Una vida en Osadía

Día de Visita

Cuatro POV

Al final pasé a la segunda fase. Quedé primero en la clasificación y Zeke y Shauna en tercer y cuarto lugar, respectivamente. Habían pasado ya cuatro semanas desde el día de la Elección. Me sentía que ya encajo aquí. Tengo muchos amigos a los que aprecio y me gusta Osadía.
El mismo día que nos dieron las clasificaciones, nos dijeron que nos darían tres días de descanso, y que a partir de ahí comenzaría la segunda fase del adiestramiento. Amar, poco antes de saber la clasificación me dijo como sería la segunda fase y me dio algunas pautas que debería seguir si quería que no me descubrieran.
Hoy era el Día de Visita. En que consiste este día? Bueno, sencillamente, los padres de los que pasamos vienen a visitarnos aquí, a Osadía, y pasamos el día con ellos ya que los que no son nacidos en Osadía solo pueden ver a sus padres este día. Sé que mi padre no vendrá, aunque no me importa, prefiero que no venga.
Me levanto con los demás iniciados a las nueve ya que los padres vienen a las diez menos cuarto. Aunque mi cara no refleja la misma felicidad que la de ellos. Me visto y me voy a desayunar. Después del desayuno vendrían los padres. Al terminar me despedí de Zeke y de Shauna, ya que ellos si que tienen familia, y aunque sean de Osadía, hace mucho que no les ven.
Voy caminando por el complejo cuando me encuentro a Tris.
- Hola Tris
- Hola Cuatro
- ¿Que haces por aquí tú sola?
- Zeke y Uriah están con sus padres, al igual que Lynn, Shauna y Héctor, y Marlene se fue con sus padres también.
- ¿Y tú por que no estás con tus padres? - vamos caminando hacia el Pozo y nos paramos en la barandilla que hay arriba, desde donde se ve a todo el mundo abajo con sus familias.
- Lo mismo te podría preguntar yo a ti
- No creo que mi padre venga aquí
- ¿Por qué?
- Simplemente no nos llevábamos bien
- ¿Y tu madre?
- Murió cuando tenía seis años
- Lo siento
- No tienes que disculparte, no fue tu culpa. Y ahora respóndeme tú a mi. ¿Por qué no estás con tus padres?
- Por el simple hecho de que yo los veo todo los días, al igual que a mi hermano.
- ¿Tienes un hermano?
- Sí
- ¿Como se llama?
- Caleb. Tenemos la misma edad, aunque él es unos meses mayor que yo
- Si la hermana pequeña tiene instintos suicidas, el hermano mayor será peor.
- Sigues siendo muy gracioso Cuatro. Pero no creas. Mi hermano y yo nos parecemos tanto como tú y Eric, así que mucho
- Ahora la graciosa eres tú - veo como sonríe
- A mi hermano Caleb le gustan los libros, la ciencia y todo eso. Si lo vieras creerías que es un erudito, pero al ver su ropa dirías que es imposible.
- Así que dentro de dos años escogerá Erudición
- Lo más seguro. Lo de erudito lo ha sacado de mi padre, yo he salido a mi madre.
- Osea que tu padre era de Erudición
- Sí
- Y si tú dices que te pareces a tu madre, debo suponer que ella es nacida en Osadía
- Supones bien
- Entonces que Tris, seguirás los pasos de tu madre o no
- Lo descubrirás dentro de dos años. Ahora háblame de ti. Ya te has enterado de muchas cosas de mi vida y yo lo único que sé de ti es que tu apodo es Cuatro, vienes de Abnegación, tu padre es de allí, no tienes madre y se te dan bien los combates cuerpo a cuerpo y el manejo de las armas.
- ¿Y tú como como sabes eso último?
- Me gusta observar a la gente, y más si veo que alguien que viene de Abnegación se le da tan bien y va primero en la clasificación
- Se te hace extraño
- Sí, aunque también me fascina
- Así que tengo una admiradora
- En tus sueños. Así que venga, cuéntame algo de ti
- ¿Y qué quieres saber?
- Me da igual. Cuéntame lo que quieras
- Está bien. Sabes que vengo de Abnegación, criado con las costumbres estiradas
- Aunque no lo parezcas
- Mi padre es de allí, no tengo buena relación con él, le odio más bien. No tengo hermanos, decidí Osadía porque era la facción que me trasmitía libertad, se me da bien los combates y el manejo de las armas, como tu muy bien sabes. Mis mejores amigos son Zeke y Shauna, son con los primeros que estuve y gracias a ellos estoy con todos vosotros
- Oh que bonito
- Sarcasmo ¿verdad?
- Mira, ya me vas conociendo poco a poco
- Hombre ya sé dos características que te definen
- ¿Cuales?
- El instinto suicida y el sarcasmo
- Ja ja. ¿Y sabes cuales son las tuyas?
- No
- La gracia que no la tienes y la inteligencia que tampoco la tienes
- Muy graciosa
- Mira, ya tienes la tercera característica. Si te digo que dentro de poco me vas a conocer tú mejor que yo misma
- Puede ser
- En fin. Cambiando de tema, ¿cómo se sientes en Osadía?
- Muy bien. Más cómodo que en Abnegación
- ¿Por qué?
- Porque no encajaba allí. No era demasiado altruista y no me gustaba no llamar la atención
- Claro, por eso vas el primero. Quieres que se te haga notar - ahora lo entiendo todo
- Mira, ahí está la gracia. Lo que quiero decir es que no me sentía cómodo allí, no tenía libertad, y por eso escogí Osadía.
- Pues me alegra que lo hayas hecho
- ¿A si?
- Pues claro. Aunque no lo parezca me caes bien y te considero un amigo
- Mmm. Que pena que el sentimiento no sea mutuo
- Idiota - y me pega un puñetazo en el brazo
- Pegas fuerte
- Te sorprenderías de la capacidad que tengo
- Así que lo mejor es no meterse contigo
- Exacto
- Lo tendré en cuenta
- Así me gusta - dice y nos empezamos a reír
Después de esa gran charla estuvimos observando como poco a poco las familias iban dejando el abismo para ir con sus hijos y visitar el completo.
- Bueno, que quieres hacer? - me pregunta
- Cómo que que quiero hacer?
- Sí. Ahora que todos están con sus familias divirtiéndose y hablando nosotros también podemos
- Y que sugieres
- No sé. Quería hacerme un tatuaje
- Muy bien, te acompaño
- No tienes porque hacerlo
- Insisto. Además, no tengo otra cosa que hacer
- Vale, pues gracias
- Ya me devolverás el favor algún día
- Algún día
Nos reímos y nos vamos del abismo hacia la tienda de tatuajes.
- ¿Y qué piensas hacerte?
- Ya lo verás
Cuando llegamos, Tori le empezó a hacer el tatuaje a Tris. Después de 20 minutos terminó.
- Muy bien, dijiste que me lo enseñarías - le digo
- De acuerdo
Se da la vuelta, se aparta el pelo y puedo ver que el nuevo tatuaje está por la espalda, debajo del hombro y es el símbolo de Osadía.