- No irás a saltar, verdad? - le pregunté Se giró y me miró. - No - dijo y sonrió - ¿Me puedo sentar? - pregunté - Claro Solo se oía como el agua bajo nuetros pies se movía. - Y, ¿dónde estabas? - Con mi madre - Y, ¿dónde fuisteis? - Veo que quieres saber todo. En fin, mi madre me preguntó si quería acompañarla a una reunión que tenía y accedí - ¿Y de que iba la reunión? - Era una reunión de líderes - ¿Y para qué fuiste? - Para acompañar a mi madre y que no estuviera sola - Ahh Mi curiosidad iba a más. - ¿Y era una reunión de todas las facciones? - No, solo de una - Y de cual - Abnegación Me puse rígido. Si la madre de Tris había hablado con el líder de Abnegación significa que habló con mi padre. - ¿Estás bien? - Sí, ¿por qué? - Porque te has puesto un poco pálido - Estoy bien - Seguro? - Sí - Vale - ¿Y tú viste a su líder, lo conoces? - Sí que lo ví, pero no lo conozco. Pocas cosas sé de él. Me puse aun más rígido. - ¿Como cuales? - ¿Seguro que estás bien? - Sí - Bueno, lo que sé es que se llama Marcus Eaton, es líder de Abnegación, venía de Erudición, lo de la muerte de su mujer y la historia que hay sobre su hijo y él
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- ¿Historia? ¿Que historia? - No la sabes? Creía que como venías de Abnegación lo sabías - No, no la sé Me estaba poniendo cada vez más nervioso. - Ah, bueno, no es que sea algo creible, según dicen es mentira. En fin, según mi madre, Marcus tenía un hijo, Tobias creo que se llamaba. Según cuentan, cuando murió su madre, Marcus se volvió muy violento y empezó a pegar a su hijo. No sabían porque pero lo hacía hasta que el chico cumplió 16 y desertó Me puse más rígido cuando escuché lo de pegar. Empecé a ponerme furioso por el hecho de recordarlo, cada golpe, cada palabra. - ¿Seguro que estás bien? - Sí - soné más frío de lo que pretendía - Pues no veo que sea así - Estoy bien, ¿vale? - le grité - Vale, pero no me grites Y volvió el silencio, no podía dejar de recordar los golpes. - Por cierto, ¿quien es tu padre? - ¿Cómo? - Me dijiste que no tienes madre porque murió, así que quien es? - Que te importa - contesté de manera seca - Es por si lo vi o oí mencionar - Tanto te importa - Simple curiosidad - Pues deberías dejar de ser tan curiosa, te hace ser insoportable - ¿Cómo dices? - QUE DEBERÍAS DEJAR DE SER TAN CURIOSA, TE HACE INSOPORTABLE - dije elevando la voz - ¿Insoportable? - Sí - Lo mismo diría yo. No has parado de interrogarme - ¿Interrogarte? - Sí, interrogarme. No has parado de preguntarme y ahora de pronto te enfadas - No estoy enfadado - Ya, eso ya lo veo - Deja de ser tan entrometida - Y tu deja de ser tan idiota - Y tu deja de ser tan insoportable - ¿Sabes Cuatro? Ahora mismo estás insoportable, no hay quien te entienda - Lo mismo digo - Y yo que estaba tan tranquila aquí, yo sola, tenías que venir tú - Tranquila que la próxima vez que te vea me alejaré de ti y no me preocuparé donde has estado todo este tiempo - Ojalá lo hagas - Bien - Bien - Estás insoportable - Lo mismo digo. Me voy - Al fin Me levanté sin despedirme y oí su grito de frustación. Llegué a casa dando un portazo. ¡Qué insoportable!
