fuiste y serás, lo más especial en mi vida...

Megan.

El pasar del tiempo me había enseñado muchas cosas, aprender de esos tropiezos y levantarme con voluntad, porque, ya no era más la chica de diecisiete años, ahora era una chica de veintiún años y a horas de cumplir los veintidós.

Para contar desde lo ocurrido con Zayn años atrás en mi casa, hasta ahora, donde ambos simplemente no mantenemos comunicación, podría lograr escribir un libro, pero las cosas en un resumen, habían acabado luego de unos meses de lo ocurrido.

La historia larga, luego de haber sucedido todo esto, empieza un año y medio atrás.

Había decidido mudarme sola, quería tener privacidad, quería tener mi propio espacio, yo ya podía costeármelo sin ningún problema, todos estuvieron de acuerdo, y así empezó la cosa. Yo, estando sola y con muchas ideas rondándome.

Comencé a desarrollar una especie de odio hacia mí, exactamente en mi físico.

Odiaba esa sensación de sentirme tan mal cuando veía fotos de Zayn y ella sujetándose de la mano, esa sensación de que yo no era nada en comparación a la linda modelo y que él, me habida dejado por eso. Tantas ideas se me cruzaron en ese momento.

Todo fue un caos en aquel entonces, así lo sentí en mi vida.

Iba comiendo, vomitando, dejando de comer por días, yendo por lo peligroso y fácil, pero nadie lo notaba, tal vez me ganaba una que otra mirada de mis amigos por empezar a ir con ropa holgada a la universidad, pero eso era todo.

Nadie decía nada. Nadie sospechaba nada.

Hasta que llegó un momento en el que empecé a preocuparme, llegaba un momento en que no podía levantarme de mi cama, no podía sostenerme, y cuando quería comer algo, no podía retenerlo por mucho tiempo, lo vomitaba involuntariamente.

Las cosas se me habían escapado de las manos, y tuve que recurrir a la ayuda de mis padres y a la ayuda de un psicólogo.

Y así lo hice, porque ya no quería seguir pareciendo algo que no me agradaba ni a mí misma, yo solo quería volver a ser yo misma.

Empecé a ser lo que me gustaría parecer.

El trabajo fue en conjunto, en el apoyo de mis padres y de mis mejores amigos, ellos me motivaban y yo me sentía mejor. Vi mi error, lo emendé y estoy feliz con eso.

Desde aquel entonces, solo empecé a tomar mejores decisiones, ya no más en estar pendiente a su vida, porque ahora me tocaba a mí, de estar pendiente a la mi.

Hay que dejar de dar poder al pasado de pintar el presente.

Aquellas frases me hacían entrar en razón, porque eran demasiado ciertas.

Y hoy, no quería arruinar el maquillaje que traía o sentirme triste en recordar aquellas cosas, porque había algo más interesante que hacer.

Hoy cumplía veintidós años.

Si, el tiempo corría.

Con veintidós años, a unos meses de acabar la universidad, con un buen trabajo y personas que alegran mis días.

Doy una última mirada a mi atuendo, un conjunto entero de color negro, un choker negro lo complementaba y por ultimo unos zapatos con tacón. Lo lindo de este atuendo es que es cómodo de llevar y el defecto es que traía los hombros y brazos cubiertos.

De igual manera, me siento bien conmigo misma al verme en el espejo. Esto es lo que quiero siempre, sentirme bien y segura de mi misma.

-¿Lista? -Entra casi corriendo Helena, me rio al verla mordiendo su labio en señal de nerviosismo.